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  • Dijo las primeras palabras en radio, conoció a Einstein, Carlos Gardel y Mirtha Legrand

    Gualeguay » Debate Pregon

    Fecha: 17/11/2024 09:42

    Enrique Telémaco Susini nació en Gualeguay, provincia de Entre Ríos, el 31 de enero de 1891 y falleció en Buenos Aires, el 4 de julio de 1972. Fue un personaje extraordinario, adelantado a su época, por su espíritu emprendedor e innovador; fue médico, periodista, precursor en la radiodifusión y la televisión. Incursionó como director de cine y teatro, disciplinas en las que dirigió decenas de obras con prestigiosos artistas nacionales e internacionales. Conoció a Albert Einstein, Carlos Gardel, Razzano, Mirtha Legrand, Juan D. Perón, “Evita”, Enrico Caruso, María Callas, Vittorio de Sica, entre tantos otros. Siendo médico, intervino en la Primera Guerra Mundial. Sin dudas que, Telémaco, fue una eminente personalidad; un verdadero genio. “Los locos de la azotea”: La trayectoria profesional que Enrique Telémaco Susini fue verdaderamente prolífica en varias facetas y actividades, aunque se lo recuerda, especialmente, por haber integrado el grupo de “Los locos de la azotea”. ¿Quiénes eran estos? Eran cuatro jóvenes radioaficionados (el doctor Enrique Telémaco Susini y tres estudiantes de medicina, Luis Romero Carranza, Miguel Mujica y César Guerrico), que realizaron la primera transmisión radial abierta de la historia la noche del 27 de agosto de 1920. Desde la azotea del Teatro Coliseo, la ópera Parsifal viajó por los aires hasta los oídos de un público privilegiado. Susini condujo la transmisión, convirtiéndose en el primer locutor del mundo. Luis Romero Carranza, César Guerrico, Miguel Mujica y Enrique Susini, Los locos de la azotea. ¿Los primeros? Mucha gente, en Europa y EEUU, realizaban por la época transmisiones radiales experimentales de todo tipo. Pero en los EEUU, el primer “programa” de radio, para informar desde Pittsburg a Nueva York los resultados de las presidenciales fue en el mes de noviembre de 1920, lo que coloca a los argentinos como los primeros indiscutidos. Tanto así, que salieron en todos los diarios, Radio Argentina fue la primera en cubrir en directo una asunción presidencial, la de Marcelo T. de Alvear en 1922, cuando la emisora ya tenía un noticiero y varios locutores. Para esa época había al menos una decena más de radios en Buenos Aires, entre las que Argentina era la abanderada, que ya comenzaban a atraer multitudes difundiendo tango y folklore y transmitiendo espectáculos deportivos, principalmente boxeo y fútbol, que a su vez en 1931 se hacía profesional. Primeras palabras en radio: Cabe aclarar que las primeras palabras frente a un micrófono de radio en el mundo fueron dichas por Enrique Telémaco Susini y las mismas fueron las siguientes: “Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival Sacro de Ricardo Wagner, 'Parsifal', con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten”. Eran las nueve de la noche del 27 de agosto de 1920. Y aunque esa primera transmisión en el país, desde la terraza del Teatro Coliseo, sería escuchada por menos de 100 personas, marcaría un hito en la historia de la radiofonía mundial y cambiaría para siempre la vida cotidiana de los argentinos. Aquel 27 de agosto histórico, los jóvenes habían agregado una bocina para sordos a un micrófono y juntos a un transmisor de 5 vatios, casi atado con alambres, trepados a la azotea del Coliseo, volvieron su sueño realidad. La transmisión fue realizada de manera exitosa, aunque solo la escucharon los pocos que poseían auriculares “a galena” en Buenos Aires. A partir de ese momento, las emisiones se sucedieron sin interrupciones. Al día siguiente, se transmitieron las óperas Aída, Parsifal nuevamente y, a la noche, Iris. Ese acontecimiento originó la primera licencia de la radiodifusión nacional: LOR, Radio Argentina, que transmitiría regularmente desde diversos teatros, incluyendo el Colón, lo que resaltaba los deseos de los cuatro jóvenes de difundir el arte y la cultura. Poco tiempo después, vendieron Radio Argentina y crearon Vía Radiar, una empresa dedicada a las comunicaciones de larga distancia. Y en 1930 recibieron una importantísima suma por esa compañía y la invirtieron en la creación de los estudios Lúminton, uno de los fundamentos del cine argentino. Una carrera prolífica: Enrique Susini era el mayor de 11 hermanos, todos estudiaron medicina, aunque también se dedicaron a otras profesiones y aficiones. Era el mayor de 11 hermanos, todos estudiaron medicina, aunque también se dedicaron a otras profesiones y aficiones. La medicina fue la razón por la que conoció la radio y se había recibido a los 23 años y lo mismo que su padre se especializó en otorrinolaringología. Realizó intervenciones quirúrgicas trascendentes figuras del espectáculo musical, como es el caso de Enrico Caruso, María Callas y Carlos Gardel. Además de médico, fue músico y compositor, profesor de canto y violín, y llegó a ser director del Teatro Colón. Luego de poner en escena la ópera Oberón en 1938 en el Teatro Reale en Roma, y ante la gran aclamación de los críticos, fue llamado a trabajar como director de La Scala en Milán. Siguiendo su carrera en los medios, también fue fundador de los estudios de cine Lúminton, donde filmó la segunda película sonora realizada en nuestro país “Los Tres berretines”, en 1933, también dirigió una película con Lola Membrives como protagonista, “La chismosa” (1938) con la que obtuvo la primera distinción internacional para el cine argentino en el Festival de Venecia. En 1941 filma “El Embrujo” siendo director, guionista y compositor de la musca del mismo, formó parte de la Época de Oro del cine nacional, en sus estudios de realizaron 99 películas hasta el año 1957. Trabajó en el Teatro Argentino de La Plata. Durante su vida, Susini fue autor de más de 70 obras teatrales, recibiendo el Premio Nacional de Cultura en 1951 por su comedia “En un viejo patio porteño”. Además, fue el primer director general de Canal 7, y en 1962 fundó la compañía cooperativa de teléfonos de Pinamar, TELPIN, abriendo camino a toda una serie de pequeñas compañías locales que seguirían sus pasos en Argentina. TELPIN aún existe como una compañía moderna de telecomunicaciones ofreciendo un amplio abanico de servicios de telefonía, Internet y, siguiendo con la genética de su fundador, televisión por IP (IPTV) poniéndola a la vanguardia en innovación tecnológica. El arte, la ciencia y la innovación fueron las grandes pasiones de este hombre tan singular y multifacético, precursor, inventor, investigador científico, empresario, réggiseur y promotor cultural, que en 1925 conoció a Albert Einstein. También fue periodista en el diario LA NACIÓN. Enrique sabía ocho idiomas, cantaba en ruso, en alemán y en italiano. La medicina y la Guerra: Durante la Primera Guerra Mundial, reclutaron a Susini para ser miembro del cuerpo médico para la Potencia de la Entente. Él había trabajado desarrollando vacunas con su padre y tenía experiencia tratando muchos pacientes al día. Por sus conexiones en Europa terminó curando heridos en las trincheras. En el frente, los soldados se comunicaban con un aparato que no necesitaba cables para hablar, usaban ondas con la incipiente transmisora de radio que habían inventado 10 años antes. El proceso lo alucinó desde el primer momento. Entre 1920 y 1930, la Argentina estaba superpoblada por migrantes que llevaban poco tiempo en el país. Y Vía Radiar se convirtió en su medio de comunicación trasatlántica por excelencia. En aquella época se usaba el telégrafo, pero era engorroso comunicarse con Europa. Se formaban colas gigantescas para enviar mensajes al otro lado del océano. Con bobinas gigantes que cargaban en barcos, tiraban cables de 10 mil kilómetros de largo, pero se cortaba la comunicación frecuentemente. Según Susini, Vía Radiar aceleró la comunicación y la hizo más barata. ¿Qué era Vía Radiar específicamente? La tecnología no era muy avanzada así que comunicarse de la Argentina a Europa era carísimo e intermitente. Lo que hizo Susini fue emplear ondas cortas de radio para sustituir esos cables. Gardel, Mirtha Legrand y el Hollywood argentino Zully Moreno, Mirtha Legrand, Nuri Montsé y Silvana Roth en Los martes, Orquídeas. Con sus antiguos amigos aficionados a la radio visitaron los estudios de cine de MGM e idearon su nuevo proyecto: fundar el primer estudio de cine de América Latina, Lúmiton. Los Tres Berretines, que fue la segunda película argumental de cine sonoro argentino, unos días después de Tango. Dirigieron más de 99 películas con el sello de Lumiton. También produjo a Gardel en esa época. Susini lo trató porque era otorrinolaringólogo. Lo operó de unos nódulos en la garganta. Enrique comenzó a producir videos suyos. Pero Gardel quería ser cantante de música clásica. Enrique trabajaba en ópera. Él sabía que no le daba para cantar ópera. Así que le dice “mire Carlos, con la cantidad de cantantes de ópera que tenemos, no tiene sentido. Siga con la música popular. Lo que sí le digo, sepárese de Razzano”. Este es uno de los únicos documentos que la familia Susini mantiene de Vía Radiar, el proyecto de comunicación radial que Enrique Susini inventó en los 30. Lumiton inició a Mirtha Legrand cuando tenía 13 años, con “Los martes, Orquídeas”, también integrado por Zully Moreno, Nuri Montsé y Silvana Roth, entre otros. Enrique Susini era el director en aquella época. Para los 30, Susini ayudaba a producir los cortometrajes musicales del ícono tanguero. Todos pasaron por Lumiton. Hicieron el primer noticiero argentino, teleteatro, películas nacionales e internacionales. Sin embargo, después de 10 años, se aburrió de aquel proyecto, vendió su parte y se dedicó al teatro. La productora permaneció en pie hasta los 60. El encuentro con Perón: Jaime Yankelevich y Enrique Susini en la primera transmisión de la TV argentina. Durante el primer gobierno de Perón, Jaime Yankelevich, Pablo Guerrico y Enrique Susini se plantearon fundar el primer programa de televisión del país. Sin embargo, un proyecto de tal envergadura no podía pasar sin el aval del gobierno de turno. Con el primer peronismo, la iniciativa privada no era bien recibida, así que tenían que reunirse con el presidente. Pero había tensión. Tanto Yankelevich como Susini habían tenido problemas con Perón o sus ministros. El gobierno peronista no quería la televisión. Al menos no quería que la televisión proviniera de otro lado que no fuese el Estado. Desde los 40, Enrique Susini se dedicó a escribir teatro y cine; una de sus películas ganó el primer premio en el Festival de cine de Venecia con La Chismosa. En 1950, Guerrico, Yankelevich y Susini lograron una audiencia con el presidente Perón. Fue a través de Eva Perón que lograron aquella reunión. Evita admiraba a Susini por su éxito en la producción cinematográfica y radial. Gonzalo narra el encuentro: “Enrique comenzó a contarles el proyecto, pero antes de que pudiera explicarlo, Perón lo interrumpió. Le dijo, ‘mire doctor, para su tranquilidad, todo lo que usted propone ya está aprobado. Cuéntenme, ¿qué necesitan?, ¿qué ayuda requiere?’. Enrique les dijo que no necesitaban nada, que con tal de no interferir no habría problema. Perón accedió y les dijo, ‘tendrán comunicación directa con Evita. Porque si no hacemos esto de la televisión, Eva me mata’”. (Fuentes: Elías “Pelusa” Almada / Matías Avramow – diario “La Nación).

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