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» Misioneslider
Fecha: 23/10/2024 08:00
Clubes de barrio: enfrentando la crisis de los servicios La realidad de los clubes de barrio de la Ciudad no es muy distinta a la que viven las familias de todo el país con el constante aumento de los servicios. Boletas con incrementos exponenciales y cuentas cada vez más ajustadas hacen que crezca la preocupación en las instituciones, que buscan mantener la cantidad de socios, la oferta de actividades y al mismo tiempo no trasladar el incremento de los costos a las cuotas. Son instituciones que llevan décadas como referentes de los entornos en los que se desarrollan. Y que en tiempos de crisis se vuelven aún más valiosas como espacios de contención de chicos, jóvenes y familias completas. En tiempos de costos altos e ingresos que pueden disminuir, distintos dirigentes de las instituciones cuentan su experiencia y las estrategias para enfrentar la crisis, en un contexto en el que además el Gobierno porteño implementó un plan de asistencia. Ariel Palombi, presidente del Club Flores Sur, relata que los gastos de luz pasaron de $ 45.000 a cifras que oscilan entre los $ 180.000 y $ 200.000, mientras que las facturas de agua también se dispararon. Mientras habla, Ariel recuerda el esfuerzo que realizaron para modernizar el club, cambiando las luces a LED para reducir costos. Pero ahora, el impacto de las nuevas tarifas se siente en cada actividad. “Por ejemplo, estamos en un gran problema, siempre a fin de año hacemos una fiesta donde damos trofeos y medallas. Eso nos cuesta bastante plata. Hacemos bingos y rifas, pero es complicado; la gente también está mal”, expresa. Según Ariel, esta situación de incertidumbre también se ve reflejada en el atraso de los pagos, que es “bastante grande”. “Hemos aumentado desde diciembre hasta esta parte un 130% en un contexto con mucha inflación. La verdad es que así tampoco alcanza y no podemos seguir aumentando mucho más porque nos damos cuenta que el bolsillo de las personas también está complicado”, dijo Palombi, que ejemplifica la situación con lo que aumentaron los elementos de limpieza, que pasaron de tener facturas de $ 80.000 mensuales a $ 300.000. Club Sportivo Varela, otra de las instituciones que sufre por el aumento de tarifas y la baja en los ingresos. Foto: Fernando de la Orden Otro espacio que sirve como muestra de la situación es el bufet. Es una fuente de ingresos que, según el dirigente, también disminuyeron. “Antes la gente gastaba más. Pero ahora no tiene plata. Entonces, en una jornada de campeonato, en la que pasan 200 o 250 personas, terminamos teniendo como ganancia solo $ 70.000”. “Yo no quiero que a nosotros nos regalen las cosas, porque no creo que nos tengan que regalar, pero nos tienen que reconocer nuestra función social. Las tarifas, la verdad, están pegando fuerte”, agrega. Gerardo Giovane, presidente del Club Yupanqui, en Lugano, comparte su experiencia. Dice que los gastos mensuales de luz alcanzan los $ 600.000, mientras que el agua ronda los $ 400.000. “Hicimos un gran esfuerzo para cambiar a equipos de bajo consumo, pero la situación es insostenible. Aumentamos las cuotas dos veces, un 70% entre ambas, pero la inflación nos supera”, señala. Además, destaca que los aumentos y la crisis afectaron sobre todo el mantenimiento y las nuevas obras, que son esenciales para el funcionamiento del club. La situación es tan crítica que algunos clubes han tenido que resignar inversiones necesarias. Sergio, presidente de otro club barrial, informa que las boletas de luz que antes eran de $ 40.000 ahora superan los $ 380.000. “Esto nos lleva a postergar obras importantes y a reducir el presupuesto para materiales deportivos”, comenta. A pesar de que la cantidad de niños y niñas que asisten al club se mantiene, los que van menos son los padres. Y eso, por ejemplo, resiente la recaudación del bufet. “Dejamos de comprar para el club, por ejemplo, materiales deportivos. Tratamos de cuidar lo que tenemos y no es nada fácil, porque los chicos necesitan un montón de materiales para poder hacer las actividades. Pero bueno, seguimos luchando”, expresa. El club Yupanqui, uno de los que padece el aumento de tarifas y la crisis. Foto: Fernando de la Orden Los presidentes coinciden en que la función social de los clubes debe ser reconocida por las autoridades. Ariel sostiene que los clubes no deberían pagar las mismas tarifas que empresas con fines de lucro. “Sostenemos a muchos jóvenes y familias que encuentran en el club un refugio. No pedimos regalos, solo un reconocimiento a nuestra labor social”, enfatiza. El desafío para los clubes es enorme. La necesidad de recaudar fondos ha llevado a realizar rifas y actividades especiales, aunque la colaboración de la comunidad también ha disminuido debido a la crisis económica. “Estamos todos los días tapando agujeros. Es estresante y angustiante saber que de nosotros dependen muchos chicos”, concluye Ariel. Asistencia para los clubes de barrio El Gobierno porteño, por su parte, viene desarrollando acciones de asistencia y ayuda a los clubes. Desde la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano implementaron un programa que brinda alternativas para estas organizaciones, que son asociaciones civiles sin fines de lucro. Desde esos espacios se brinda asesoramiento legal y contable, y también se intenta facilitar las herramientas para conseguir acceso a tarifas comunitarias en servicios como electricidad, gas y agua, lo que podría aliviar la carga económica que enfrentan muchos clubes. Plan de asistencia a los clubes de barrio. Encuentro en el Club Italiano, de Caballito. “Queremos que estas organizaciones accedan a los recursos necesarios para regularizarse y optimizar sus costos operativos”, afirmó César Torres, al frente de la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano. Y agregó: «Hasta ahora, se han contactado a 70 entidades, incluyendo clubes deportivos y asociaciones civiles, en un esfuerzo por garantizar su sostenibilidad en medio de un contexto de tarifas crecientes». Aunque existe un Registro Nacional de Clubes de Barrio, muchas entidades no lograron completar el trámite administrativo para obtener el alta para la tarifa comunitaria. Para ello deben cumplir una serie de requisitos que les son informados cuando hacen los trámites. Por eso, también se brinda asistencia en la obtención de información sobre el estado de deuda de la tasa municipal ABL para instituciones sin fines de lucro en la Ciudad, tanto en instancias administrativas como judicializadas. Otra asistencia que se brinda, en colaboración con el Ministerio de Salud de la Ciudad, es la tramitación de aptos físicos dentro de las instituciones deportivas para quienes desarrollan actividades. En resumen, la situación de los clubes de barrio es crítica debido al aumento de los servicios y la crisis económica que afecta a las familias. Los dirigentes se esfuerzan por mantener la calidad de las actividades y contener a la comunidad, enfrentando grandes desafíos financieros. La asistencia del Gobierno porteño es fundamental para aliviar la carga económica de estas instituciones y garantizar su continuidad en medio de un contexto adverso.
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