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» La Capital
Fecha: 17/11/2024 15:31
La historia del juvenil de 17 años que lleva tres partidos en primera y que ya es parte del primer equipo. De Concepción del Uruguay a Rosario, un viaje sin escalas Desde hace unas pocas semanas, en Central hay un nombre más al cual prestarle atención, otro juvenil que irrumpió en la máxima categoría y que en apenas tres partidos (todos ingresando desde el banco) mostró algunos atributos importantes. Y el pensamiento lógico de que habrá que llevarlo de a poco, pero sobre todo esperarlo, tiene que ver con la edad en la que debutó en el fútbol grande de Argentina. Santiago Segovia es el chico en cuestión, apenas 17 años (26 de marzo de 2007), la misma edad que tenía, por ejemplo, Marco Ruben y Angel Di María cuando pusieron por primera vez un pie en primera. Sólo que el volante ofensivo, oriundo de Concepción del Uruguay , lo hizo siendo casi tres meses más chico que esos dos monstruos. Ese hecho de tener edad de sexta división es lo que lo pone entre los 10 jugadores más jóvenes en debutar en primera en los últimos 24 años, es decir, en este nuevo siglo. En octubre del año pasado, con 16 años, firmó su primer contrato con el club. Hay un paso ya importante que dio Segovia y es nada menos que el del debut en primera división. De ahora en más deberá demostrarle al entrenador que está para pelear por un puesto, sabiendo que la juventud puede jugarle en contra. Pero fue el propio Ariel Holan quien manifestó, cuando fue presentado, que le gusta trabajar con juveniles y que hará jugar al que se destaque, sobre todo en los entrenamientos. ¿Quién es Santiago Segovia? Un chico que se crió futbolísticamente en el club Engranaje de Concepción del Uruguay , donde desde muy chico ya marcaba la diferencia, según palabras de directivos y técnicos de la institución entrerriana. El fue, junto a muchos chicos más de otros clubes de la región, quien participó de una prueba organizada por Engranaje, a la que asistirían gente del área de captación de Central. Hugo Hernández fue el encargado de afinar el ojo para ver qué talento podía sumar a las inferiores canallas. Y Santiago Segovia fue uno de ellos. Fue así como de inmediato las partes involucradas charlaron sobre el tema y congeniaron el viaje de Santiago a Rosario, convenio mediante que incluyó, por supuesto, el consentimiento de Luis y Romina, sus padres, por tratarse de un menor de edad. >>Leer más: Central: los famosos 5 segundos de Ariel Holan En esa época Santiago había una sola cosa que rondaba en su cabeza: el fútbol. Hubo un tiempo en el que alternaba con visitas al campo, donde montaba a caballo, pero lo que más lo motivaba era la pelota, a la que seguro le daba los lunes, miércoles y viernes, cuando iba a entrenar con su categoría en las infantiles de Engranaje, pero también los otros días de la semana, en el momento que tuviera libre. Siempre de tarde porque a la mañana la prioridad era la escuela. Segovia3.jpg De purrete. Segovia, con la camiseta azul de engranaje, en las inferiores del club entrerriano. Luis, su padre, un colaborador eterno de club, era uno de los responsables de pintar la cancha para los días de partido y, cuentan desde Engranaje, que cuando lo hacía, llegaba siempre acompañado de Santiago, pelota en mano, para patear mientras su padre hacía lo suyo. Cuando Luis terminaba, pateaban juntos un rato y, por razones obvias, Luis debía hacer las veces de arquero. Central, un faro en el camino Central fue siempre un faro de referencia. Con apenas 8 años, Engranaje envió un equipo hacia Rosario para jugar un partido contra un selectivo canalla de Rosarina. Fue en el predio de Cristalería. Quizá alguien lo vio y le llamó la atención su juego, pero su relación con Central quedó para un par de años más tarde. Efectivamente, cuatro años después, ya con 12, llegó esa prueba en el club Engranaje, con captadores de Central presentes, en la que el juego de Santiago les llamó mucho la atención. Fue así como se dio el contacto con Engranaje y los padres del chico para traerlo a jugar a las inferiores de Arroyito. >>Leer más: Central: los desafíos más inmediatos del nuevo DT Durante los primeros meses entrenaba una semana y se volvía algunos días a su Concepción del Uruguay natal, hasta que decidió instalarse de manera definitiva en la pensión que el club tiene en la ciudad deportiva de Granadero Baigorria. Una de las primeras veces que se puso la camiseta de Central, fue campeón, en una categoría de infantiles para la que fue convocado para jugar en cancha de Renato Cesarini. Segoviase2.jpg Con tan sólo 15 años, Santiago Segovia fue convocado a la selección sub-17, primero con Aimar y después con Placente. Jugó el primer año de infantiles en 2019 y el segundo ya no pudo hacerlo producto de la pandemia. Cuando el fútbol de inferiores se reinició, comenzó directamente en 9ª. Y de ahí en más en 8ª, 7ª y este año 6ª, hasta que dio el salto primero a reserva y de inmediato a primera. En ese recorrido fue dirigido (en 8ª) justamente por Lequi, el DT que dos años más tarde lo haría debutar en primera. También lo dirigieron Jorge Díaz (9ª), Alejandro Fernández (7ª) y el Chueco Javier García (6ª). Su posición en la cancha Con poquitos minutos aun en primera, el hincha de Central no sabe todavía dónde puede rendir más. Quienes lo conocen mucho advierten que su posición habitual, en la que más cómodo se siente, es jugando suelto en tres cuartos, especialmente detrás del 9. Algo así como un fiel exponente de la vieja y en extinción figura del enganche. Ahí le gustaba jugar desde chico, en Engranaje, y también en las inferiores canallas. Dicen que puede rendir también como interno por izquierda. El fútbol que mostró desde muy chico le valió la convocatoria a la selección sub-17, cuando tenía apenas 15 años. Se venía la jornada de clásicos de las inferiores de AFA y, camino a Bella Vista, Lequi (su DT, en 8ª) le dio la noticia de que Pablo Aimar lo iba a citar para que fuera a entrenar al predio de la AFA. También jugó algunos partidos ya con Diego Placente como entrenador. Gente de Central que fue consultada sobre el tema destacó la emoción que sintió cuando recibió la noticia, pero que fue prácticamente igual o más fuerte cuando le llegó el momento en la primera división, tanto en la primera convocatoria como cuando le tocó debutar, frente a Barracas Central. Sus primeros pasos en la primera canalla El jueves 31 de octubre de 2024 es una fecha que Segovia guardará en su memoria para siempre. Fue el día de su debut. En un partido complicado y con un Gigante en ebullición, Lequi lo mandó a llamar para hacerlo ingresar. Lo hizo a los 83’ en lugar de Jonatan Gómez, con el Canalla 1-0 abajo. Fueron pocos los minutos que tuvo en cancha y no gravitó demasiado, pero en una de esas jugadas metió un pelotazo de más de 30 metros al pie de Gaspar Duarte, dentro del área, en una acción que terminó en infracción sobre el delantero, pero que el árbitro Nicolás Lamolina y quienes estaban en el VAR desestimaron por completo. Una buena carta de presentación en medio de la angustia canalla por la derrota. Segovia4.jpg Tras el partido contra San Lorenzo, directivo del club Engranaje le regalaron la camiseta. Llegó el viaje a Mendoza y otra vez le tocó entrar desde el banco, en esta ocasión con el partido 1-1, en lugar de Duarte (a los 60’). Ahí ya se lo notó más suelto, con mayor confianza, poniendo la pelota contra el piso y gambeteando, casi siempre hacia adelante. Casi todos coincidieron en que su aporte había sido para tener en cuenta. Ya con gente conocida del club Engranaje que vinieron especialmente para verlo jugar, Segovia volvió a sumar minutos en el partido contra San Lorenzo. También le tocó con el equipo perdiendo. Lo hizo dos minutos después del gol de Nahuel Bustos, con el Gigante otra vez destilando impaciencia. De aquí en más, habrá que ver qué protagonismo le dará Holan, pero para eso será clave que el juvenil demuestre en entrenamientos y en los partidos que su debut de tan joven en primera no fue porque sí, sino que llegó para pelear por un lugar en el equipo. El presidente de Engranaje: "De Chiquito era distinto a todos" En el partido ante San Lorenzo hubo dos dirigentes y amigos de la familia Segovia presentes en el Gigante. Uno fue el presidente Cristian Fernández, el otro, el secretario Cristian Dening, quien tiene un hijo que hasta hace poco jugaba en las inferiores de Central. La visita tuvo que ver, por supuesto, para ver jugar a Santiago, pero tras el encuentro hubo tiempo para los saludos y hasta intercambio de camisetas. A Santiago le regalaron una camiseta de Engranaje, mientras que Santiago, les dio para que se llevaran a Concepción del Uruguay la casaca que usó cuando debutó en primera, ante Barracas Central. “Como no puede ser de otra forma, esa camiseta va a ser encuadrada y exhibida en las vitrinas del club”, le dijo Cristian Fernández a Ovación. Segoviacam.jpg De Engranaje a Central. El presidente Cristian Fernández y el secretario Cristian Dening intercambiaron camisetas con Segovia. La visita se extendió hasta el día siguiente (domingo) del partido y como el plantel se reincorporaba el martes a los entrenamientos, ese mismo domingo partieron todos hacia Concepción del Uruguay. Justamente el presidente del club entrerriano se abrió al diálogo y habló de esas “sensaciones fuertes” que les genera ver a Santiago jugando en primera. “Es gente muy humilde y en Santiago veo un chico que no se subió al caballo, como decimos acá, que sigue siendo igual. Se comporta de la misma manera, habla con los amigos de siempre y eso habla muy buen de él”. “Veníamos teniendo la sensación de que estaba a las puertas de llegar a la primera. Creo que la convocatoria a la sub-17 fue el disparador, porque te da una proyección enorme. Las sensaciones son hermosas para nuestro club porque es la primera vez que un jugador surgido acá llega a debutar en primera división. Es un orgullo”, abundó Cristian Fernández. ¿Qué veían de Santiago como jugador allá lejos en el tiempo? “Veíamos a un chico totalmente destacado en su categoría. Las condiciones que tenía eran increíbles, algo que marcaba el propio entrenador. De chiquito era distinto a todos”.
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