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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/11/2024 08:45
David Garza, presidente del Tec de Monterrey Es un viernes de noviembre en Monterrey, y a esta hora de la tarde el campus del Tec tiene ya pocos alumnos. El clima está pesado, las nubes bajas envuelven el Cerro de la Silla, y en la ciudad crece la expectativa por el recital de Paul McCartney que será esta noche en el estadio de los Rayados. Pero para David Garza, presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, ni el día ni el clima ni el concierto importan: es una jornada de trabajo y termina cuando termina. Llega a esta entrevista con Ticmas de buen humor, dispuesto a hablar sobre su función y la visión que impulsa para el Tec. Garza, que también preside la red global de universidades Universitas 21, habla con la autoridad y seguridad que le da la experiencia sobre los desafíos y las aspiraciones de la institución. Aborda temas clave y, como siempre que pasa con los referentes del Tec, habla del futuro: un futuro desafiante y a la vez optimista. Toca todos los temas: desde el crecimiento de la educación continua hasta la apuesta por la inteligencia artificial como herramienta de aprendizaje, pasando por la influencia del Tec en la ciudad, la búsqueda de internacionalización que incluye alianzas con el MIT, Harvard y UT Austin, entre otras instituciones. Además, comparte los planes de desarrollo del Distrito de Innovación en Monterrey con la construcción de un edificio de vanguardia que se inaugura el 2 de diciembre, El “Expedition”, tal es su nombre, está diseñado para albergar centros de investigación y fomentar la colaboración multidisciplinaria con startups, empresas y otras universidades. El Tec es un organismo vivo que muta, evoluciona, aprende de sus errores y se anima a pensar en un crecimiento continuo. Hablar con la persona que lo dirige es una manera de comprender hacia dónde se mueve y por qué. David Garza fue nombrado como director (chair) de Universitas 21 (Tec de Monterrey) —Monterrey es la ciudad mexicana que recibe mayor inversión extranjera. ¿Cuánto de esa inversión es debido al Tec? —Yo creo que en buena medida. Constantemente nos visitan potenciales inversionistas que analizan instalarse en la ciudad. Hay una serie de factores para instalarse: infraestructura, certidumbre, estado de derecho; pero, al final del día, el talento, para cualquier inversionista, es un elemento básico. El año pasado cumplimos 80 años e hicimos un evento en el centro de la ciudad. El gobernador dio un mensaje y comentó que, cuando viaja al extranjero y habla de Nuevo León, constantemente le dicen: “Ah, donde está el Tec de Monterrey”. Conocen más al Tec que al Estado de Nuevo León. —Hay 26 campus repartidos en todo el país. ¿Cómo se hace para no perder la identidad del “Tec es uno solo”? —Por un lado tiene que ver con el aspecto cultural y organizacional en el que hemos avanzado. Hemos pasado de una organización en la cual cada campus era independiente, a una en la cual tenemos responsabilidades matriciales. Entonces, el decano de Ingeniería es el decano nacional de Ingeniería: define ciertos estándares y asegura que ocurran en los diferentes campus. Antes no era así; es un paso que hemos dado. Lo mismo sucede desde el punto de vista de investigación: hay una masa crítica que se concentra en la ciudad de Monterrey, pero también tenemos actividad en Ciudad de México, en Guadalajara, en otros campus. Entonces creamos “grupos nacionales” donde se unen los investigadores, independientemente de su ubicación geográfica. Y, por otro lado, el Tec ha evolucionado y nos vemos como un grupo educativo en el que, adicionalmente a la institución Tec de Monterrey, están TecMilenio y TecSalud. El propósito que nos une se basa en la creencia de que, a través de la educación, se puede transformar la vida de las personas y las comunidades. —¿Cómo entran las preparatorias en el universo Tec? —Tanto el Tecnológico de Monterrey como el TecMilenio tienen sus sistemas de preparatorias: PrepaTec y PrepaTecMilenio. En el caso del Tec de Monterrey hablamos de cerca de 30.000 alumnos. Incluso tenemos más presencia a nivel geográfico en preparatorias que en campus universitarios. Son una fuente de atracción de talento muy importante para nosotros. El campus del Tec de Monterrey —Juan Pablo Murra asumió hace pocas semanas como rector del Tec de Monterrey. ¿Qué impronta le va a dar a la institución? —Estamos viendo cómo enfocarnos en ciertos aspectos que consideramos muy estratégicos, como la educación a lo largo de la vida y el futuro del aprendizaje… —Unos meses atrás entrevisté a Jorge Blando, vicerrector de Educación Continua, y en aquella oportunidad me dijo que esa área genera un alto porcentaje de los ingresos del Tec. —Lo más importante tiene que ver con la cantidad de personas a las cuales podemos llegar con lo que sabemos hacer, que es educación. Entre la preparatoria y el nivel universitario, hay 90.000 alumnos en el Tec. Pero hay 160.000 en programas de educación continua, educación ejecutiva, desarrollo de capacidades para el trabajo. Podríamos llegar a 500.000 en el contexto que estamos viendo de cómo se van a transformar las diversas profesiones, por los cambios que sabemos que se vienen, por la automatización, la inteligencia artificial. Por otro lado, y mencionando a la inteligencia artificial, estamos convencidos de que la manera en que se realiza la educación va a ser transformada por la IA. Por primera vez en la historia vamos a tener tutores inteligentes personalizados. Y nosotros, antes que esperar a ver qué sucede en otro lado y qué podemos aprender, queremos estar en esa punta de lanza. —Los 500.000 candidatos que podrían llegar a tener como alumnos: ¿esperan que vengan de cualquier lugar del mundo? —Sí. Ese es otro aspecto estratégico que tiene que ver con la internacionalización del Tecnológico de Monterrey. No solo pensamos en México en términos de posicionamiento e impacto. En el tema de aprendizaje a lo largo de la vida estamos viendo al mundo de habla hispana de Latinoamérica, de Estados Unidos y Europa. —¿Cómo piensan la internacionalización del Tec? —Hoy por hoy, cuando hablamos de internacionalización del Tec nos referimos a la movilidad de estudiantes —y también de profesores—. Eso está en niveles muy altos: uno de cada dos alumnos se gradúa con una experiencia internacional. Queremos que siga creciendo, pero la nueva visión de internacionalización no se limita a la movilidad estudiantil, sino que tiene que ver con la internacionalización de la institución debido a proyectos e iniciativas de largo aliento que realicemos en otras partes del mundo con socios dispuestos a eso. Un par de ejemplos: en la próxima semana vamos a firmar un acuerdo con el Ragon Institute —en el que participan Mass General, Harvard y el MIT, en temas de inmunología— para hacer actividades junto con ellos en Monterrey; otro caso es el acuerdo con UT Austin para actividades enfocadas a temas de salud, inteligencia artificial y la situación de los hispanos. Son iniciativas que van más allá de un convenio de colaboración. El DistritoTec es una iniciativa que pone en valor el espacio vecino al campus, con un impacto directo en la vida de los vecinos de Monterrey —El modelo Tec21 se lanzó en 2019, pero lo habían estado trabajando durante seis o siete años. Lo mismo pasó con el DistritoTec, que les tomó alrededor de diez años de desarrollo. Uno asume que ahora en el Tec están en el desarrollo de algo nuevo: ¿qué es? —Sin duda es algo que tiene que ver con la inteligencia artificial. Siempre nos ha encantado ver cómo mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos en diversos aspectos pedagógicos, cómo aprovechar la tecnología, cómo va a cambiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esa es una vertiente. La otra tiene que ver con temas de investigación aplicada, innovación e internacionalización. En unas semanas inauguramos el edificio Expedition, que va a ser la punta del iceberg, donde queremos tener nuestros centros de investigación. Hay otras universidades del mundo con grandes recursos que pueden dedicarse a la investigación básica; nosotros, por nuestro perfil y nuestra vocación, queremos hacer investigación aplicada en temáticas como manufactura sostenible, cambio climático, obesidad, educación. Es un buen comienzo tener un espacio multidisciplinario que se vincule con startups, con otras empresas y otras instituciones. Queremos que ese espacio se convierta en un distrito de innovación, como el Kendall Square de Boston. De hecho, esto se lo he comentado al ex rector del MIT, Rafael Reif, que es parte de nuestro consejo. —El Tec nunca escondió el vínculo que tiene en su origen con el MIT. —Nuestra institución nace inspirada por el MIT. Nuestro fundador estudia ahí y luego, junto con otros empresarios, crea una institución de alta calidad que contribuye al desarrollo del país. Lo interesante es que, 80 años después, por primera vez en nuestra historia, el ex rector del MIT es parte de nuestro Consejo Directivo. Por cierto, tenerlo aquí nos está ayudando mucho para la visión y el alcance, tanto en la investigación como en la internacionalización. —¿Qué posibilidades les da pertencer a Universitas 21? —U21, en la que pertenecemos desde 2006, nos abrió la puerta a la movilidad estudiantil cuando comenzamos a plantear que nuestros alumnos se beneficiarían de tener una experiencia global. Si bien ya existían temas de intercambio, eran en muy baja escala. En la década de los 2000 nos propusimos tener mayor mayores intercambios y Universitas 21 fue la oportunidad de entrar a una red de universidades de prestigio —muchas de ellas están en el top 200 y un buen número está dentro del top 100— y realizar acuerdos bilaterales. Pero ahora, yo diría, estamos en un momento diferente. —¿Por qué? —Porque, si bien el tema de la movilidad ha ido y va a seguir creciendo, el avance que hemos tenido en temas de investigación, innovación e incidencia, se vuelve un ecosistema muy interesante. Universitas 21 tiene que ver con cómo aprovechamos la internacionalización en cuestiones globales, en cuestiones de desarrollo institucional, de colaboración entre las universidades. Durante la pandemia, los rectores de U21 teníamos reuniones para platicar sobre lo que estábamos haciendo, lo que veíamos, qué cosas podíamos aprender unos de otros. Ahora, que ya no está la pandemia, estamos viendo otros retos actuales y futuros: la polarización, la geopolítica, las nuevas tecnologías, las contribuciones que nosotros, como universidad, le damos a la sociedad. Hay un evento anual en el que los rectores nos vemos personalmente y es una gran oportunidad para plantear los retos del futuro. La última reunión fue en Hong Kong y uno de los speakers fue un premio Nobel. También habló el rector Smith, de la Universidad Nacional de Australia, que nos platicó de los retos que va a traer la inteligencia artificial. Cada año el Tec organiza un seminario de educación conocido como IFE Conference, donde líderes de la institución y visitantes del extranjero indagan en el futuro de la educación (foto: cortesía Tec de Monterrey) —¿Los académicos que viajan al IFE Conference que el Tec hace en enero son de instituciones miembros de Universitas 21? —Muchos de nuestros invitados han venido de ahí. —¿Cómo fue la elección en la que lo eligieron como presidente de U21? —Sin duda fue un gran honor. En el comienzo del proceso se les pedía a todos los colegas que nominaran a alguien y hubo varios que me nominaron a mí. Me puse a pensar el por qué y creo que tiene que ver con lo que el Tec representa. Las personas que han venido y a quienes les hemos logrado transmitir dónde estamos y qué hacemos nos ven como muy innovadores. Después se dieron las votaciones y la elección final. Es una gran responsabilidad. Hay sólo dos universidades de Latinoamérica: la Católica de Chile y nosotros. Estamos muy entusiasmados y muy honrados de esta oportunidad. —En la identidad del Tec de Monterrey está la propuesta de ir siempre mucho más allá. La famosa mentalidad “10x”, aunque parecería que aquí el 10 se queda corto. ¿Qué características tiene que tener un nuevo proyecto o programa para que le presten atención y le den luz verde? —Por un lado, tiene que estar alineado con nuestro plan estratégico. Que tenga impacto en nuestros estudiantes y en la sociedad. Y yo diría que también tiene que ser ambicioso. Yo creo que es algo muy de la cultura Tec. Nuestro fundador decía: “Los grandes proyectos comienzan de la manera más sencilla”. Pero siempre tenía una visión de largo plazo.
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