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» Diario Cordoba
Fecha: 12/11/2024 13:54
Un nuevo estudio ha descubierto que la memoria no es exclusiva del cerebro, sino que es una capacidad natural de todas las células que, por ejemplo, permite al páncreas recordar el patrón de nuestras comidas pesadas para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre. Un equipo de científicos de la Universidad de Nueva York (NYU) ha realizado un descubrimiento sorprendente que desafía nuestra comprensión tradicional de la memoria. Según un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, las células de otras partes del cuerpo, además del cerebro, también pueden desempeñar una función de memoria. Nikolay V. Kukushkin, autor principal del estudio, explica al respecto: "el aprendizaje y la memoria generalmente se asocian solo con el cerebro y las células cerebrales, pero nuestro estudio demuestra que otras células del cuerpo también pueden aprender y formar recuerdos". Esta afirmación abre nuevas vías para comprender cómo funciona la memoria y crea el potencial para mejorar el aprendizaje y tratar afecciones relacionadas con la memoria, según los investigadores. Reciclando el aprendizaje Para averiguar si las células no cerebrales contribuyen a la memoria, los científicos se basaron en una propiedad neurológica bien establecida: el efecto de aprendizaje masivo-espaciado. Este principio demuestra que tendemos a retener mejor la información cuando la estudiamos en intervalos espaciados, en lugar de en una sola sesión intensiva, es decir, el clásico maratón para preparar un examen. En su investigación, el equipo de la NYU replicó en laboratorio el aprendizaje a lo largo del tiempo estudiando dos tipos de células humanas no cerebrales: células de tejido nervioso y células de tejido renal. Estas células fueron expuestas a diferentes patrones de señales químicas, de manera similar a cómo las células cerebrales se exponen a patrones de neurotransmisores cuando aprendemos y recordamos nueva información. El "gen de la memoria" en acción Lo más sorprendente fue que, en respuesta a estos estímulos, las células no cerebrales activaron un "gen de memoria", es decir, el mismo gen que las células cerebrales activan cuando detectan un patrón en la información y reestructuran sus conexiones para formar recuerdos. Para observar rigurosamente el proceso de memoria y aprendizaje, los científicos modificaron genéticamente las células no cerebrales del experimento para que produjeran una proteína fluorescente, que indicaba cuándo el gen de memoria estaba activado o desactivado. Los resultados del experimento fueron asombrosos: en primer lugar, las células no cerebrales pudieron determinar cuándo se repetían los pulsos químicos, que imitaban las ráfagas de neurotransmisores en el cerebro. En segundo lugar, cuando los pulsos se administraban en intervalos espaciados, activaban el "gen de memoria" con más fuerza y durante más tiempo que cuando el mismo tratamiento se administraba de una sola vez. Kukushkin señala: "esto refleja el efecto masivo-espaciado en acción. Demuestra que la capacidad de aprender de la repetición espaciada no es exclusiva de las células cerebrales, sino que, de hecho, podría ser una propiedad fundamental de todas las células". Repercusiones importantes Este descubrimiento no solo ofrece nuevas formas de estudiar la memoria, sino que también apunta a posibles avances relacionados con la salud: por ejemplo, podría conducir a mejores métodos para potenciar el aprendizaje. También abre nuevas posibilidades para abordar trastornos relacionados con la memoria, al mismo tiempo que sugiere que en el futuro necesitaremos tratar nuestro cuerpo más como si fuera una extensión del cerebro. Kukushkin propone ejemplos intrigantes de esta necesidad: "debemos tener en cuenta lo que nuestro páncreas recuerda sobre el patrón de nuestras comidas pasadas para mantener niveles saludables de glucosa en sangre, o lo que una célula cancerosa recuerda sobre el patrón de quimioterapia". Referencia The massed-spaced learning effect in non-neural human cells. N. V. Kukushkin et al. Nature Communications, volume 15, Article number: 9635 (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-024-53922-x
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