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» Diariopinion
Fecha: 06/11/2024 16:41
Donald Trump ganó con contundencia las elecciones en Estados Unidos y volverá a gobernar luego de cuatro años de gobierno Demócrata. El líder republicano arrasó en bastiones como Florida y Texas y sacó ventaja en los siete estados indecisos que estaban en pugna para definir la elección y superar los 270 delegados necesarios en el Colegio Electoral -este miércoles ya llegaba a 277-, dejando muy atrás a Kamala Harris que se estacionó en los 224. El triunfo de Trump fue tan contundente que Kamala Harris quedó aturdida y hasta este miércoles a la mañana seguía sin reconocer la derrota. En la madrugada cuando el partido ya estaba liquidado, el comando de campaña demócrata mandó a decir que su candidata no hablaría. La idea de un resultado ajustado que se discutiría por semanas se desvaneció en el aire. Los demócratas perdieron el control del Senado y estaban cerca de perder también la Cámara de Representantes. Si esto se da, Trump habrá ganado con el llamado "carro completo". En el caso de Florida, un estado de mayoría latina que se inclinó masivamente por el republicano a pesar de sus amenazas con deportar a 11 millones de migrantes ilegales. Es que el republicano logró sintonizar con la demanda de trabajo, orden y ascenso social de los inmigrantes legalizados. Trump enfrentaba una situación delirante: la presidencia o la cárcel. Todo indica que ahora se encargará rápidamente de solucionar sus problemas judiciales, que no son pocos. La comparación entre la situación económica personal bajo su presidencia y la de Biden fue determinante. El demócrata puede mostrar buenos números macros, pero en su mandato la inflación pegó fuerte a las clases trabajadoras, que por otro lado hace rato que ven inalcanzable el famoso sueño americano de la vivienda propia. Trump enfrentaba una situación delirante: la presidencia o la cárcel. Todo indica que ahora se encargará rápidamente de solucionar sus problemas judiciales, que no son pocos. Florida se ha convertido en un bastión republicano pero la ventaja fue más grande que lo esperado en la mayoría de los condados gracias al voto de la población cubana y venezolana. Esta creciente hegemonía entre latinos le permitió incluso ganar el condado de Miami Dade, histórico bastión Demócrata. Los números también le alcanzarían a los republicanos para tener la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes que, de confirmarse le daría el dominio absoluto a Trump. Como sea, el republicano hizo una elección mejor de lo que vaticinaban las últimas encuestas y confirma que el eje de la elección pasó por la economía y la inmigración ilegal. La expectativa estaba puesta en los siete estados indecisos denominado "Swing State" que son los que definirán la elección. A propósito de eso, las proyecciones dan a Trump ganando Georgia, Pensilvania, Wisconsin y Carolina del Norte y lo tienen liderando en Arizona y Michigan. Con un torno sereno, Trump aseguró en su discurso de victoria, que cumplirá con su promesas de lanzar una deportación masiva de migrantes, algo que los especialistas consideran impracticable. Con este cuadro, en el final de la jornada electoral en los demócratas ya se extendía pesimismo y ponían sus fichas en tres capitales: Detroit, Philadelfia y Milwaukee. Pero el pesimismo se agrandó cuando se supo que Kamala Harris no iba a hablar, lo que hizo recordar la elección de 2016 cuando Hilary Clinton hizo lo mismo y recién reconoció la derrota al día siguiente. Ahora la derrota es más inapelable: Kamala perdió además del Colegio Electoral, el voto popular. Pasada la madrugada, Trump no esperó y celebró el triunfo en el Centro de Convenciones de Palm Beach: "Estados Unidos nos ha dado un poderoso mandato, sin precedentes", afirmó. Con un torno sereno, Trump aseguró que cumplirá con su promesas de lanzar una deportación masiva de migrantes, algo que los especialistas consideran impracticable. Es la primera vez en el siglo que un presidente se presenta la elección y gana después de haber perdido una elección. El líder republicano también ganó por el voto popular, algo que no había logrado en 2016. La diferencia en votos totales para Trump fue de más de 5 millones de votos, una pérdida de 15 millones de votos para los Demócratas en relación a 2020. Los republicanos también tuvieron cerca de 3 millones menos comparado con la elección anterior, lo que marca un incremento del abstencionismo. De esta forma, los Demócratas sufren una fuga de 30 millones de votos en relación en 2020 y pierde en ese terreno después de 20 años. Uno de los interrogantes que se abre es que pasará si se confirma el dominio total republicano sin contrapesos institucionales que le dan a Trump la posibilidad de consolidar el giro conservador. Otro punto será la agenda internacional. Trump dice que terminará con las guerra y abre dudas sobre la continuidad del apoyo a Ucrania en la guerra y un posible acuerdo con Putin. Del mismo modo, el líder norteamericano quiere poner fin al conflicto en Medio Oriente en el cual Estados Unidos es sostén financiero, militar y de inteligencia. Esta mañana el presidente electo recibió la felicitaciones de líderes mundiales como Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Mark Rutte, el secretario general de la OTAN y su aliado de Hungría Viktor Orban. Europa está en vilo con este retorno por las posiciones antiguerra de Trump y el apoyo a los sectores antiglobalistas de la Unión Europea. En el caso de América Latina, Trump recibió los saludos de Nayib Bukele, Javier Milei y Jair Bolsonaro, que se subió al trumpismo de cara a las elecciones de 2026 en Brasil. Este regreso está recargado por los obstáculos que tuvo que sortear Trump desde su traumática salida del gobierno en 2020 y las decenas de causas que aún siguen abiertas en su contra, entre ellas, por destruir documentos secretos e impulsar la toma del Capitolio.
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