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» Diario Cordoba
Fecha: 01/11/2024 13:44
Un estudio reciente revela que el «envejecimiento social», esa tendencia natural a reducir los vínculos sociales con la edad, podría proteger a los monos de contraer enfermedades infecciosas. Esta investigación, liderada por las universidades de Exeter y Edimburgo, se centró en los macacos rhesus de Cayo Santiago, conocida como «isla de los monos», en Puerto Rico, y sugiere que reducir las conexiones sociales en edades avanzadas puede tener grandes beneficios para la salud. Los científicos, tras analizar décadas de datos sobre el comportamiento social y la salud de estos primates, observaron una menor prevalencia de enfermedades infecciosas en los macacos mayores en comparación con los otros monos más jóvenes. Según los resultados, esta reducción en las redes sociales podría ayudar a disminuir el riesgo de contagio de enfermedades muy infecciosas y más graves en edades avanzadas. Las relaciones sociales cambian con el tiempo, ajustándose a un delicado equilibrio entre el costo emocional y el beneficio que cada vínculo aporta. A lo largo de la vida, estas redes sociales responden a las distintas necesidades emocionales, laborales y familiares, y se adaptan a las prioridades de cada etapa, aunque en algunos casos, los patrones tradicionales de reducción y selectividad se ven desafiados. En la juventud y la adultez temprana, la mayoría de las personas busca un número amplio de relaciones, ya que la diversidad social aporta experiencias, redes de apoyo y oportunidades que suelen tener un impacto positivo en el desarrollo personal y profesional. Durante estas etapas, mantener redes amplias implica un esfuerzo considerable en términos de tiempo y energía, pero las personas jóvenes suelen contar con los recursos emocionales y físicos necesarios para asumir estos costos. Ya bien entrados en la edad adulta, en cambio, el enfoque se mueve hacia relaciones de mayor calidad. En lugar de priorizar la cantidad, las personas adultas suelen seleccionar los amigos y familiares con quienes comparten una conexión más profunda. Este proceso de selección no solo es emocionalmente satisfactorio, sino que también tiene otros beneficios. Disminuir el número de relaciones puede reducir el estrés y la ansiedad asociados con una red social demasiado amplia, lo cual ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con la tensión y el agotamiento emocional. Pero las relaciones sociales también conllevan costos, entre ellos, el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. A medida que los individuos envejecen, el equilibrio entre estos beneficios y costos puede cambiar, y terminar afectando su comportamiento social. A pesar de que los individuos mayores son más susceptibles a ciertas enfermedades, los datos del estudio muestran que los macacos de mayor edad sufren menos infecciones en comparación con los más jóvenes. Este fenómeno, llamado «envejecimiento social», podría tener un fundamento evolutivo. La reducción de las interacciones sociales en edades avanzadas parece proteger a los individuos de enfermedades que afectan de manera más severa a los organismos envejecidos, lo cual podría explicar esta conducta en animales humanos. El estudio sugiere que los seres humanos podrían compartir con otras especies esta tendencia a reducir sus círculos sociales como una forma de protegerse de enfermedades en la vejez. Sin embargo, en la vejez, si bien muchas personas tienden a profundizar en relaciones significativas y reducir sus círculos sociales, hay una conducta menos común que parece contradecir esta tendencia natural. Es el comportamiento reflejado en el refrán «a la vejez, viruelas». Algunos, ya en la tercera edad, eligen expandir su red social, buscando nuevas experiencias y amistades. Es el desafío de la libertad. Suscríbete para seguir leyendo
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