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  • Gustavo Lazzari, economista y empresario pyme: “Argentina tiene destino de dólar barato porque tenemos costos adelantados”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/10/2024 02:31

    "Visto en retrospectiva lo que se hizo y lo que se está haciendo podemos decir que estamos frente a un horizonte muy optimista" La economía parece avanzar a paso firme hacia el pleno ordenamiento de las finanzas públicas y monetarias, claves para consolidar la apreciación del peso que guía el ancla cambiaria del crawling peg al 2%, porque no sólo de la mano del anabólico que representa el blanqueo de activos, sino también de las desregulaciones y apertura comercial, está posibilitando la incipiente reactivación de la actividad agregada, la mejora real de los salarios y jubilaciones, la reducción de la brecha cambiaria y baja del índice de riesgo país. Para muchos, el sendero es lento y no exento de la persistencia de trabas y obstáculos para crecer, como es el caso de muchas pyme que han mostrado capacidad de adaptarse a coyunturas complejas. De ahí que Infobae entrevistó a Gustavo “Lacha” Lazzari, empresario pyme y economista, que habitualmente “combina la academia con el adoquín, donde la fábrica es un posgrado”, destaca y resalta habitualmente con notable vehemencia, para conocer cómo impactaron en la actividad real las medidas de gobierno desde el 10 de diciembre último. — ¿Cómo ve la economía hoy respecto de diciembre 2023 cuando lo entrevisté al comienzo del actual Gobierno? — Sin dudas con las mejores expectativas. La actual administración Milei encontró dos crisis concurrentes, cosa que nunca se había dado en la Argentina. Una crisis macroeconómica con riesgo real y certero de hiperinflación, un estancamiento secular, caída de reservas, riesgo de default y desequilibrios de precios relativos por todos lados. A la vez, un estancamiento de la microeconomía privada como nunca se vio. Estancamiento en el número de empresas, estancamiento en el empleo privado, desincentivos de contratación y empleo, distorsión entre los salarios privados y los planes sociales, dificultades extremas para el acceso de insumos y materias primas y un sistema de precios que ya no funcionaba. Ante esa “doble Nelson” mortal se encaró a la vez dos reformas sustanciales. El ajuste macroeconómico y una reforma microeconómica. Si bien queda mucho terreno y en algunos aspectos la ansiedad quizás nos nuble el análisis, visto en retrospectiva lo que se hizo y lo que se está haciendo podemos decir que estamos frente a un horizonte muy optimista. — ¿Hay atraso cambiario, o cómo dice el Gobierno “depende del período de referencia? — Esa discusión para mí carece de sentido. Argentina tiene destino de dólar barato. Y por eso la profundidad de las reformas debe ser importante. Tenemos que ganar competitividad real porque tenemos costos adelantados. “A veces da la sensación de que queremos exportar impuestos, rutas en estado deplorable, puertos caros, legislaciones laborales y regulatorias que atentan contra el trabajo y que el tipo de cambio real alto disimule todo eso” A veces da la sensación de que queremos exportar impuestos, rutas en estado deplorable, puertos caros, legislaciones laborales y regulatorias que atentan contra el trabajo y todo eso queremos meterlos en los costos y que el tipo de cambio real alto disimule. Eso no va a suceder y el costo que hemos pagado por intentarlo fue altísimo en términos de competitividad y de la pobreza redundante de ello. Es simple, si Argentina hace las cosas bien, mantiene superávit fiscal, desregula, crea un clima de negocios amigable y ni hablar si bajamos impuestos, los dólares vendrán y el tipo de cambio será necesariamente bajo. No hay lugar para la discusión. Mi sugerencia trabajemos en los costos y en la eficiencia con la mayor premura posible, porque el peor escenario es que la competencia nos agarre discutiendo recetas del pasado. "Mi sugerencia trabajemos en los costos y en la eficiencia con la mayor premura posible, porque el peor escenario es que la competencia nos agarre discutiendo recetas del pasado" — Con un plan de estabilización que se basa en la extrema disciplina fiscal de no gastar más de lo que ingresa, emisión cero y desregulaciones para bajar costos de las empresas ¿Cómo habría que medir el tipo de cambio real, en prospectiva o perspectiva? — Creo que cometemos un error de concepto si medimos tipos de cambio con contextos institucionales tan diferentes. Todo indica que la política de superávit fiscal vino para quedarse, que la emisión no será más una fuente de financiamiento del sector público y las desregulaciones se incrementarán y cada día bajarán más costos y crearán nuevos mercados. Ese escenario es incomparable con el largo período de déficit permanente, emisión monetaria sin límite y mercados cautivos, y sus consecuentes quioscos por todos lados. Comparar el valor del dólar intertemporalmente en dos contextos tan diferentes no dice nada. Es un error como comparar la velocidad del mismo vehículo en asfalto liso y en un pantano. Peras con manzanas. Diría que hasta me aburre la discusión. “Comparar el valor del dólar intertemporalmente en dos contextos tan diferentes no dice nada. Es un error como comparar la velocidad del mismo vehículo en asfalto liso y en un pantano” Argentina tiene costos altos, por eso no es competitiva y por eso a muchos la competencia lo asusta. Históricamente usamos la devaluación como barrera anticomercio. Eso no vuelve más. Ya no es una cuestión de gustos o conveniencia, es un dato de la realidad. Mi conclusión, trabajemos en las instituciones (impuestos y regulaciones) y en la infraestructura física que reduzca los costos. "Trabajemos en las instituciones (impuestos y regulaciones) y en la infraestructura física que reduzca los costos" — ¿La renovada desaceleración de la inflación desde septiembre se explica por los efectos de la política fiscal y monetaria, o se centra en el crawling peg al 2% como argumentan algunos economistas? — La inflación es un fenómeno monetario. La emisión monetaria tiene tres fuentes. El fisco con sus déficit, el sector financiero ante eventuales faltas de liquidez y el sector externo por la compra de dólares (por ejemplo exportación o ingresos de capitales). La política de “motosierra y licuadora” puso fin a la emisión por motivos fiscales. Y la política financiera de pasar la deuda del BCRA a la Tesorería frenó la emisión por motivos financieros. De a poco, la demanda de dinero, que depende de la confianza, crecerá y será el fin de la inflación. Falta un poco, pero la tendencia es hacia allí. “La demanda de dinero, que depende de la confianza, crecerá y será el fin de la inflación. Falta un poco, pero la tendencia es hacia allí” Yo veo más el “ancla fiscal” que el crawling peg al 2% como factor explicativo de la caída en los aumentos de precios. La inflación, la defino como el exceso de dinero. Ese exceso está bajando y su consecuencia es la disminución en los índices de precios. — ¿El crawling peg al 2% que desde enero aplica el BCRA es comparable con la tablita cambiaria de Martínez de Hoy a fin de los 70? — Son contextos diferentes. No es lo mismo una política cambiaria con superávit fiscal que con déficit fiscal. No es lo mismo la tendencia al superávit permanente, al menos así se vende y coincido con esa expectativa, que un esquema de tablita con clara tendencia al déficit fiscal como era en la década del setenta. Me parece que esa comparación no aporta. "No es lo mismo una política cambiaria con superávit fiscal que con déficit fiscal. No es lo mismo la tendencia al superávit permanente, al menos así se vende y coincido con esa expectativa, que un esquema de tablita con clara tendencia al déficit fiscal" — El exviceministro Carlos Rodríguez sorprendió a muchos al escribir en la red X que “el Gobierno miente con el superávit fiscal porque no toma en cuenta la capitalización de intereses de la nueva deuda para absorber los pasivos remunerados del BCRA ¿Usted advierte “contabilidad creativa” en las finanzas públicas? — Tengo un enorme respeto por Carlos Rodríguez. Y creo que perdemos mucho cuando en lugar de escuchar y comprender los puntos de vista diferentes embarramos la conversación con desacreditaciones e incluso insultos. El punto que resalta Rodríguez es interesante. No obstante creo que en el mediano plazo cuando el superávit fiscal esté consolidado esa observación, si bien es correcta en el devengado, no tendrá efectos negativos. Entiendo que hoy es más relevante el concepto del financiero y no del devengado. — Si no es ahora cuándo”, fue el lema del 60 Coloquio de IDEA ¿El empresariado necesita más señales del Gobierno para invertir y volver a crecer? — Permítame hablar en términos generales si bien las realidades sectoriales y de cada empresa son bien distintas. En la minería y energía la carrera ya empezó y eso se debe a que los precios se han acomodado y en especial tienen mejores condiciones institucionales. El RIGI, la ley de inversiones mineras y el régimen de Vaca Muerta dan un marco propicio para dichas inversiones. El resto de las empresas están a la espera no tanto por “medir al gobierno” sino por “un entendible temor al pasado”. “Cuando hablás en privado con un empresario te dice ‘me encanta lo que están haciendo, pero tengo miedo de que no prospere o bien que vuelva el populismo’” Cuando hablás en privado con un empresario te dice “me encanta lo que están haciendo, pero tengo miedo de que no prospere o bien que vuelva el populismo”. En un país con trece recesiones, tres hiper, cinco defaults en los últimos cincuenta años el miedo es absolutamente razonable. Pero esta vez ese miedo o esa duda tiene un costo. El costo se debe a que efectivamente se están haciendo reformas. Por lo tanto, si una empresa tiene temor a invertir para ampliarse o para bajar costos, debe esperar que el mismo temor lo tengan sus competidores en la compra y en la venta. Caso contrario, cuando te decidas vas comprar más caro o vas a tener que vender más barato. Hay muchos empresarios esperando el resultado de las elecciones de medio término. Creo que eso es un error por dos motivos: En primer lugar, porque el mandato viene de la sociedad. El Gobierno está llevando una política que en el fondo es un mandato social de cambio sustancial. Y en segundo lugar, y no es menor, entendamos que un contenedor de Brasil tarda cinco días, uno de Europa cuarenta días y uno de China entre noventa y ciento veinte. ¿Vamos a ponernos las pilas después que la competencia esté instalada? Entiendo los fundamentos del temor, pero el costo de la indecisión puede ser muy elevado. "¿Vamos a ponernos las pilas después que la competencia esté instalada? Entiendo los fundamentos del temor, pero el costo de la indecisión puede ser muy elevado" — El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, dijo en el IDEA “nunca más nos pidan bajar impuestos, porque si nos piden bajar impuestos y se mantiene el gasto, el impuesto que le bajo a uno se lo tengo que subir a otro” ¿Qué piensa de ese mensaje? — Reconozco que la primera vez que escuché el párrafo me pareció poco feliz. Luego escuché atentamente todo el discurso y comprendí el sentido de la idea. Paréntesis: sugiero efusivamente escuchar los discursos completos porque no podemos informarnos con Tic Toc si queremos comprender lo que pasa. Cierro paréntesis. El ministro dejó clara la estrategia del Gobierno. La baja de impuestos es hija de la reducción del gasto y de la consolidación del superávit. Recién ahí instrumentarán reducciones sustantivas de impuestos. “La mejor forma de aumentar la recaudación es mediante una reforma tributaria tal que reduzca el nivel de los impuestos, la cantidad y la complejidad de estos” Entiendo y respeto esa estrategia. No obstante planteo mis diferencias. Para mí, desde una pyme y desde la micro real, el sistema impositivo es inviable. La mejor forma de aumentar la recaudación es mediante una reforma tributaria tal que reduzca el nivel de los impuestos, la cantidad y la complejidad de estos. A la vez, que compatibilice el sistema recaudatorio basado en retenciones y percepciones que son nocivas a la actividad, a la inversión y a la sustentabilidad de las empresas. Dicho esto, la discusión que ojalá algún día se planteara es ¿Cómo lograr ese cambio sin caer en déficit fiscal en el camino? Mi respuesta a ello es que hay mecanismos para lograr que la baja de impuestos redunde en una rápida caída en la informalidad y en un aumento de la base imponible producto de la expansión de la actividad. Es una discusión larga, donde los prejuicios y las sentencias a priori poco ayudan. "La baja de impuestos es hija de la reducción del gasto y de la consolidación del superávit. Recién ahí instrumentarán reducciones sustantivas de impuestos" — Los indicadores de actividad productiva y comercial registran mes a mes mejoras reales, pero respecto del año anterior, con un escenario opuesto al actual, prevalecen las caídas ¿Usted cómo ve la actividad en la economía real? — Algunos sectores como minería y energía ya arrancaron. El agro también pues el clima este año es más benévolo y porque el campo todos los años es un “vaca muerta” no reconocido que invierte entre 15.000 y 20.000 millones de dólares anuales. La construcción va tomando ritmo debido a que aparecieron los créditos y se van normalizando precios. Los bienes durables, lo mismo. Consumo masivo y mercado interno está más amesetado en los niveles de marzo-abril. Claramente dejó de caer y se irá recuperando a medida que los salarios vayan ganándole a una inflación en baja. “La recesión post ajuste equivale reacomodar la actividad a la realidad sin anabólicos” Entendamos algo. La recesión post ajuste equivale reacomodar la actividad a la realidad sin anabólicos. La inflación en el fondo es una gran alfombra que permite esconder todo, costos altos, ineficiencias, falta de actividad y fundamentalmente la pobreza. Cuando se saca esa alfombra aflora la realidad de un país donde el número de empresas es el mismo que hace quince años, donde pasamos dos décadas invirtiendo menos del 15% del PBI (quiere decir que apenas cambiamos aceite y filtro del auto), donde la educación dejó de formar y donde los precios lejos de guiar decisiones eran meros cartelitos para contentar funcionarios. "La inflación en el fondo es una gran alfombra que permite esconder todo, costos altos, ineficiencias, falta de actividad y fundamentalmente la pobreza" La realidad es ésta. La baja inversión de décadas redundó en salarios reales bajos. La diferencia es que ahora sin el velo inflacionario lo vemos y no nos gusta. No queda otra que mejorar la institucionalidad fiscal, laboral y regulatoria para que la inversión privada redunde en mayores salarios reales. — ¿Debilita o fortalece al Gobierno gobernar por decreto y veto sin un Congreso dominantemente opositor impulsa leyes que implican aumento de gasto sin contrapartida de fuentes genuinas de ingresos para financiarla, y rechaza proyectos del Poder Ejecutivo? — Contrariamente a lo que se dice habitualmente, lo que está pasando en esa materia es un extraordinario ejemplo de funcionamiento de la democracia y de nuestra sabia Constitución. “Nada debilita más a un gobierno que tener un Congreso escribanía. Tanto los vetos como las discusiones parlamentarias son saludables. Son parte del sistema” El ejercicio de las reglas de juego da más fortaleza al sistema y a las reformas. No al revés. Nada debilita más a un gobierno que tener un Congreso escribanía. Tanto los vetos como las discusiones parlamentarias son saludables. Son parte del sistema. — ¿Ve algún cambio en las políticas provinciales y de municipios a favor de la economía real? — En pocos casos. Contados con los dedos. Veo mucha voracidad fiscal de municipios y provincias kirchneristas cartelizadas contra la reforma. Y a la vez veo en general un desmadre de tasas municipales y la vuelta de impuestos ocultos en las provincias como el “mera compra” que es una suerte de ¡Ingreso bruto a la compra! Un delirio por donde se lo mire. Es importante y creo que el Gobierno tomó nota que la reforma nacional de baja de gastos e impuestos no sea compensada por desmadres fiscales e impositivos de las provincias y municipios. En ese caso, las pymes estarán peor, no igual que antes. — ¿Qué le falta a la política económica para que la economía real, en particular el consumo, puedan reingresar a la senda del crecimiento sostenido? — Sin dudas una baja sustancial de impuestos nacionales, provinciales y municipales. Y la seguridad jurídica de que para estos tres niveles de gobierno los emprendedores, productores y pymes no somos una base imponible sino creadores de riqueza fuente de trabajo, inversiones y soluciones. Fotos: Maximiliano Luna

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