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» Diario Cordoba
Fecha: 12/11/2024 14:24
La federación del PSOE en Castilla-La Mancha es de las pocas que tienen garantías para afrontar un proceso congresual pacífico. Ferraz ha llegado a un pacto no escrito con el barón crítico Emiliano García-Page para dejarle hacer en la que es una de las tres comunidades autonómicas donde gobiernan, junto a Asturias y Navarra, y la única con mayoría absoluta. Tanto es así que la dirección regional fue de las primeras en pactar con la dirección federal su calendario. Tras aprobarse las fechas en el Comité Regional, los más de 400 asistentes pidieron por "aclamación" a García-Page seguir adelante. No se esperan por tanto primarias y el líder de los socialistas en Castilla-La Mancha, resguardado por su mayoría absoluta, se afianzará al frente del partido durante cuatro años más en el congreso regional que acogerá Toledo el fin de semana del 18 y 19 de enero. El partido es la herramienta y el objetivo es el Gobierno, por lo que preservarlo es la máxima. De ahí que se aleje cualquier intento de influir o forzar una renovación, como sí está ocurriendo donde se perdieron los gobiernos autonómicos en las últimas elecciones. Desde la dirección federal no ha habido así movimientos, como aseguran desde ambas partes, pese a las dudas sobre este escenario con las que salió García-Page del último Comité Federal. Entonces se dio luz verde al adelanto del congreso federal, al que sucederán en cascada los regionales y locales, y el presidente de Castilla-La Mancha se alzó junto al líder de los socialistas aragoneses Javier Lambán contra el concierto catalán pactado con ERC para la investidura de Salvador Illa. Unas posiciones que volvió a manifestar a Pedro Sánchez en su encuentro bilateral en Moncloa y que llevará al congreso federal de Sevilla, entre el 29 y el 1 de diciembre. “Nuestras posiciones son de sobra conocidas”, trasladan fuentes del partido en este territorio al respecto de las enmiendas que promoverán sobre financiación en la ponencia marco. Más allá de su rechazo total al documento pactado con los republicanos, en esta federación ponen el foco en presionar sobre una ‘ley nacional de armonización fiscal’ para evitar la competencia desleal, principalmente de la Comunidad de Madrid. Otra forma de señalar las contradicciones entre las posiciones clásicas defendidas por el PSOE, también favorables a dicha armonización fiscal, con el concierto catalán. La ponencia del congreso elaborada por la dirección federal ya ha recogido esta reivindicación. En el último congreso del PSOE celebrado en 2021, varias federaciones socialistas promovieron una reforma para equiparar impuestos de las comunidades autónomas. En la ponencia marco se incluyó finalmente que “los y las socialistas debemos reconsiderar la tributación sobre la riqueza acometiendo un proceso de armonización. Esto debe abordarse conjuntamente con la revisión del tratamiento de las rentas del capital en el impuesto sobre la renta para asegurar la adecuada tributación de los contribuyentes con mayores rentas y grandes patrimonios, sin aumentar la carga de las clases medias y mejorar la justicia fiscal”. Ahora, el documento remitido a las federaciones garantiza que la propuesta de reforma del modelo de financiación "cerrará el camino al dumping fiscal". La bula de “ganar elecciones” La paradoja del proceso congresual del PSOE es que se respira calma donde más diferencias políticas hay con Ferraz, mientras que con algunos de los afines al sanchismo ha saltado por los aires la relación. Este es el caso de Castilla y León, donde Luis Tudanca tratará de resistir al frente de la secretaria general en contra del criterio del aparato, o de Cantabria, donde la federación se ha dividido en dos, con oficialistas y críticos igualmente afines a Pedro Sánchez. En la dirección federal se suele repetir que a García-Page “no se le permitirían muchas cosas si no fuese porque gana elecciones”. Ni siquiera hubo amago de sanción cuando situó al PSOE en el “extrarradio de la Constitución”, después de haber pactado la ley de amnistía con Junts. Cualquier tipo de expediente por considerar que ataca el proyecto político del partido supondría pasar una relación tensa a un callejón sin salida. Sus posiciones se enmarcan en buena medida con la sociología conservadora de su territorio, donde la derecha suele imponerse en elecciones generales o europeas. En las últimas, el PP fue la primera fuerza con diez puntos de ventaja sobre el PSOE, mientras que en las autonómicas García-Page cosechó absoluta al quedar once puntos y medio por delante de los populares.
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