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» Elterritorio
Fecha: 14/10/2024 10:32
Es una enfermedad poco frecuente que en Misiones se diagnostica y se trata a través del servicio de Reumatología del Madariaga. El 90% de los casos se da en mujeres en edad fértil lunes 14 de octubre de 2024 | 5:00hs. El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a múltiples sistemas del cuerpo, caracterizada por la producción de diversos autoanticuerpos. El sistema inmunológico no reconoce al organismo como propio, desencadenando un ataque que puede dañar órganos como la piel, las articulaciones y los riñones. En Misiones, el Servicio de Reumatología del Hospital Madariaga detecta cerca de cinco nuevos casos mensuales, lo que subraya la necesidad del diagnóstico temprano. “El LES tiene un curso variable, presentando brotes y remisiones”, explica Úrsula París, responsable del Servicio de Reumatología del Hospital Madariaga de Posadas. Esta naturaleza multifactorial significa que diversos factores ambientales, genéticos, virales, hormonales y psicológicos interactúan para generar la autoinmunidad. Lupus Eritematoso Sistémico (LES): es el más común. Puede causar inflamación en diferentes partes del cuerpo, especialmente en piel, articulaciones y cualquier órgano interno. Aunque no es curable, es generalmente controlable. Lupus Eritematoso Discoide (LED): afecta sólo la piel y a veces también las articulaciones. En la mayoría de los casos, cursa en forma benigna y pocas veces se convierte en Lupus Sistémico. París señala que, “debido a su naturaleza sistémica, el lupus puede afectar múltiples órganos y presentar una amplia variedad de síntomas, desde formas leves hasta muy severas. Muchos de estos síntomas se comparten con otras enfermedades, lo que provoca retrasos en el diagnóstico”. Entre las afecciones más comunes se encuentran el característico eritema malar, fotosensibilidad, caída del cabello, úlceras orales, derrames pleurales o pericárdicos, fiebre, pérdida de peso, nefritis y complicaciones más graves como anemia hemolítica y convulsiones. La enfermedad es más frecuente en mujeres en edad fértil, con una proporción de nueve mujeres afectadas por cada hombre. La sospecha de lupus suele surgir en mujeres que consultan por caída de cabello, artritis o eritema palmar. En estos casos, se solicitan análisis específicos de laboratorio e, si es necesario, estudios de imagen. “Para formas leves, usamos corticoides en bajas dosis, antiinflamatorios y la hidroxicloroquina, considerada nuestra droga madre. En casos severos, se requieren terapias más agresivas, incluyendo corticoides endovenosos y medicamentos de quimioterapia como la ciclofosfamida”, explica París. Se indica así evitar la exposición solar ya que la enfermedad se brota con los rayos ultravioletas, adecuar la actividad laboral y extracurricular como ejercicios físicos por ejemplo a cada situación particular y generarle al paciente y a la familia la contención necesaria para poder llevar adelante un tratamiento integral que variará según el órgano al que afecte. El uso de antiinflamatorios como tiene indicación para síntomas leves. El tratamiento debe ser integral e intensivo para controlar los síntomas producidos por los órganos dañados como el pulmón, el corazón, el sistema nervioso o el riñón, utilizando corticoides en dosis altas y drogas inmunosupresores. Si la enfermedad presenta síntomas como fiebre, cansancio o lesiones en piel y artritis, el tratamiento será menos agresivo. Todos los pacientes con lupus sistémico deben recibir antipalúdicos por sus múltiples efectos beneficiosos sobre la enfermedad así como también suplementos de vitamina D por su rol protector sobre los huesos, músculos y sistema inmune. No hay ningún alimento perjudicial para el paciente. Por otro lado, cuando la enfermedad afecta al riñón y sobre todo, cuando hay hipertensión arterial, no es recomendable que consuman alimentos salados o condimentados. La alimentación debe de ser completa, sana y equilibrada. Es fundamental que los pacientes sigan un control regular y respeten los tratamientos para prevenir el avance de la enfermedad, que puede ser rápida en su progresión. La concienciación sobre el lupus y la atención adecuada son clave para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad crónica.
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