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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/11/2024 18:39
Dana Desimone, la última víctima del derrumbe en Villa Gesell Después de nueve días de intensas labores de búsqueda, el equipo de rescate halló este jueves el cuerpo de Dana Desimone, la última persona reportada como desaparecida entre los escombros del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, colapsado en la madrugada del 29 de octubre. La joven, de 28 años, se encontraba en el edificio junto a su pareja, Nahuel José Stefanic (25), quien también perdió la vida en el derrumbe. Con su hallazgo, la tragedia suma un total de ocho víctimas fatales, entre las que se encuentra María Rosa Stefanic (52), la ex dueña del inmueble y tía de Nahuel. El derrumbe también cobró la vida de trabajadores que realizaban remodelaciones en el edificio: el carpintero Fabián Javier Gutiérrez (54) y los plomeros Mariano Troiano (47), Matías Chapsman (27) y Ezequiel Matu (38). Además, Federico César Ciocchini, de 84 años, falleció mientras dormía en su vivienda contigua al Dubrovnik, aunque su esposa, María Josefa Bonazza (79), sobrevivió. El equipo de rescate trabajando entre las ruinas del hotel derrumbado (EFE/ STR) Dana era oriunda de Juan Nepomuceno Fernández, un pueblo rural ubicado a unos 80 kilómetros de Necochea. En dicha localidad vivió gran parte de su infancia, hasta que su familia decidió mudarse. Con 10 años, se radicó así en el partido de Lomas de Zamora, donde asistió al colegio Nuestra Señora del Huerto en Temperley. Pese a la distancia, la joven siempre mantuvo el vínculo intacto con su ciudad natal, dado que solía viajar para visitar a su abuela y amigos, informó el medio La nueva comuna. Algunos de los intereses de la joven la llevaron a iniciar un emprendimiento. Durante la pandemia, aprovechó para dar inicio a una pastelería llamada “Lucky”, el cual promocionaba en redes sociales y tuvo continuidad en Villa Gesell. En la ciudad balnearia, no solo se encontraba con su pareja, sino que también trabajaba en el hotel Dubrovnik, tal cual consta en los registros previsionales. Horas antes de la tragedia, Dana había compartido en sus redes imágenes en la que se la veía disfrutando de la playa y tomando mates, una de las actividades que disfrutaba en la ciudad. Nahuel Stefanic, otra de las víctimas fatales del derrumbe, era pareja de Dana Desimone Desde el colapso, los equipos de emergencias trabajaron sin descanso, perforando losas y retirando escombros en un intento por localizar a Dana y al resto de las personas que habían quedado atrapadas bajo las ruinas de la torre de diez pisos. Los investigadores estaban convencidos de que a Dana la iban a encontrar cerca de donde hallaron el 2 de noviembre pasado el cuerpo de Nahuel. Pero no fue así. “Creemos que como fueron dos los ruidos previos al derrumbe, ella quiso escapar y quedó atrapada en el camino”, habían explicado las fuentes del caso a Infobae cuando todavía se desconocía su paradero. Finalmente, este jueves la hallaron sin vida. El motivo del derrumbe es investigado por la fiscal Verónica Zamboni. En la causa hay seis imputados, de los cuales dos siguen presos: el arquitecto y bombero de General Madariaga Jorge Bonavita (55) y el contratista Rubén Taquichiri (30), ambos imputados por estrago culposo agravado. De acuerdo con la acusación, Bonavita dirigía clandestinamente las obras de reforma del hotel sin permisos municipales. En tanto, Taquichiri fue aprehendido en la localidad de Ostende por la PFA y la Bonaerense luego de que la fiscal recibiera datos de una pericia que revelaron “varias anomalías con respecto a la construcción de un nuevo ascensor” en la parte que había quedado en pie del hotel. Desde el derrumbe, los trabajos del dispositivo de emergencia solo se interrumpieron durante seis horas por una tormenta eléctrica “Faltan las pericias, aunque habría indicios de que podría haber habido una debilidad estructural que se sumó a la maquinaria pesada en el lugar y a las obras. Todo esto en un contexto en que no había habilitación y que la persona que dirigía no figuraba en ningún papel”, detallaron las fuentes del caso. Además, cuatro capataces y albañiles están imputados por el mismo delito, aunque siguen vinculados al proceso en libertad. La mirada de la Justicia también está puesta sobre Antonio Arcos, el dueño del hotel. En las últimas horas, el abogado defensor del propietario, Maximiliano Orsini, aseguró que las obras que se llevaban adelante en el edificio antes de la tragedia contaban con la autorización del Municipio y que “no eran clandestinas”. De esta manera, contradijo el comunicado emitido por las autoridades municipales, en el que aseguraron que la estructura se habría modificado de manera ilegal e irregular.
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