06/11/2024 11:39
06/11/2024 11:38
06/11/2024 11:38
06/11/2024 11:38
06/11/2024 11:38
06/11/2024 11:37
06/11/2024 11:37
06/11/2024 11:37
06/11/2024 11:37
06/11/2024 11:37
Parana » Asdigitalnews
Fecha: 06/11/2024 09:02
De la higiene al afecto El estudio se centra en la acción en sí, pero también explora el contexto social y emocional en el que se produce. Durante dos años, el equipo de Lameira registró más de 300 horas de video, observando interacciones entre simios en su hábitat natural y en centros de conservación. Utilizando un sistema de observación etológica, los investigadores codificaron cada gesto, e identificaron que este acto se presentaba al finalizar los rituales de acicalamiento. Lo intrigante es que, a pesar de la menor necesidad de limpieza en entornos controlados, la costumbre persiste, lo que sugiere que no se trata únicamente de higiene, sino de un componente emocional intrínseco al comportamiento social de estos primates. Los hallazgos revelan que el gesto no es solo un acto mecánico; está cargado de significado emocional. Al igual que en los humanos, los simios utilizan esta manifestación para fortalecer los lazos sociales, aliviar tensiones y reforzar la cohesión dentro del grupo. Durante las observaciones, el contacto fue acompañado de posturas corporales relajadas y vocalizaciones tranquilizadoras, lo que indica satisfacción y apego. Estos patrones emocionales sugieren que este comportamiento, lejos de ser un simple aprendizaje, es una herencia ancestral que perdura a lo largo de la evolución. Con el paso del tiempo, a medida que los humanos evolucionaron y comenzaron a perder su pelaje, el significado de esta acción se transformó. El acicalamiento de los simios, que originalmente servía para eliminar parásitos, se convirtió en una herramienta de conexión emocional, transformándose en un lenguaje que expresa amor y apego. Hoy, los investigadores constataron que más del 90 por ciento de las culturas del mundo utilizan este gesto como símbolo de cariño, paz o compromiso. Esto refuerza la idea de que besarse no es una mera moda social; es un legado profundamente arraigado en la biología. Con todo, la conclusión es clara: el beso puede ser una expresión de amor, una memoria evolutiva y una huella imborrable de los ancestros simios. Algo que recuerda que, en un mundo lleno de cambios, hay aspectos de la esencia que permanecen inalterables. Como bien señalan los científicos es un comportamiento que está en el ADN, a la espera de ser redescubierto y celebrado en cada encuentro humano.
Ver noticia original