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» Elterritorio
Fecha: 27/10/2024 02:14
Elías Álvez Da Silva conducía una moto y lo acompañaba una amiga, cuando fueron impactados por una camioneta al mando de un policía obereño alcoholizado que se dio a la fuga. Luego, camaradas del implicado habrían tratado cargar culpas en el conductor de la moto acusándolo de robo. sábado 26 de octubre de 2024 | 21:00hs. El policía Parra incendió su camioneta después del choque y luego denunció que le habían robado. //Foto: URII. La noche del pasado 30 de agosto trajo consigo muchas complicaciones para Elías Álvez Da Silva (39), quien aún se recupera de las lesiones que padeció al ser embestido -a bordo de su moto- por una Toyota Hilux conducida por un policía obereño que se dio a la fuga. Se trata del sargento Alfredo Antonio Parra (35), quien minutos más tarde del hecho incendió su camioneta y luego denunció un falso robo, todo para encubrir el siniestro vial que protagonizó sobre ruta Provincial 5, en Villa Bonita. Luego se corroboró que el policía manejaba alcoholizado. A consecuencia del choque de atrás, Álvez Da Silva sufrió fractura de peroné de la pierna izquierda y escoriaciones en ambos brazos. Pero la peor parte se la llevó su acompañante en la moto que conducía, Adriana B. (21), la cual permaneció varios días en terapia intensiva por complicaciones por una fractura expuesta de tibia y peroné izquierda, lo que afectó la parte vascular. En cambio, Parra resultó ileso y estuvo apenas 20 días detenido, ya que el 19 de septiembre el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá lo benefició con la excarcelación anticipada bajo caución real, para lo que cual tuvo que abonar una fianza de 5 millones de pesos. "Se están por cumplir dos meses del choque y me llama mucho la atención que todavía no tuve ninguna citación de la policía ni el juzgado. Está todo muy quieto y tengo dudas, porque desde un primer momento los compañeros del policía que me chocó me querían culpar de algo", alertó Álvez Da Silva. "Sentí un estallido" En diálogo con El Territorio, el damnificado precisó que el pasado 18 de octubre le retiraron el yeso por la fractura de peroné, al tiempo que comenzó a realizar algunas changas en construcción. Al respecto, reconoció que "tuve que empezar a trabajar porque no tengo otra forma de mantenerme. Si no trabajo, no como. La verdad que no es fácil porque tengo dolores y el trabajo es pesado, pero es la única opción que tengo". Sobre el día del hecho, comentó que el 30 de agosto buscó a su amiga desde Villa Unión y se dirigían a Oberá por ruta 5. En ese contexto, alrededor de las 19.30 la moto que conducía fue impactada en la parte posterior por la camioneta que manejaba Parra. "Sentí un estallido y después vi las luces de la ambulancia, ahí creo que perdí el conocimiento y me desperté en el Hospital. Después me enteré que mi amiga estaba delicada y fue horrible, pero gracias Dios se está recuperando", ponderó. Sugestivo accionar policial Como si todo lo padecido hubiera sido poco, una vez que regresó a su casa habría sido intimidado por efectivos de Villa Bonita que pretendieron vincularlo con el supuesto robo de la moto que conducía, cuando en realidad el rodado pertenece a su sobrino, quien se lo prestó con la toda documentación. "El oficial le insistía a mi sobrino para que me denuncie por robo, porque así era mejor por el seguro, según él. Pero mi sobrino le dijo 'nada que ver, si yo le presté la moto a mi tío'. Todo muy raro, como para culparme a mi de algo, siendo que el policía de la Hilux tuvo la culpa", subrayó. En tanto, mencionó que, por las circunstancias del hecho, como ser que Parra conducía alcoholizado y luego quemó su camioneta, el seguro no se haría cargo de los gastos. "Yo nomás le voy a tener que pagar la moto a mi sobrino, pero me parece muy injusto. Ojalá que la justicia vea quien tuvo la culpa y no quede todo así", reclamó. Disponibilidad y turismo Con relación al sargento Parra, tuvo que pagar una fianza de 5 millones de pesos para recuperar la libertad. Asimismo, se le notificó la inhabilitación provisoria para conducir cualquier vehículo, lo que resulta una obviedad por las circunstancias del hecho en que está implicado. Está imputado por abandono de persona, incumplimiento de los deberes de funcionario público y lesiones graves culposas. Cuenta con los servicios de un cotizado estudio jurídico obereño y por recomendación de sus abogados optó por guardar silencio en la indagatoria. Continuará el proceso en libertad, pero sujeto a ciertas normas, como la imposibilidad de acercarse a sus víctimas. Tampoco retomará el servicio en la fuerza, al menos por el momento, ya que la superioridad dispuso su apartamiento provisorio mientras se desarrolla el sumario administrativo interno. En los últimos días trascendieron fotos en las redes sociales de un viaje que realizó con su esposa a Buenos Aires, donde se los observa visitando lugares turísticos. Otros diez policías sumariados Las graves lesiones sufridas por las víctimas no son las únicas secuelas que dejó el siniestro vial propiciado por el sargento Parra, ya desde la Unidad Regional II se inició un sumario interno a otros diez policías que el día del hecho participaron de un almuerzo que se extendió por varias horas con excesivo consumo de alcohol. Los mismos participantes publicaron fotos en las redes sociales. La "junta" policial se realizó en una propiedad de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón. "Más allá del derecho que los asiste de participar de un almuerzo estando de franco, como funcionarios públicos deben mantener una conducta acorde porque siguen siendo funcionarios públicos. En este caso, viendo que el camarada no se encontraba en condiciones de manejar porque estaba alcoholizado, deberían haber actuado en consecuencia y evitado el desastre que pasó", comentó un vocero de la fuerza. Vale mencionar que el test arrojó que Parra conducía con 1.35 gramos de alcohol por litro de sangre, casi tres veces por encima de lo permitido por ley. Testigo del descontrol En diálogo con este medio, una vecina de Villa Bonita contó que reside a media cuadra del lugar del almuerzo y mencionó que "los policías estuvieron todo el día tomando y haciendo escándalo, era sabido que no iba a terminar bien". "Tipo 19.30, una camioneta blanca salió acelerando a full y chocó contra otro auto estacionado frente al mismo predio donde se encontraban. Qué ejemplo nos dan los policías a nosotros como sociedad", se preguntó. Y agregó: "Yo justo salí con mis hijos y volvía a la hora que salió esa camioneta a mil, y pensé que un inocente podía pagar por culpa de un inconsciente que se cree intocable. Y al final pasó eso, lamentablemente". Choque, fuga y falso asalto Luego del extenso almuerzo con camaradas, alrededor de las 19.30 del 30 de agosto el sargento Parra emprendió el regresó a Oberá en su camioneta Toyota Hilux blanca con rayas negras. En tanto, a la altura del kilómetro 70 de la ruta provincial 103 chocó desde atrás a una moto marca Keller que era conducida por Álvez Da Silva, quien iba acompañado por Adriana B. El primer indició fue aportado por testigos que contaron que la moto fue impactada por una Hilux blanca con franjas oscuras en ambos laterales, cuyo conductor se dio a la fuga hacia Oberá. Como si eso fuera poco, al llegar a su casa el policía efectuó unos disparos en el lugar para simular un asalto y luego condujo media cuadra para chocar su camioneta contra un poste e incendiarla. Así buscaba zafar de la responsabilidad del primer hecho. Enseguida denunció el supuesto asalto, una comisión policial llegó a su domicilio y no tardaron en atar los cabos que lo ligaban al choque de la moto. Ante lo poco creíble de la versión de Parra, el aporte de testigos del siniestro vial y el grado de alcohol en sangre, el juez de Instrucción Dos Horacio Alarcón dispuso la detención y el secuestro de su teléfono celular, ya que consideró que existen pruebas suficientes para presumir que habría participado del accidente vial, que luego abandonó a las víctimas e incendió su vehículo para intentar ocultar pruebas.
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