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  • Tilda Swinton y Julianne Moore, actrices y ahora amigas: "Pedro nos decía, '¿pensáis dejar de hablar en algún momento para poder rodar?'"

    » Diario Cordoba

    Fecha: 19/10/2024 10:33

    Impresiona sentarse en una mesa con Tilda Swinton y Julianne Moore, dos mujeres de presencia e inteligencia poderosas, actrices icónicas que han formado parte de muchas de las mejores cosas que le han pasado al cine de las últimas cuatro décadas. En La habitación de al lado, la primera película rodada por Pedro Almodóvar en inglés, las dos intérpretes comparten protagonismo (que no se lo disputan, importante subrayar esto) con dos trabajos de los que dejan perplejo por su altura. El propio Almodóvar, que las conocía bien como espectador y a Swinton también profesionalmente después de haber trabajado con ella en su mediometraje La voz humana (2020), se dice sorprendido por la calidad de unas interpretaciones que ha calificado de "sublimes". La consecuencia complicada de todo esto es que parece que a las dos se las va a presentar a la candidatura de Mejor Actriz Protagonista en los Oscar, y que consigan llegar a las nominaciones con el mismo título entre manos no va a ser fácil. Aunque cualquiera que vea la película tendrá claro que estamos ante dos trabajos claramente merecedores de la estatuilla. En directo, Swinton y Moore transmiten la misma química que en la pantalla, donde dan vida a dos viejas amigas, Martha e Ingrid, que se reencuentran después de muchos años debido a la enfermedad que sufre la primera. Cuando Martha se entera de que el cáncer que padece es terminal, le dirá a su amiga que piensa poner fin a su vida antes de que la dolencia provoque más daño, y le pedirá que la ayude en ese trance acompañándola en sus últimos momentos, una idea que en un principio Ingrid rechaza y que acaba aceptando a regañadientes. Ese tiempo que pasarán juntas, llorando y riendo, disfrutando de lo que queda y conversando sin parar para recuperar el tiempo perdido, dibuja una hermosa historia de amistad y empatía. Una amistad que también se ha forjado entre dos mujeres que, antes de este proyecto, apenas se habían cruzado en algún festival, pero que se seguían y se admiraban. De hecho, fue Tilda quien sugirió a Almodóvar que llamase a Julianne para el papel de Ingrid. "Yo sentía de una manera instintiva, primero, que nos íbamos a convertir en amigas, y después, que ella sería perfecta para este papel", recuerda Tilda Swinton (Londres, 1960), la primera que recibió el guion y la propuesta para hacer esta película basada en una novela de la escritora estadounidense Sigrid Nunez. "Cuando Pedro me preguntó a quién veía para ser Ingrid, le respondí que solo a ella". Se lo propusieron y Moore dijo enseguida que sí. Ahí empezó todo. Lo profesional pero, también, o sobre todo, lo personal. "Nos pusimos a recuperar esos últimos 40 años en que no nos conocimos -continúa Swinton-. Pedro nos decía todo el rato: '¿pensáis dejar de hablar en algún momento?' Y teníamos que hacerlo para poder rodar una toma". Julianne (Fort Bragg, EEUU, 1960) se ríe porque estos días de promoción en Madrid está pasando lo mismo. "Hablamos ayer sin parar, hemos hablado hoy sin parar... Nuestra relación fue yendo a más en tiempo real a medida que avanzaba la de nuestros personajes. Éramos como una especie de tándem: prácticamente en cada escena de la película estamos las dos. Nos maquillábamos juntas por la mañana, estábamos juntas en el set...". La relación se fue entretejiendo de manera tan profunda que ella llegó a tener la sensación de que el trabajo de ambas confluía en una sola interpretación. "Cuando eres actriz nunca sabes cómo va a funcionar una relación con un compañero. La escena existe aquí [señala un punto justo entre las dos], no aquí ni aquí [señalando a cada una], la creas juntos. Y en nuestro caso se dio esta maravillosa experiencia de ser como una especie de socias creativas, de disfrutar de verdad de la compañía mutua y del placer de ir conociendo a alguien. Es muy difícil que se den todas estas cosas a la vez. No siempre estableces una amistad real con alguien con quien trabajas. Hemos tenido mucha suerte", asegura. La España real y la de Almodóvar Aunque algunas escenas, pocas, se rodaron en Nueva York, todos los interiores de la película y la parte de la casa en el bosque donde las dos amigas se retiran para esperar el desenlace se rodaron en Madrid y en su sierra, aunque representen un apartamento en Manhattan y los escenarios rurales al norte de aquel estado americano. Las actrices se instalaron durante dos meses en esta ciudad, Tilda en Chueca y Julianne en el barrio de Salamanca. Las dos han bromeado con que la primera es la moderna y la segunda la burguesa, y también se ha hecho viral cómo Moore se aficionó a ir al supermercado de El Corte Inglés cada vez que tenía un rato libre. Tuvieron entonces la oportunidad de descubrir una España que no era exactamente la que habían conocido a través de las películas de Almodóvar. "Como americana que veía sus películas a principios de los 80, para mí España era como salía en ellas", cuenta Julianne Moore. "Un país lleno de color, de grandes emociones... [risas] Hasta que llegué aquí y pensé: no, eso no era España, eso era Pedro. Especialmente el tema del color, que llama tanto la atención. Me di cuenta cuando vi la casa de Pedro: ahí estaban todas sus películas, cada uno de sus decorados." Las actrices Julianne Moore y Tilda Swinton, con Pedro Almodóvar durante la presentación de 'La habitación de al lado' en Madrid. / EFE Para Tilda, la España de Almodóvar tenía otras connotaciones. Muchas también visuales, pero sobre todo sociales. "Cuando vi por primera vez su trabajo a mediados de los 80, yo estaba en Londres trabajando con Derek Jarman y viviendo en una especie de versión londinense del mundo en el que él vivíaaquí. Y lo que vi fue algo realmente extraordinario, una sensibilidad que reconocí al instante. Como una especie de parentesco que tenía que ver con vivir y crear desde una sensibilidad queer, pero que él trasladaba a un mundo tradicional en el que había hombres enamorados de mujeres y mujeres enamoradas de hombres, personas con familias... Fue muy importante, porque nosotros vivíamos de una forma más... ¿guetizada? Y su negativa a ser marginal, el ser absolutamente central y aplicar esa sensibilidad a cada fábula que se le ocurría fue algo impresionante, excepcional. No se me ocurre nadie más que hiciera eso en aquel momento, que fuera directo al corazón de la sociedad llevando toda esa sensibilidad consigo. Toda su diversión, sus adornos y sus colores. Todo ese ingenio, esa parodia y lo que él llama barroco, pero en un mundo muy cotidiano, a veces muy tosco. Para nosotros fue muy radical. Yo sabía que España no era exactamente así, tenía muchas ganas de venir y descubrir cómo era en realidad. Y felizmente, estamos aquí, en 'Almodovaria' [risas]. Ahí es donde vivimos cuando venimos a España. ¡Somos ciudadanas de 'Almodovaria'!", y remata con un gesto solemne que desemboca en unas cuantas carcajadas. Las elegidas En la película, entre las dos amigas que recuperan el vínculo y el tiempo perdido se establece una fuerte intimidad, muy cómplice. Uno de los temas del que más hablan es de amores y amantes pasados. De sexo. Pedro Almodóvar decía también estos días, en conversación con este diario, que "el sexo es un buen escudo para luchar contra la muerte y contra lo peor de esta vida". Cuando se le pregunta a las actrices si están de acuerdo, Swinton responde volando que "sí, absolutamente". Y añade que otra forma de combatir la muerte "es la vida misma. La idea de vivir incluso en el morir", que al fin y al cabo es lo que hace su personaje en la película cuando aprovecha sus últimos días para reconectar con su amiga. "El sexo, en última instancia, es conexión, conexión y sensación física", añade Moore. "Y eso en la vida lo es todo. El sexo nos conecta. Nos mantiene vivos, con el corazón latiendo, despiertos". Sobre la alineación de astros que condujo a que fueran ellas quienes acabaran protagonizando el primer largometraje en inglés de Almodóvar, lo cierto es que no resulta un hecho extraño. Como también le pasa a Cate Blanchett, que a punto estuvo de ser la primera en rodar un largo en inglés con Almodóvar cuando ambos compartían el malogrado proyecto de llevar al cine Manual para mujeres de la limpieza, el libro de relatos de Lucia Berlin, las dos han tenido trayectorias muy vinculadas al cine independiente o de autor, pero sin perder la conexión con Hollywood. Por coincidir, incluso tienen la misma edad. "Si merece la pena creer en el destino, esta sería una buena razón para hacerlo. Pero para mí hay esa especie de relación familiar que decía. Y me conmueve que Pedro hacía aquellas películas entonces y todavía las sigue haciendo ahora. Hay tantos compañeros que ya no están vivos... [Derek Jarman falleción en 1994.] El hecho de que él haya continuado, y que se haya convertido en el maestro que es, todavía trabajando a este nivel, es impresionante y algo muy esperanzador", dice Tilda Swinton, que en alguna ocasión ha comentado que, para ella, dos de las grandes fuerzas vitales son el arte y la amistad. La tercera, dice, es la naturaleza. "Yo no sé si fue el destino, pero siempre estaba ahí la posibilidad de que él trabajara en inglés, esos rumores que circulaban cada cierto tiempo...", explica Julianne Moore. "Se hablaba de algún guion en el que iba a trabajar y todas las actrices en Estados Unidos se emocionaban y pensaban: '¡Quizás esta vez sí!'. Porque creo que no hay actriz viva que no quiera trabajar con Pedro. Pero esos rumores flotaban un tiempo y desaparecían: 'Decidió que no quería hacer eso', 'no quiere trabajar en Estados Unidos'. Y cuando esta propuesta apareció en mi correo electrónico fue como... ¡boom!. Surgió de la nada, sin preámbulos. Simplemente llegó su email diciendo: 'Estoy haciendo esta película con Tilda y queremos que te unas a nosotros'. No sé si fue el destino, pero sí sé que lo deseé tanto que finalmente se hizo realidad". Tilda aprovecha entonces para contar una historia que acaba de recordar. Cerca de su casa en las Higlands escocesas hay un monasterio benedictino, y con uno de los monjes, el hermando Finbar, tiene una relación de amistad desde hace mucho tiempo. Finbar, cuenta, siempre ha sido un fraile culto y moderno, lector de revistas de tendencias como Blitz Magazine o i-D. "Un día, hace unos veinte años, me dijo: 'he estado rezando para que trabajes con Pedro Almodóvar'. Y yo le contesté: 'Vale Finbar, sé que tus oraciones son poderosas, pero no creo que como para que consigamos esto'. Así que cuando hice con Pedro La voz humana, le pedí que le mandáramos un pequeño video agradeciéndole sus oraciones. Ese agradecimiento ahora es doble [risas]". Nada suena exagerado, impostado, en lo que dicen las protagonistas de Almodóvar. Se palpa casi físicamente la complicidad, la amistad de la que hablan. Se nota que están contentas en Madrid y en ese territorio que llaman 'Almodovaria'. Felices con una película que ya les ha dado grandes alegrías -un León de Oro en Venecia, nada menos- y que todavía les puede dar muchas más. En el cartel español de La habitación de al lado aparece primero el nombre de Tilda Swinton. En el americano, el de Julianne Moore. Seguramente, asuntos de los departamentos de márketing. Porque viéndolas juntas, pareciera que ellas ni se hubieran enterado.

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