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    » El litoral Corrientes

    Fecha: 13/11/2024 20:07

    Era recurrente el voceo del chocolatinero, casi como un susurro pero claro y preciso que trataba en el espacio gigantesco de un cine de entonces, poner en la previa por si quedaban algunas monedas, para comprar algunas de sus delicias. “Chocolates. Pastillas. Caramelos. Galletitas…!” “Chocolates. Pastillas. Caramelos. Galletitas…!” Era la ceremonia breve pero bien disfrutada que precedía a toda función cinematográfica, antes que la luz de la sala se apagara, se propague la música envolvente y venga la imagen de acción para adentrarnos en las miles de historias. Entonces era costumbre ocupando el rubro de “Variedades” que anteceda a la película de fondo, noticiarios, dibujos animados, preparando el ambiente que ya comenzaba a respirar haciendo crecer el suspenso, la ansiedad que detonaba la sorpresa: la película de fondo. Podía ser, sección familiar, matiné o noche. La cartelera era la misma, pero la puesta del espectáculo como tal guardaba la sumisión de los espectadores: abundantes butacas desparramadas desde la platea a paraíso para un nutrido grupo de personas que por unas horas el sueño se hacía realidad. Escenario amplio. Sala capaz de albergar al más nutrido de los públicos, y ese aire de gala y magnificencia que el silencio, o susurro leve, sumisamente con respeto intercambiaba comentarios agregando algún detalle del elenco de artistas pronto a desplegar los argumentos más inusitados, sublimes, enamorados de amor. Desde la pantalla pequeña que el tiempo fue forjando en la evolución del séptimo arte, desde el blanco y negro, el color por tecnicolor o vistavisión hasta la cóncava del Cinemascope y Cinerama con anteojos especiales, pasó mucho celuloide bajo su historia. El cine constituye un sueño hecho realidad. Una historia perfectamente contada. El cine es arte puro donde los protagonistas viven una realidad pasajera. Fue, el 22 de marzo de 1895, que los inventores del cine, Auguste Marie Louis Nicolás y su hermano Louis Jean Lumiere, cuando presentaron la primera proyección cinematográfica para 200 miembros de la “Sociedad para el Desarrollo de la Industria Nacional”. Como el proyector creado era también cámara, los hermanos Lumiere produjeron su primera película que constituye un hito en la evolución del cine: “Salida de los obreros de la Fábrica Lumiere de Lyon (Montplaisir). Sin duda que el espectáculo que en sí constituye el cine ha desarrollado grandes “palacios” productivos donde se crearon verdaderas obras de arte: Hollywood o Cinecitta en Italia, después cada país ostentó una de esas “fábricas” constituyendo verdaderas ciudades donde cohabitaban para cada emprendimiento técnicos y artistas que dieron vida a miles de libros. Lo que nunca fue recuperado ha sido la magnificencia de los cines, grandes superficies destinadas a contener los más diversos públicos, como así ostentar gran galería de afiches, anticipos de próximos estrenos, que eran verdaderas obras de arte diseñados por los más calificados fotógrafos y dibujantes. Asistir a los dibujos animados de Walt Disney y Hanna Barbera, sumarnos a las tres horas de duración de “Lo que el viento se llevó”, con Clark Gable, Vivien Leigh, Olivia de Havilland-Leslie Howard. Películas símbolos que representaron dignamente el vendaval de históricos estrenos: “Al este del Paraíso”, protagonizada por un joven talentoso, James Dean, Julie Harris, Raymond Massey, Burl Ives. O, “Gigante” con el mismo actor más la jerarquía de Elizabeth Taylor y Rock Hudson. Fue tal la locura alcanzada por el cine en la Argentina, que hemos tenido Festivales del Cine de Mar Plata, con la presencia de actores y directores de calificada trayectoria en el Cine mundial. Como así hemos tenido actores nacionales condecorados con premios de jerarquía en los mayores festivales del mundo. Concertadas coproducciones con España, Méjico, Italia, etc. Claro, la época era otra, cuya concepción de cine se mantuvo, resguardando su perfil de seriedad y compromiso, enalteciéndolo con idoneidad y jerarquía, manteniendo su grandeza que era como ingresar a un ámbito de culto. Las revistas especializadas “Ecram”, “Radiofilm”, “Platea”, “Antena”, “Radiolandia”,. se hacían eco manteniendo incólume su prestigio, apoyando la producción con abundantes fotos y notas especialmente escritas por Chaz de Cruz, o Julio Dí Núbila, Calkie. Un programa de televisión dedicado al cine, por el especialista Jaime Jacobson y un joven y talentoso Nicolás “Pipo” Mancera: “Pantalla Gigante” iniciado en 1950. Al igual que en los diarios capitalinos, el cine siempre conformaba la vida diaria tanto en el plano internacional como en el nacional, a través de la crítica. El cine constituye un sueño hecho realidad. Una historia perfectamente contada. Un elenco que se toma como propia y brinda lo mejor de sí. El cine es arte puro donde los protagonistas viven una realidad pasajera.

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