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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/11/2024 05:16
Tras mudarse a una casa misteriosa, una madre que atraviesa una situación difícil debe enfrentar sus demonios personales para salvar el alma de sus hijos. Andra Day, Glenn Close, Aunjanue Ellis-Taylor y Mo’Nique protagonizan esta nueva película de Lee Daniels inspirada en una historia real sobre una posesión. (Crédito: Netflix) Latoya Ammons, su madre y sus tres hijos se mudaron a una nueva casa de alquiler en Gary, Indiana en el 2011. La familia soñaba con encontrar en esa ciudad. cuna de Michael Jackson, un espacio para que los niños crezcan en paz y puedan ir tranquilos al colegio. Entonces, llegaron hasta su nuevo hogar y abrieron las puertas. El picaporte hizo un ruido como en esas películas de terror y uno de los hijos de la mujer bromeó con fantasmas. Enseguida sus hermanos lo callaron. Latoya Ammons, su madre Rosa Campbell y sus tres hijos (de siete, nueve y 12 años) se mudaron a una casa de alquiler en el 3860 de Carolina Street. Enseguida las cosas empezaron a ponerse raras. Se terminaba el verano del 2011 y los chicos se estaban acomodando a sus nuevos amigos. Mientras tanto, aprovechaban el tiempo para andar en bicicleta y visitar la casa en la que había nacido Michael Jackson. “Si su espíritu está en ese hogar”, explicaba uno de los niños, el mismo que había bromeado con fantasmas el primer día. Sin embargo, todas las bromas de los primeros días se hicieron realidad. La familia empezó a experimentar una serie de incidentes extraños y perturbadores. Había ruido en el techo y los pisos de madera crujían más de la cuenta. Latoya hablaba con su madre, Rosa Campbell, y trataban de entender lo que pasaba. “Deben ser ratas que andan por la noche”, se trataban de tranquilizar. Pero, el temor de la familia crecía. La casa con vida propia Otro de lo que asustaba a los chicos era una extraña abundancia de moscas negras en la cocina y el baño. Al mismo tiempo, la familia empezó a oír pasos, a encontrar huellas húmedas y a ver la sombra de lo que parecía un hombre durante la noche. Lo veía uno de los chicos y la madre lo negaba. Pero después fue la abuela a quien le pareció ver esa sombra entre las cortinas del living comedor. Durante los siguientes siete meses, los niños Ammons también levitaron sobre sus camas, caminaron por el techo y hablaron con voces extrañas y profundas. Todo eso fue denunciado por la mamá de los menores. La poliçía no le creyó. Latoya Ammons y su madre Rosa Campbell Los supuestos fenómenos, que algunos consideran posesiones demoníacas, se volvieron tan graves que Latoya Ammons se sometió a un exorcismo, perdió la custodia de sus hijos y se mudó de la casa. Todo esa caída en picada sucedió en menos de un año desde el primer día en que habían abierto la puerta de su nueva casa y uno de los chicos había bromeado sobre el ruido del picaporte. Y aunque algunos dudan de su historia, tanto los funcionarios religiosos como los del gobierno reconocen que había algo extraño en la “Casa del Demonio” de Gary, Indiana. Muchas noches, tanto Latoya como Rosa oyeron movimientos en el sótano, como si alguien estuviera subiendo las escaleras y entraba en forma sigilosa a la cocina. Pero no había nadie allí. E incluso una vez que cerraron la puerta que conectaba el sótano con la cocina, siguieron oyendo los pasos fantasmales. Todas las mañanas se despertaban, se miraban y solían preguntarse si habían escuchado los ruidos. Cada día que pasaba aumentaba el terror de la familia. Resistir en la casa A pesar de estos incidentes, Latoya Ammons y su familia hicieron un gran esfuerzo para adaptarse a la vida en su nuevo hogar. Pero luego las cosas se volvieron aún más aterradoras. A pesar de estos incidentes, Latoya Ammons y su familia hicieron un gran esfuerzo para adaptarse a la vida en su nuevo hogar Cuatro meses después de que la familia se mudara a la casa, vivieron un acontecimiento que lo cambió todo. El 10 de marzo de 2012, se habían reunido para despedir a un familiar. En ese momento, todos vieron al hijo de 12 años de Ammons levitar sobre su cama. “Pensé: ‘¿Qué está pasando?’” - le dijo Campbell días después al Indianapolis Star -. ¿Por qué está pasando esto?” El grupo, aterrorizado, rezó hasta que la niña finalmente descendió. Los familiares de Latoya que estaban de visita huyeron de la casa y Campbell y Ammons decidieron buscar ayuda. Pero nadie se acercaba. Aunque la mayoría de las iglesias locales no los tomaron en serio, un templo sugirió que podrían tener espíritus en la casa y recomendó que limpiaran la propiedad con detergente y amoníaco. También recomendaron dibujar cruces de aceite en todas las puertas y ventanas. Dos clarividentes también le dijeron a la familia que la casa alquilada tenía espíritus (200 para ser exactos) y sugirieron que se mudaran. Niños poseídos Los niños empezaron a hablar en voz baja, susurrando frases como “es hora de morir” y “te mataré”. Cuando hablaban, sus ojos se salían de sus órbitas y sus bocas se curvaban en sonrisas antinaturales. Al mismo tiempo, Latoya Ammons empezó a sentirse mareada y acalorada, como si no tuviera el control de su cuerpo.“Se nota que es diferente, algo sobrenatural”, contó la mujer al Indianapolis Star cuando estos incidentes llegaron a tener la atención de la prensa. Ammons afirma que su hijo menor hablaba con otro niño que nadie más podía ver y que fuerzas sobrenaturales lo arrojaban al otro lado de la habitación. Otro de los niños también comenzó a escuchar voces que le decían que la muerte estaba cerca y que nunca volvería a ver a su familia. El efecto sobre los niños hizo que perdieran una cantidad considerable de días de clase. Pronto, los médicos y la policía empezaron a intervenir, pero no estaban preparados para lo que encontrarían. Un cura intentó exorcizar los demonios de la casa El 19 de abril de 2012, Latoya Ammons llevó a sus hijos al médico para que los examinara. El doctor tomó nota del comportamiento “delirante” de los niños, que hablaban en voz baja y hacían declaraciones inquietantes. “Veinte años después, nunca había oído algo así en mi vida -dijo el pediatra-. Yo mismo me asusté cuando entré en la habitación”. Mientras estaban con el médico, los niños seguían mostrando signos de posesión demoníaca. Según un informe publicado por el Departamento de Seguridad Infantil (DCS), el personal médico fue testigo de cómo el hijo menor de Latoya volaba por los aires y luego se estrellaba contra una pared sin que nadie lo tocara. Además, se dice que el niño también trepó por una pared y dio una vuelta sobre su abuela. Una enfermera y un trabajador social del DCS presenciaron estos hechos y estaban tan aterrorizados. Sin embargo, otros tenían dudas sobre lo que estaba sucediendo. DCS, al determinar que los niños corrían algún peligro, actuó rápidamente para separar a Latoya de sus hijos. Ammons estaba desconsolada. “Ya habíamos pasado por muchas cosas y luchado mucho por nuestras vidas - explica Ammons en una nota en la prensa-. Era obvio que éramos un equipo y que lo íbamos a superar, sin importar lo que estuviéramos luchando. Lo superamos juntos como equipo, y nos separaron”. Después de la separación de Latoya Ammons y sus hijos, el DCS invitó al Departamento de Policía de Hammond a la “Casa del Demonio” para que hicieran un recorrido por la casa. Mientras estaban dentro con Campbell, los agentes de policía notaron una serie de incidentes extraños. Según el informe oficial, los agentes experimentaron fallas en la radio, captaron la presencia de una aparición blanca y humeante y parecieron grabar una voz fantasmal que decía hola. Durante una visita posterior, también notaron una extraña sustancia aceitosa que goteaba de las persianas. La historia de Latoya y su familia llegó hasta Netflix La intervención de la iglesia Al mismo tiempo, el sacerdote local Michael Maginot se enteró del caso y decidió investigar. Después de escribir una solicitud a un obispo para que le realizara un exorcismo a Latoya Ammons, Maginot realizó un pequeño exorcismo en presencia de dos agentes de policía y un administrador de casos del DCS. “Sentíamos como si alguien estuviera en la habitación contigo, alguien que te respiraba en la nuca”, dijo otro de los oficiales que visitó la casa. El reverendo Maginot le realizó un total de tres exorcismos a Latoya Ammons. Después del último, en el que el sacerdote quemó un papel con el nombre del demonio, Ammons comenzó a sentirse normal nuevamente. Ella y Campbell se mudaron de nuevo a Indianápolis y Ammons recuperó la custodia de sus tres hijos en noviembre de 2012. Estaban felices de dejar atrás los recuerdos de la “Casa del Demonio”. Más tarde, la compró el investigador paranormal Zak Bagans, quien la demolió en 2016, pero conservó partes de su sótano para su Museo de Las Vegas. Este año, la historia de los Ammons llegó a Netflix. La Liberación fue dirigida por Lee Daniels y está en los primeros puestos de la plataforma. allí se narra los episodios de Latoya, su madre y sus hijos en la “Casa del Demonio”. Para Latoya Ammons y su familia, no existe ningún deseo de volver a visitar la “Casa del Demonio” ni el terreno donde alguna vez estuvo. “Cuando escuchen algo así, no supongan que no es real porque lo viví. Sé que es real”, advierte a cada persona que vuelve sobre ese tema.
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