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» La Capital
Fecha: 05/11/2024 18:33
A 51 años del crimen del dirigente peronista y vicepresidente del Banco Municipal de Rosario, Constantino Razzetti, asesinado por sicarios de la Triple A en la madrugada del sábado 14 de octubre de 1973 frente a su casa de San Lorenzo 2674 de nuestra ciudad , el homicidio de lesa humanidad sigue impune. Su hijo Carlos -el principal querellante y autor de la investigación- fue revictimizado por la resolución de la Cámara Federal de Rosario, que rechazó un recurso de casación para investigar el asesinato y condenar a los responsables materiales e intelectuales, revelaron este lunes fuentes allegadas a la causa a La Capital . En este sentido, Juan Patricio Murray, secretario letrado de la Procuración General de la Nación y auxiliar fiscal de la unidad de asistencia para las causas por violaciones a los derechos humanos cometidos durante la última dictadura, interpuso un recurso de queja por denegatoria del recurso de casación contra la resolución del 17 de octubre último de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, que rechazó el recurso de casación deducido por esa Fiscalía. “Interpongo el presente recurso de queja, directamente ante esa Cámara Federal de Casación Penal, por ser ese el Tribunal que debería haber conocido el recurso de casación interpuesto por esta Fiscalía contra el Acuerdo del 12 de septiembre de 2024 de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, y que lo rechazó mediante resolución del 17 de octubre de 2024 -el que aquí impugno- con el fin de que se declare mal denegado aquel recurso casatorio”, sostuvo en su presentación el secretario Murray. El bioquímico Constantino Razzetti, de 58 años, era uno de los principales dirigentes del peronismo santafesino que había participado en la Resistencia Peronista y visitado al derrocado presidente Juan Domingo Perón durante su exilio en Puerta de Hierro, en España. Aparecía como el virtual candidato a suceder al intendente de Rosario, el profesor Rodolfo Ruggeri, un hombre vinculado al Sindicato de la Carne, entonces conducido políticamente por el dirigente Luis Rubeo. Razzetti fue invitado a la Cena de la Victoria, un asado para unas 150 personas servido en el Club Sarratea, del barrio Alberdi, para celebrar el triunfo de Juan Domingo Perón en su tercer mandato, luego de haber sido derrocado por un golpe cívico militar el 16 de septiembre de 1955 y de haber sufrido 18 años de exilio y proscripción. Razzetti, quie ocupó la cabecera de la mesa principal junto a su esposa, la odontóloga Nélida Gitrón y su hijo mayor, fue el orador central en un discurso encendido, en el que destacó “el valor de los jóvenes en la Resistencia Peronista, que logró la vuelta de general Perón”. Allí mismo fustigó a “los traidores de la burocracia sindical”, en una referencia unívoca a Rubeo y otros cuadros del Sindicato de la Carne, quienes lo miraban desde una mesa del fondo con cara de poco amigos. "Uno de los dirigentes del Sindicato de la Carne les hizo a sus pares el signo de bajarle la caña a Razzetti, al golpear el canto de la mano derecha contra la palma de la izquierda", según confió un testigo que participó de la cena. >> Leer más: Carlos Razzetti: el hombre que investigó el crimen de su padre “Acá hay gente que no me gusta. Yo no sé para qué me invitan”, confió Razzetti a su familia, de vuelta a la mesa. De regreso a su casa en su Valiant 4 verde claro, Razzetti y su familia se demoraron por el pedido de una pareja del Sindicato de la Carne de alcanzarlos hasta su casa en el centro y cuando llegaron a su domicilio de San Lorenzo 2674 fueron emboscados. Las escasas luces de la calle San Lorenzo al 2600 estaban apagadas. La esposa y el hijo de Razzetti bajaron y entraron a la casa, pero cuando Constantino puso un pie en la vereda fue atacado a tiros por un grupo de al menos tres sicarios que lo esperaban escondidos detrás de los plátanos. Razzetti cayó herido de muerte junto al auto, ante la desesperación de su esposa, quien salió de la casa corriendo y gritando. Alcanzó a tirarse encima de su esposo, a pesar de los disparos que también le hicieron a ella y que, afortunadamente, pegaron en un árbol de la vereda. La patota del Sindicato de la Carne acababa de cometer uno de los primeros crímenes de la Triple A en Rosario. razzetti 2.jpg Por el crimen están acusados como autores materiales los integrantes del Sindicato de la Carne Rubén “Sapo” Aguilera, José “Piquito de Oro” Echeverría y Carlos Garcilazo, mientras el extinto dirigente peronista Luis Rubeo padre aparece sindicado como autor intelectual. En tanto, el secretario Murray abundó en su recurso de queja que “la Alzada omitió valorar circunstancias fácticas y jurídicas esenciales y conducentes para la solución del caso, que determinaban que correspondía hacer lugar al recurso de apelación y, en consecuencia, revocar la denegatoria a llamar a indagatoria a Aguilera, Echeverría y Garcilazo, dictada por el juez federal Nº 4 de Rosario; y en orden al derecho a la verdad, la negativa a expedirse sobre la responsabilidad que le cupo en el evento bajo análisis a Luis Rubeo. La resolución carece de base adecuada para sustentarla y debe ser dejada sin efecto”. Asimismo, Murray enfatiza en su presentación que “lo decidido, en lo sustancial, imposibilita de manera real y concreta la continuación de las actuaciones; además porque ocasiona a este Ministerio Fiscal un gravamen actual de imposible o insuficiente reparación ulterior y, por último, configura un supuesto de gravedad institucional. Es que, en definitiva se impide el avance siendo este recurso de queja el segundo interpuesto por esta parte sobre el mismo objeto: el llamado a prestar declaración indagatoria a los nombrados, pero ahora aún habiendo aportado nuevas pruebas inobservadas por la Cámara de Apelaciones. Y continúa: "Por lo que resulta necesario y acorde a las reglas de los recursos, que el Tribunal Superior revise el fallo recurrido conforme la doctrina elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la luz de las constancias obrantes en la causa. El perjuicio concreto obra en primera medida por parte del Juzgado al denegar las indagatorias, ratificado ello por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, constituyendo una clara arbitrariedad. Por ello se hace necesario que ese Tribunal Superior declare admisible la queja, a fin de revisar la prueba y confirme la hipótesis de este Ministerio Público Fiscal en tanto existen sobrados elementos “de sospecha bastante” para indagar a Aguilera, Echeverría y Garcilazo”. razzetti 4.jpg Murray pide la aceptación del recurso de queja con el argumento que su negación provoca un daño irreparable, que fundamenta en estos términos: “Lo decidido -no hacer lugar al recurso de apelación de esta parte y confirmar el decreto del 13 de junio de 2024 que no hizo lugar al pedido de citación de declaración indagatoria de Aguilera, Echeverría y Garcilazo; y la negativa a expedirse en orden al derecho a la verdad, sobre la responsabilidad que le cupo en el evento bajo análisis a Luis Rubeo- impide el ejercicio de la acción penal incoada en la presente causa, limitando ilegítima y arbitrariamente su ejercicio, motivo por el cual la resolución resulta equiparable a sentencia definitiva en cuanto ocasiona un gravamen irreparable al Ministerio Público Fiscal”. El secretario Murray subraya sobre el rechazo del recurso de casación que garantiza la impunidad: “Por ello, no puede constitucionalmente admitirse que no pueda ser revisada dicha decisión por la Cámara Federal de Casación Penal y, en su caso, por la Corte Suprema de Justicia de la Nación; siendo que, en función de las pruebas hasta ahora reunidas, existe sospecha suficiente acerca de que Aguilera, Echeverría y Garcilazo son responsables por el homicidio de Constantino Razzetti; es decir, nos encontramos en presencia de un cuadro probatorio suficiente para formular una imputación contra los nombrados y los elementos acercados a la judicatura fueron valorados en forma arbitraria”. Murray advierte la alta probabilidad de repetir la impunidad por razones biológicas al sostener que “reiteramos el criterio de este Ministerio Público Fiscal de que nos encontramos con un hecho ocurrido hace más de 50 años. Ello me permite sostener que, la negativa de los órganos jurisdiccionales, a pronunciarse de modo desfavorable en cuanto a la petición de este Ministerio Fiscal, produce un agravio de imposible reparación dada la alta probabilidad que los delitos materia de proceso queden impunes por motivos biológicos, como ya sucedió respecto del imputado Luis Rubeo”. Un testimonio clave Por su parte, Roberto Raúl Razzetti, el hijo mayor que estaba la madrugada del crimen de su padre, testimonió recientemente en la causa que su madre, la odontóloga Nélida Gitrón, escribió de puño y letra los nombres de los asesinos de su esposo, a quienes conocía por su trabajo en la Obra Social del Sindicato de la Carne, apenas unos días después del crimen, y desmintió que los mismos hayan sido copiados de un volante arrojado por el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) al mes siguiente. En este sentido, Murray sostiene en su presentación: “En concreto se obtuvieron nuevos indicios que corroboran la teoría del caso de la Fiscalía, y que no fueron valorados por la Cámara Federal de Apelaciones, los que nombró sucintamente ya que los mismos se encuentran enteramente desarrollados en el recurso de casación que se adjunta al presente recurso de queja, concretamente me refiero a: (1) ampliación de la declaración testimonial de Roberto Raúl Razzetti el 21 de mayo de 2024, en la que refirió respecto el anónimo presentado por su madre, Nélida Gitrón de Razzetti dentro de la causa 911/73 que tramitara ante la Justicia Provincial, que dicho anónimo fue escrito de puño y letra por su madre- circunstancia acreditada por pericia caligráfica- que no lo copió de ningún lado, y que lo hizo en la cocina de su casa en calle San Lorenzo delante de él, a los días del asesinato de su padre. Afirmó que su madre trabajaba en el Sindicato de la Carne, motivo por el cual ella misma conocía a los autores del homicidio de su padre. También negó que su madre militara en el PRT-ERP o que tuviera contactos con dirigentes o militantes de dicha organización político/militar. No cabe duda que el comunicado del ERP fue realizado en noviembre, ya que ello surge del mismo, sin embargo poner una fecha cierta es un tanto arriesgado por parte de la Cámara en su resolutorio. Lo que conlleva a desechar el argumento de que Nélida Gitrón aportó el anónimo en fecha 29 de noviembre de 1973, cuando surge claramente de la testimonial de Roberto Raúl Razzetti que ella lo escribió y aportó a la causa a los días del asesinato de su padre. Tampoco Gitrón copió los nombres de los comunicados que alega, ya que en el manuscrito los nombres no figuran en el orden en el que aparecen en el comunicado, ni aparecen escritos de la misma manera, no siendo los nombres y referencias de la nota exactamente los mismos que se mencionan en el citado comunicado como alega la cámara. Ello sumado a la declaración del doctor Francisco José Iturraspe, quien el 1 de noviembre de 2023 declaró que su tío, el doctor Raúl Iturraspe (quien fuera el juez de instrucción a quien le tocó de manera temprana investigar em el hecho) se encontraba atemorizado por distintas presiones que venía recibiendo, recomendándole a algunos abogados -al igual que a él- que dejaran aquellas causas en defensa de presos políticos porque podrían sufrir represalias de la Triple A. Incluso, cuenta en su testimonio que su tío le entregó a él un arma de fuego en pleno tribunales para que pudiera defenderse. En el estado de ánimo de quien debía investigar el suceso bajo análisis, podrán encontrarse varias respuestas a la impunidad que reina hasta la fecha respecto del crimen del doctor Constantino Razzetti”. razzetti 3.jpg El secretario Murray reitera la arbitrariedad del rechazo al recurso de casación y pide la citación a declaración indagatoria de los imputados: “Debe admitirse que lo decidido sea revisado por la Cámara Federal de Casación Penal y, en su caso, anule y revoque lo resuelto por la Cámara de Apelaciones de Rosario, siendo que, en lo que respecta al fondo del asunto que fue extensamente desarrollado por esta parte en la pieza recursiva casatoria, que se adjunta al presente, de las pruebas reunidas hasta ahora, existen «objetivamente» motivos suficientes para disponer el llamado a prestar declaración indagatoria a Aguilera, Echeverría y Garcilazo, por su participación en los hechos investigados en autos, y en orden al derecho a la verdad, la negativa a expedirse sobre la responsabilidad que le cupo en el evento bajo análisis a Luis Rubeo”. Finalmente, Carlos Razzetti, el hijo menor de Constantino y principal impulsor de la causa, declaró ayer a este diario: “El crimen de mi papá está totalmente dilucidado y probado, tanto en sus autores materiales (Eduardo) Aguilera, (José) Echeverría y (Carlos) Garcilazo, como en la autoría intelectual de (Luis) Rubeo (padre), así que no sé por qué el juez y la Cámara me niegan la justicia después de 51 años y ni siquiera reparan el daño desde el punto de vista civil. Parece que no quieren aceptar que investigué el crimen y demostré quiénes son los autores materiales e intelectuales del asesinato de mi padre, y que a 51 años me revictimizan”.
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