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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 20/10/2024 11:35
El monstruoso comportamiento de una mujer que vive en Concordia quedó al descubierto, cuando una amiga la denunció por haber vendido a su propia hija. Las autoridades tomaron conocimiento del hecho este 2 de octubre, cuando una mujer llamó a la Policía para imponerlas de un suceso que la preocupaba y aportó audios de WhatsApp de la acusada. El hecho llegó a los medios periodísticos nacionales y desató una tormenta de críticas contra la desnaturalizada madre. La sociedad toda asistió estupefacta nada más y nada menos que a la venta de un ser humano por otro (en este caso por su propia progenitora), poniendo sobre el tapete que la trata en Argentina no es un mito, sino una realidad que interpela y avergüenza. La menor fue literalmente comercializada por la mujer a un almacenero correntino, domiciliado en Mercedes, a cambio de dinero suficiente para comprarse una casilla, ya que vivía con sus hijos en la casa de su madre y tenía problemas con ella. Cuando todavía conmueve e indigna la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años que vivía con su familia en el pueblo de 9 de Julio, también en Corrientes surge este caso que, por fortuna, a diferencia del “caso Loan”, se llegó a tiempo para rescatar a la menor víctima y con ella a otra dos chicas que se encontraban en poder del “comprador”, identificado como Walter C. de 57 años de edad. La declaración de la denunciante El sábado 2 de octubre, la policía de Concordia recibió el llamado de una mujer que manifestó tener conocimiento de que una conocida o amiga suya había vendido a su hija de 16 años de edad. En primer lugar, ella escuchó o se enteró, que la pareja de la “vendedora” había dicho que iba a llevarse a la chica. Como las redes sociales de la menor ya no estaban activas, se preocupó y le preguntó a la madre por la jovencita de 16 años. La madre, de 47 años de edad, le respondió con naturalidad: “Se juntó con un viejo, hice un negocio con él: me dijo que le deje a la ‘guaina’ y él me iba a comprar una casilla; prefiero que esté allá antes que ande acá en la calle porque él la tiene como una reina. Es dueño de un almacén y le compra todo. Él me va a pasar plata para el pasaje cuando yo quiera ir allá. Estoy esperando un giro para que me alquile algo hasta que me pase el resto para que me compre la casilla. Vos sabés que yo vivo con mi mamá y tengo problemas con ella”. La denunciante aportó audios de Whatsapp que confirmaron sus dichos, ya que en ellos la madre de la niña víctima, le decía lo antes expuesto. Buscando una encontraron tres Con la premura del caso, la fiscalía interviniente citó a la madre junto con la menor, pero solo se presentó la progenitora y dijo que la joven estaba en Corrientes con un conocido de ella y que no iba a volver más a Concordia. El fiscal le solicitó a la mujer que llamara a la chica para citarla delante de ella, pero al llamado lo contestó el almacenero. Nadie se conformó con esto y a través de Google Maps, se logró establecer la ubicación del almacén en la localidad correntina de Mercedes. Investigaciones realizadas en la zona del negocio, permitieron establecer la presencia de la menor en el lugar y el testimonio de vecinos que manifestaron que esa joven era “la novia del almacenero”, cuando por su edad el sujeto podía ser su abuelo, no su pareja sentimental. Con estos datos comenzó a actuar el Juzgado Federal de Paso de los Libres (Corrientes), el que antes de librar la orden de allanamiento hizo entrevistar al sospechoso, quien manifestó que la chica no vivía allí y que era su empleada. El hombre tomó su auto para ir a buscarla y fue seguido por los efectivos, quienes comprobaron con asombro que en el lugar señalado, en vez de una joven, fueron tres las que subieron al vehículo, todas de edades similares. Interceptado el vehículo, la menor identificada como ‘la Concordiense’, no supo responder cuáles eran los nombres de las otras dos. Con estos datos, la fiscalía ordenó a Gendarmería Nacional del Escuadro 7 de Paso de Los Libres, el allanamiento del almacén y la detención del almacenero, asimismo rescató a la joven buscada y a las otras dos, una de 16 y otra de 17 años. En tanto en Concordia, se procedió a la detención de la madre de la menor, lo que se logró en la vía pública por Gendarmería Nacional y del concubino de esta, quien a todas luces sería el entregador, ya que habría sido el encargado de trasladar a su hijastra menor de edad a Corrientes. El allanamiento y las detenciones tuvieron lugar el 5 de octubre, lo que permite establecer un corto lapso entre la denuncia y el rescate de las niñas y la detención del “comprador”, la “vendedora” y su pareja-cómplice. Se supone que la Justicia trabaja por estas horas para establecer si los implicados forman parte de una red de trata, aunque que todo indicaría la existencia de una organización que aportó cierta estructura a los delincuentes. De lo contrario, resultaría incomprensible que estas tres menores se encontraran en poder y a merced y voluntad de una sola persona, por más casillas y pasajes que prometiera Walter C. a sus cómplices Un caso más cercano aún Hace unos años, una joven protagonista de un matricidio en la ciudad de Colón, manifestó cuando la detuvieron que una de las causas que la llevó a cometer su crimen había sido porque su madre quería obligarla a vender a su hijita de 5 años, para comprar una vivienda. En otra edición de este año, nos hicimos eco de ese caso, igualmente conmovedor. Madres, ¿madres? Madres son no solo las que la vida, sino las que aman, cuidan, alimentan, consuelas, amparan, las que tienen olor a nido tibio, frescura de agua clara, mano fresca para la fiebre, arrullo junto al pecho, que siguen siendo madres de un hombre o mujer que saben que, aunque tengan cualquier edad, en cualquier tramo del camino de su vida, podrán recurrir a ella y que recibirán el abrazo y la caricia que esas mamás siguen guardando para ellos en el hueco de su mano, aunque no los hayan parido. Las que venden a sus hijos, permiten que los maltraten, los que los “alquilan” para que pidan en las esquinas o para que sean abusados; las que los abandonan, las que en vez de enseñarles a ser buenas personas, los apañan en los delitos y hasta salen a vender el producto de sus rapiñas, o los justifican en sus maldades, esas no, no son madres.
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