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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/11/2024 11:01
En su intervención, Barnier enfatizó que este pacto no solo es perjudicial para la economía, sino que "no es justificable" desde la óptica de la política comercial de la UE (Foto: Shutterstock) El primer ministro de Francia, Michel Barnier, declaró este miércoles en Bruselas que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur “no es aceptable” para su país en las “condiciones actuales”. En una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Barnier enfatizó la postura de Francia, reiterando que el pacto no cuenta con su apoyo debido al posible “impacto desastroso” que tendría sobre sectores clave de la economía europea, especialmente en la agricultura y la ganadería, sectores que, según él, podrían verse “devastados” si el acuerdo sigue adelante en su formato actual. Afirmando que la “preocupación francesa” es compartida también por otros países europeos, Barnier aclaró que Francia no busca “parches” ni medidas compensatorias, sino que rechaza “medidas que van a destruir sectores enteros de la economía europea”. Para él, aceptar el acuerdo en su estado actual significaría permitir que el mercado europeo se vea perjudicado por políticas comerciales que favorecen prácticas desleales. Barnier señaló que esta postura es respaldada por muchos otros gobiernos europeos, quienes también han expresado su oposición en el Parlamento Europeo y en legislaturas nacionales. Preocupaciones económicas y movilización social En su intervención, Barnier enfatizó que este pacto no solo es perjudicial para la economía, sino que “no es justificable” desde la óptica de la política comercial de la UE. La declaración llega en un momento sensible, ya que diversos sindicatos en Francia se preparan para realizar movilizaciones en los próximos días, en protesta no solo por el acuerdo con Mercosur, sino también por el impacto que este podría tener en los empleos en el sector agrícola y ganadero. Francia busca así formar una coalición en Europa que se oponga al acuerdo, al cual considera lesivo para el mercado interno y para los empleos en zonas rurales. La visita de Barnier a las instituciones comunitarias no se limitó al ámbito comercial. El primer ministro francés también aprovechó su estancia en Bruselas para abordar la elaboración del presupuesto francés para 2025, un proyecto actualmente en plenas negociaciones parlamentarias. Con el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el comisario Paolo Gentiloni, Barnier discutió el ajuste presupuestario que propone Francia, cuyo objetivo es reducir el déficit público y, con ello, disminuir la dependencia de la deuda. Presión financiera y objetivos presupuestarios de Francia El Ejecutivo francés se enfrenta a un delicado contexto financiero que obliga a realizar recortes en varias áreas para ajustar las cuentas públicas. Según Barnier, el proyecto de presupuestos para 2025 es “difícil”, pero necesario para reducir la deuda pública, la cual genera altos intereses que están mermando el presupuesto disponible para otras áreas estratégicas. En cifras, el gasto en intereses de la deuda pública en Francia asciende a entre 55.000 y 56.000 millones de euros, superando incluso el presupuesto de defensa del país. La Asamblea Nacional francesa ya rechazó el proyecto de presupuesto para el próximo año, que incluye un recorte de 60.000 millones de euros en el gasto público como medida para frenar el endeudamiento. Con estas reformas, Francia pretende reducir su déficit público, que en 2024 se prevé alcance el 6,1% del PIB, y bajar la cifra al 5% en 2025. Francia se encuentra bajo la presión de cumplir con las normas europeas que establecen un límite del 3% del PIB para el déficit público, y la Comisión Europea podría imponer sanciones si el país no adecúa sus finanzas a estos parámetros. Diversos sindicatos en Francia se preparan para realizar movilizaciones en los próximos días, en protesta por el acuerdo con el Mercosur y el impacto que podría tener en los empleos del sector agrícola y ganadero (Foto: Shutterstock) Un contexto de políticas europeas en transformación En este marco, el rechazo de Francia al acuerdo UE-Mercosur se inscribe en una tendencia de revisión de las políticas comerciales europeas, en un contexto en el que varios Estados miembros cuestionan los impactos de estos acuerdos en sus economías locales. Mientras el panorama económico europeo exige ajustes y contención del gasto, la resistencia al acuerdo se presenta como una defensa de la industria y la producción local frente a la competencia externa que consideran injusta. Las recientes declaraciones de Barnier reflejan un creciente escepticismo hacia las políticas de libre comercio que, según los críticos, priorizan el comercio sobre el bienestar de sectores estratégicos como el agrícola. Con la postura firme de Francia y la posible formación de una coalición de países que compartan esta visión, la aprobación del acuerdo UE-Mercosur enfrenta ahora más obstáculos y parece cada vez más improbable en su forma actual.
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