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» El litoral Corrientes
Fecha: 07/11/2024 01:44
Pablo Daniel Calatayud (42) quería dejar su empleo de ayudante mecánico en una empresa de transporte de Mataderos. En un puesto de comida conoció a un trabajador del mismo rubro, a quien le pidió empleo porque no quería estar más en ese lugar. Así que fue terminó en una empresa de volquetes de Bernal Oeste, en Quilmes. Lo que nunca imaginó Eliseo Molina (39) es que esta persona iba a terminar cometiendo un crimen brutal en el galpón. La víctima fue Javier Gastón Altamirano (47), quien padecía de enanismo. También era mecánico de camiones y vivía en una pieza, junto con su perro Jack. El jueves 24 de octubre, pasadas las 7, lo encontró agonizando un vecino que salía a caminar y, al regreso, pasaba a tomar unos mates con él. El galpón estaba cerrado. Era raro porque "Chimi" solía madrugar para ponerse a trabajar. "¡Auxilio, estoy apuñalado!", gritó la víctima como pudo desde el cuarto. Su asesino había cerrado la puerta con llave. El hombre entró y lo encontró agonizando en la cama. Estaba bañado en sangre. Cuando llegó Molina, encargado de la empresa de volquetes M-L, le dijo: "Este hijo de puta de Pablo me agarró dormido y me apuñaló. Me llevó la plata y mirá lo que me hizo". Antes de escapar en colectivo, Calatayud se robó unos 300.000 pesos de "Chimi", producto de su pensión por discapacidad, y su teléfono celular. Altamirano fue trasladado con casi 30 heridas de arma blanca al Hospital Iriarte, Quilmes, donde murió a las 7 del viernes 25. El acusado fue detenido este martes en La Matanza por la DDI local, a cargo del comisario mayor Flavio Marino, tras el requerimiento de la fiscal Ximena Santoro, de la UFI N° 7 de Quilmes. Según le contó a la Policía, en una declaración que no tiene validez legal ya que debe refrendarlo en la Justicia, dijo que había estado consumiendo drogas con la víctima y que luego cometió el crimen. "Creí que era El Pomberito y lo apuñalé", sostuvo, en alusión a la figura mítica de la cultura guaraní. Al sospechoso lo encontraron en la villa de emergencia La Candela, en el barrio Los Pinos, de Villa Luzuriaga. Creen que el ataque ocurrió pasadas las cuatro de la madrugada del 24. Fue a traición, mientras la víctima dormía en su cama, en el mismo lugar donde vivía desde hacía casi tres años. Calatayud se quedó también esa noche, en un colchón tirado en el piso. Prepararon unos fideos con tuco y cenaron juntos. Este hombre llevaba tres semanas en su nuevo empleo en el galpón de Camino General Belgrano, entre Montevideo y Misiones. "Chimi trabajaba conmigo, en el mantenimiento de camiones, hace casi tres años. Lo conocí en Avellaneda", contó Molina. Además, destacó que no hubo ningún problema previo con el agresor ni tampoco indicios de violencia. "Era una relación normal", describió. Tampoco hacía bromas sobre la talla baja de la víctima, una forma usual de discriminación que no estaba permitida.
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