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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/11/2024 00:30
La autopsia realizada a Bracamonte confirmó que recibió cinco disparos, lo cual ha reforzado la hipótesis de un ataque dirigido /@MundoCentralOf El cuerpo del jefe de la barra brava de Rosario Central Andrés Alejandro “Pillín” Bracamonte (53), asesinado a tiros el sábado 9 de noviembre en inmediaciones del Gigante de Arroyito junto a su ladero, Daniel Raúl “Rana” Attardo, fue trasladado en un hermético operativo policial. El procedimiento se llevó a cabo con grupos tácticos en la noche de este lunes. Fue llevado hasta el cementerio de una vecina ciudad que, por razones de seguridad, se pidió no mencionar hasta que culminen las tareas. El cadáver de Bracamonte permaneció en el Instituto Médico Legal de Rosario, donde se le hizo la autopsia que determinó que sufrió cinco heridas de arma de fuego, bajo un fuerte perímetro policial alrededor del edificio situado en la esquina de boulevard Avellaneda y 3 de Febrero. A diferencia de Attardo, que fue velado en una sala ubicada en San Lorenzo y Riccheri, en el macrocentro de Rosario, y luego el cortejo fúnebre siguió hasta el cementerio El Salvador, la situación con “Pillín” se demoró porque la familia pidió cremarlo y la Justicia provincial no otorgó ese permiso. En un principio se creía que los dos cadáveres iban a ir al cementerio El Salvador, e incluso se llegó a disponer de agentes de la Tropa de Operaciones Especiales, Gendarmería y hasta un drone de apoyo en ese lugar. Una fuente judicial dijo a Infobae que el cuerpo del jefe de la barra brava Canalla estaba “a disposición de los familiares para traslado y entierro a algún cementerio, pero no para cremarlo porque tal vez se requiere una segunda autopsia”. Durante el domingo y este lunes, no hubo concentración de hinchas en cercanías a la morgue judicial, donde estaba montado el operativo encabezado por el Grupo Táctico Multipropósito de la Unidad Regional II. La camioneta en la que se trasladaban Bracamonte y Attardo Se presume que el cuerpo de Bracamonte quedará resguardado en el cementerio de la vecina localidad de Rosario a la espera de una decisión judicial. Mientras tanto, las fuerzas provinciales mantuvieron en secreto el lugar de destino para evitar que profanen el lugar. Como anunció este lunes por la mañana el fiscal regional interino de Rosario Matías Merlo, se creó un equipo de tres fiscales para investigar el doble crimen. Está conformado por Alejandro Ferlazzo, que estaba de turno el sábado en la unidad de Homicidios Dolosos, Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra. La selección de los fiscales no fue azarosa. Pairola tiene a su cargo la causa por el intento de asesinato que sufrió “Pillín” el 10 de agosto pasado en el Parque Alem, cuando dos sicarios en moto le dispararon a la salida del clásico ganado ante Newell’s en el Gigante de Arroyito. En ese hecho, él y su pareja habían resultado heridos, pero fuera de peligro. En tanto, Schiappa Pietra es el fiscal que investiga el crimen de Samuel Medina, alias “Gordo Samu” o “Gordo Quique”, yerno del líder de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero. Dicho ataque tuvo lugar el 1° de octubre pasado y se cree que también se circunscribe a una interna en la barra brava de Rosario Central. Investigan si hubo un corte de luz intencional para matar al líder de la barra de Rosario Central En tanto, tal como contó Infobae recientemente, el fiscal Ferlazzo pidió un informe a la Municipalidad para saber por qué no funcionaban las luminarias públicas en el lugar donde fue el ataque a tiros. Ferlazzo indicó que ha recibido imágenes de cámaras de videovigilancia de la zona donde ocurrió la emboscada, aunque se está evaluando su calidad debido a que el tramo del bulevar Avellaneda entre Reconquista y Del Valle Iberlucea se encontraba sin iluminación. En conferencia de prensa desde el Centro de Justicia Penal, el fiscal precisó que “no había luz” en 200 metros de Avellaneda, tanto en el momento previo al partido entre Rosario Central y San Lorenzo como en la salida de los hinchas del Gigante de Arroyito. Añadió que el día anterior había ocurrido algo similar, pero la electricidad se había restablecido en la madrugada del sábado. “Pedimos informes sobre el desperfecto, que pudo ser aprovechado por los autores para atacar en ese lugar. No descartamos ninguna hipótesis”, afirmó. Además, el fiscal informó que Rosario Central ya le comunicó que las cámaras internas y externas del estadio no funcionan desde el 31 de octubre, cuando el Canalla jugó de local ante Barracas Central. “No tienen registros fílmicos”, remarcó.
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