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Parana » 2 Florines
Fecha: 14/11/2024 12:30
Por Ubaldo Roberto Domingo. Contador Público Nacional Como en tantos otros procesos iniciados en nuestro país, se aplica una política económica para nada novedosa, excepto por la violencia con lo que se lleva adelante. La persistente presión hacia abajo del poder de compra de los salarios, con el explícito apoyo de las cúpulas sindicales, diluye el poder adquisitivo, aumenta sostenidamente el desempleo y la pérdida de trabajadores registrados, y no cesa la sangría de pérdidas de pymes nacionales. Es que todo parte de una profunda incomprensión del papel del salario genuino en la economía. La destrucción sostenida de la remuneración del trabajador productivo ha sido llevada a cabo sin interrupciones por las experiencias pendulares. En efecto, tanto populistas como a su turno los liberales consideran este elemento clave como factor inflacionario por lo tanto lo reprimen sin interrupciones. El permanente agravio a las pymes productivas, ya sea manteniendo un tipo de cambio atrasado, como quitando aranceles que subsidien la importación, y comprimiendo la demanda global con la disolución del salario, destruyendo el mercado interno, no tendrá otro resultado posible que el de la desaparición de sectores enteros de nuestras empresas. Por otro lado, un gobierno que se tilda de liberal, lo único que ha sincerado es la pobreza, enviando sin trámites al 52.9% de nuestra población a esa condición, y aumentándola en 12.8 puntos. Pero, precios, tarifas y tipo de cambio las otras variables relevantes, las maneja un burócrata detrás de un escritorio (Viva la libertad carajo!!!). Mientras tanto, haciendo uso del oportunismo, quienes observan el proceso -políticos, economistas, empresarios y sindicalistas y también el observador de a pie- que se está llevando adelante aplauden o mantienen un silencio abrumador. El convertirse en invisibles mediante esta actitud, los transforman en predadores agazapados para aparecer cuando las condiciones sean favorables o para comentar algún hecho puntual sin relevancia. Quienes consideramos que lo importante es la producción y la industrialización de nuestras materias primas y el aprovechamiento al máximo de nuestros recursos disponibles, esperamos sin resultados a la vista, el comienzo de la puesta en marcha de la economía real. Leyes, regulaciones, blanqueos y por otro lado derogaciones de legislaciones anacrónicas, como así también todo tipo de alquimias financieras son la cortina de humo para no estimular la inversión que continúa olvidada, factor indispensable en la formación de capital. La inversión lo hemos repetido hasta el hastío en cada conversación, en cada publicación, en cada debate, es un proceso inducido, se debe estimular de manera que al inversor le convenga invertir en un ambiente hostil y cambiante como es nuestro territorio. No alcanza con una raquítica ley para atraer los capitales que echaran a andar la máquina. Finalmente, debemos señalar con mucho énfasis que ninguno de los problemas y cuellos de botella de carácter estructural de nuestra economía han sido atacados para solucionarlos. Esto es, la falta de integración de nuestra estructura económica, el abusivo agravio impositivo a nuestras pymes, la caída en el consumo interno, el déficit fiscal y el peso de la deuda; en definitiva el ataque frontal a nuestro subdesarrollo. Lo realmente peligroso de describir esta realidad es que, al final de este ensayo liberal, ya agotado en todas sus propuestas, se encuentra en peligro nuestra condición nacional; su disolución tiene consecuencias impredecibles.
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