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» Diario Cordoba
Fecha: 16/11/2024 15:19
Para acogerse al derecho a no declarar en la Asamblea de Madrid, Begoña Gómez ha dicho que es víctima de una «campaña de bulos y difamaciones» y que «la verdad pondrá las cosas en su sitio». Verdaderamente, los juicios políticos paralelos a las investigaciones judiciales, cuando estas se encuentran, además, en curso, no tienen otro objeto que dañar la imagen del adversario, provocando un ruido que carece casi siempre de sentido, salvo un sentido oportunista. Ahora bien, no resulta fácil entender por qué la esposa del presidente del Gobierno, imputada por corrupción y otros delitos y sintiéndose como ella misma dice sentirse tan convencida de su inocencia, ha sido incapaz hasta ahora de ofrecer cualquier otra explicación sobre sus actuaciones, excepto la de que está siendo perseguida políticamente. Me refiero a aclarar las dudas que pesan sobre su conducta, ya que en las circunstancias actuales y teniendo por delante el escenario procesal que tiene, se podría dar el caso de ser culpable de los delitos que se investigan además de sufrir la persecución que, según ella, sufre. No es incompatible. Ese silencio basado en el móvil del bulo tampoco ayuda a despejar las incógnitas. No responder en la Asamblea de Madrid a las preguntas de los partidos que, evidentemente, van a pillarla, es un mecanismo de defensa entendible, no hacerlo en la próxima citación con el juez que investiga los cuatro delitos imputados, aunque siga siendo su derecho, no contribuirá a la verdad que ella misma invoca para poner las cosas en su sitio. El juez ha accedido a posponer la citación por la cumbre del G-20 a la que Begoña Gómez tiene pensado acudir acompañando a su marido. Es razonable la decisión del magistrado, como aún lo es más no retirarle el pasaporte, pese a que la ausencia de la esposa del presidente no se le pasa por la cabeza a nadie que fuese a poner en riesgo la reunión en Brasil del foro internacional de gobernantes y banqueros. *Periodista
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