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» El litoral Corrientes
Fecha: 26/10/2024 23:18
El mundo lo padece, y nosotros mal nos pese, formamos parte de él con nuestros desaciertos, ajuste histórico y la interna bochinchera, desequilibrante del PJ, como siempre lo ha sido. Tal vez la diferencia reside es que la de los otros, a veces, son más lógicos o irracional como las del Medio Oriente, día a día batiendo su propio récords. Cuando la paciencia social concluye su tregua conferida por un tiempo no para siempre, muestra los dientes, adivinamos en su ojos brillantes de odio, que la acción comienza a superar sus propios límites. Es cuando todo peligra porque los tiempos se acortan. Ya la concesión feneciendo muestra los dientes, y su rostro contraído develan sus verdaderas intenciones. Un rostro diferente al de la calma. Uno optimista, transparente. El otro más bien nervioso y con pocas ganas de ensayar más de lo mismo. Los pueblos manejan sus propios calendarios, son los plazos de concesiones que se le brindó a la palabra en el fuego de verdades y mentiras, que el tiempo inexorable ha medido y con firmeza de jurado, sentencia sin chistar. Es cuando las facturas son puestas frente a frente, rompiendo su apacible espera de hechos prometidos, en un olvido clásico que la historia siempre nos ha marcado con la lógica demanda. Sigo con los peros de la ruptura de la paciencia pobrecita, inflación rompiendo a la inversa con precios más bien subiendo, en libre ascenso, en una carrera donde el valor perdió la certeza de las cosas, imparable y suicida. Lo definió tan bien el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva: “Se buscan culpables y no soluciones. Buscar ayuda, es negar a rendirse. No nos rindamos a ser hermanos, a buscar soluciones juntos.” En todos lados se acumulan broncas, por ejemplo una Senadora australiana hizo oír su voz frente al Rey de Inglaterra, Carlos III: “Usted no es mi Rey, dennos lo que nos robaron.” Contundente y valiente. Respetuoso, doliente pero certero. La calma en todo orden se ha perdido, será porque la paciencia social, tiene límites. El Presidente Milei con su verdad descarnada aunque parezca calmo, también no sabe cómo disimular tanta bronca que no se le admitiría para el truco donde la verdad es mentira. Ante la embestida de volver al ruedo del justicialismo con Cristina en la interna con Quintela, lanzó una frase con peligrosidad de estocada morrtal: “Me gustaría meterle el último clavo del cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro.” No solo desconciertan las palabras lanzadas al voleo cada vez más intensas y descontroladas, que poco a poco se va perdiendo el horizonte de la realidad. Son como la carta de navegación, cuando se pierde la certeza, las alternativas de llegar son muy pocas poniendo en peligro al pasaje. Claro, hay cosas que pesan en este “verengenal” de dimes y diretes, venimos de empapelar de billetes el país. Al respecto, sale al cruce Caputo, diciendo: “La salida de la convertibilidad era Disney, al lado de lo que heredó Milei”, lanzadas en el coloquio de IDEA. Lo dijo el periodista español, Juan Antonio Giner para el “Diario La Vanguardia”: “Un periodista es un contador de historias que inquietan, emocionan y hacen pensar.” La forma de comprender, es el pensamiento que establece límites y prioridades. Reflexionando. Evaluando y discerniendo. Hay otras que hablan de las decisiones no dichas, sino expresando criterios diversos. La Vice visitó en España a la Ex”Isabelita” Perón, y dio prensa con la trascendencia lógica de esperar. Arribada, descubrió el busto de la homenajeada, emplazado en ámbitos del Congreso de la Nación. Lo que motivó la ruptura de comunicación entre el Presidente y su Vice. Siempre busco, persigo que mis textos como mis audiciones radiales, conlleven a pensar. Solamente pensando es posible corregir, diría mejorar este mensaje descabellado, “encarajinado” y despelotado, que más bien son misiles lanzados sin asco. No se piensa como norma. Se pronuncia lo que se quiere, así ofendan, hieran, lastimen, como vía comunicadora. El ciudadano las quiere todas fáciles sin arriesgar el cuero, despotricar o exigir. Los políticos solamente tratan de mantenerse al “calor” de sus enclaves, protegiendo el sillón, mandándole de vacaciones al rigor del compromiso de sus palabras. El asunto está en mantenerse. Sin sulfurarse. Cuando más tiempo persista, están dadas sus condiciones ilimitadas del poder omnímodo. Tener el sí a flor de labio, es el pasaporte más seguro a perpetuidad. En realidad los dichos reflexivos de Mafalda, vienen al dedillo porque dan en el clavo. Cuando ante el “despiplume” general, se animó a romper, suplicante a modo de “Alarma”: “PAREN EL MUNDO QUE ME QUIERO BAJAR.” Daba cuenta que convivir en dicho clima es insalubre. Porque tiene razón de ser entre entrevistado (origen de la nota) y comunicadores (periodistas), ya que el decir siempre es cuestionado cuando la verdad cumple con el compromiso de la palabra. Ellos proporcionan el libreto. Lo expresado por el Periodista Juan Antonio Giner, del diario español “La Vanguardia, al respecto nos recuerda roles. “Un periodista es un contador de historias que inquietan, emocionan y hacen pensar.” La forma de comprender, es el pensamiento que establece límites y prioridades. Reflexionando. Evaluando y discerniendo.
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