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  • La desafiante tarea de conocerse en plena competencia

    » Elterritorio

    Fecha: 10/11/2024 18:00

    El equipo femenino de rugby utilizó a los Evita para consolidar el grupo y trabajar en la convivencia, algo que ayuda a la construcción de cualquier carrera profesional domingo 10 de noviembre de 2024 | 6:05hs. Las chicas reconfirmaron a Misiones como plaza fuerte en el rugby. Un equipo de jóvenes unidas por el sacrificio, la pasión y la superación, representó a Misiones en el rugby femenino sub-17 de los Juegos Evita. Conformado por jugadoras de tres clubes, el equipo mostró que la amistad y el trabajo en equipo pueden superar cualquier barrera geográfica. El equipo de rugby femenino de Misiones desafió la distancia y se unió en un viaje lleno de ilusión, esfuerzo y crecimiento personal en esta edición de los Juegos Evita. El grupo de 12 jóvenes representó a la provincia por segundo año consecutivo, esta vez en la categoría sub 17 y con la particularidad de no conocerse en la previa. Integradas por jugadoras de los clubes Aguará de Jardín América, Centro de Cazadores y Capri de Posadas, las chicas enfrentaron el desafío de competir y de convivir durante días en un entorno deportivo nacional. Acompañadas por un equipo técnico dedicado, las deportistas vivieron una experiencia única, desarrollando valores de compañerismo y unidad. En el plantel participaron Ángela Kraus, Milagros Ríos, Katherine Flores y Luz Ruiz Díaz del club Aguará de Jardín América. Desde el club Centro de Cazadores, se sumaron Ángeles Sánchez, Haidé Pereira, Bárbara Oviedo y Nicol Arrúa, mientras que por el club Capri estuvieron Candela Morinigo y Tamara Chávez. Natalia Rodríguez, entrenadora del equipo, describió la experiencia como un proceso positivo y desafiante, resaltando la evolución que mostró el equipo al superar sus propias inseguridades. “Es el segundo año que las chicas del rugby femenino vienen a competir en los Juegos Evita. Fue un proceso muy positivo, donde las chicas que vienen de distintos clubes, lograron unirse y convertirse en equipo”, expresó. “Con el día a día se fueron soltando y el apoyo de sus familias fue crucial. Muchas niñas por primera vez salieron de la provincia y hasta vieron el mar, una experiencia inolvidable para ellas”, agregó. Para el equipo técnico, el objetivo no era sólo mejorar en lo deportivo, sino también en el plano emocional y psicológico. “El trabajo integral es clave, porque también necesitamos que las chicas puedan seguir creciendo sin limitaciones. Queremos que se sientan preparadas de la misma manera que las jugadoras de provincias con más competencias y recursos”, explicó Rodríguez. Luz Ruiz Díaz, jugadora de Aguará, compartió su experiencia personal con El Territorio afirmando que fue la primera vez que salía de Misiones. “Al principio tenía mucha ansiedad y nervios, pero esta experiencia superó mis expectativas. También fue la primera vez que vi y entré al mar, algo que nunca voy a olvidar. Aunque el agua estaba fría, pude vencer mis miedos y disfrutar de ese momento”, dijo. Además del desafío de la competencia, Luz destacó la importancia de las amistades que surgieron a lo largo del torneo: “Me llevo amistades de otras provincias y fue único poder estar acá, representar a mi provincia y a Jardín América. Esto me motiva para seguir entrenando y buscar repetir la experiencia el próximo año”, afirmó. Para Natalia Rodríguez y su equipo, la participación en los Juegos Evita representa un paso importante en la promoción y el desarrollo del rugby femenino en Misiones. Sin embargo, la profe reconoció los desafíos que enfrenta este deporte es la falta de competencia. “Para progresar, necesitamos más equipos y mayor compromiso. Hoy en día, tenemos que viajar a otras provincias como Chaco y Corrientes para encontrar rivales, y eso implica esfuerzo y sacrificio”. “El balance es muy positivo, sabemos que tenemos material para trabajar y que el camino es largo, pero este tipo de experiencias deja huellas profundas. Las chicas demostraron un crecimiento en lo deportivo y en lo personal, construyendo amistades y valores que perdurarán”, destacó. El equipo misionero de rugby femenino demostró que el deporte va más allá de la competencia, también es un espacio de unión y aprendizaje. Durante los entrenamientos y las horas de convivencia, el staff organizó actividades que fortalecieron los lazos entre las chicas. En uno de los momentos más emotivos, el entrenador les mostró un video con mensajes de apoyo de sus familiares, reforzando la importancia de sus raíces y del respaldo de sus seres queridos. A medida que crece el interés por el rugby femenino en Misiones, las experiencias en eventos nacionales como los Juegos Evita seguirán siendo fundamentales para motivar a más niñas y jóvenes a unirse a este deporte. “Sabemos que el rugby femenino de Misiones va a seguir creciendo gracias a la constancia y al esfuerzo. Las chicas están disfrutando este momento y más allá de la competencia, esa es la verdadera esencia del deporte,” concluyó la entrenadora. El equipo misionero de rugby femenino en los Evita demostró cómo el deporte no sólo se trata de ganar, sino de crecer y formar lazos. Compartí esta nota:

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