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» Rafaela Noticias
Fecha: 22/09/2024 19:21
Los alrededores de la Rural se convierten en una oportunidad de trabajo para muchos Por Julio Armando Los alrededores de la Sociedad Rural de Rafaela se convierten, en los días de la muestra, en un lugar de oportunidades para varias personas que se instalan en las esquinas para lavar o cuidar vehículos. Llegan antes de las ocho con sus baldes y rejillas, esperando a los visitantes de la exposición, y se quedan durante 12 horas, hasta que cierra la Rural, momento en el que generalmente terminan de cobrar el trabajo del día. "Está duro, porque este año hay mucha gente lavando, más que otros años", comentó uno de los lavacoches a RAFAELA NOTICIAS, que habló con varios de ellos para conocer la situación en el lugar. En las esquinas, se ven mayoritariamente jóvenes varones, aunque también en algunos casos aparecen familias que acompañan: mujeres y niños. Todos llegaron el jueves a primera hora para "guardar" su lugar y quedarse allí el resto de los días. Las cuadras más cercanas al predio rural son generalmente las primeras en ocuparse. "Si al otro día viene alguien a la misma esquina, le digo que yo estaba primero; de última, le permito lavar en otra cuadra. Les hablo bien, pero hay otros que directamente los echan y se pone picante", explicó otro entrevistado. Por lo general, uno o dos lavacoches se instalan en una esquina y son los "encargados" de lavar en las cuatro cuadras que salen de allí. El agua la consiguen de algún vecino que tiene una canilla cerca de la vereda. "Algunos no quieren, pero otros nos dejan sacar agua; hay gente que es buena", comentó otro lavacoche. La tarifa para lavar un auto oscila entre los 5.000 y 6.000 pesos, mientras que lavar los vidrios es "a voluntad", lo mismo que cuidar el vehículo. Lavar una moto suele costar entre 2.000 y 3.000 pesos. Una de las muestras de lo difícil de la situación, según comentaron a este medio, es que uno de los lavacoches cerca de la Rural había lavado solo un auto en todo el sábado, a pesar de la cantidad de asistentes al predio, y pudo recaudar algo más gracias a colaboraciones de la gente por el cuidado de vehículos. "Ayer (por el viernes) hice 25 mil pesos. Lavé dos autos a 6 mil y una camioneta a 8 mil, que son 20 mil pesos; el resto lo hice cuidando", relató un joven. Ese dinero lo consiguió estando 12 horas en el lugar. Algunos lavacoches mencionaron que, una vez que cierra la muestra, aprovechan para ir a otros lugares donde hay concentración de gente, como el parque o el circo que llegaron a la ciudad. Al ser consultados por la relación con la policía, los lavacoches aseguraron que los agentes los identifican todos los días, y si está todo en regla, los dejan trabajar tranquilos. "Si te portás bien, no pasa nada", comentó uno de ellos. Como anécdota, mencionó que la policía le llamó la atención por estar pelando una naranja con un cuchillo, señalándole que no podía usarlo en la vía pública. Gran cantidad de motos, también resultaron una opción para trabajar. Una de las historias que encontró RAFAELA NOTICIAS durante la recorrida fue la de un hombre de unos 30 años que estos días está lavando autos en la esquina de Chile y Pueyrredón. Es "padre solo", tiene una bebé y una niña de unos 6 años, la cual jugaba en el lugar con una botella de gaseosa, cuya tapa agujereada se usa para lavar vidrios. "No me gusta traerla, porque parecería que quiero dar lástima, pero no tengo con quién dejarla", explicó. A la bebé la deja con una amiga que lo ayuda, pero a la cual le paga con lo que junta trabajando en la calle; si no, no podría ir a lavar autos. Contó que hasta hace poco trabajaba para una empresa contratista de Aguas Santafesinas, pero un recorte de personal lo dejó afuera junto a otros seis compañeros. Ahora hace changas, y lavar autos en la Rural durante estos días le ayuda a llevar algo de dinero a su casa. Mientras realiza este trabajo temporario en las afueras de la Rural, asegura que le pasan algunas cosas buenas. "Vino un hombre y me regaló cinco tortas asadas; también me prometió que si sabía de un trabajo, me avisaría", contó. "Le dejé mi dirección, porque no tengo teléfono; comprarse uno ahora está complicado", añadió. También relató que el jueves pasado, una mujer le dejó su auto para lavar, y además de pagarle 4 mil pesos por el trabajo, le trajo una bolsa con mercadería. "Sabés cómo me ayuda eso", afirmó. Mientras la niña sigue jugando con agua y la noche del sábado cae, el padre espera que se retiren los últimos automovilistas de la cuadra para terminar de cobrar lo que resta. Después, buscará a su bebé, le pagará a la amiga que hizo de niñera e irá a descansar para volver temprano el domingo a la esquina de Chile y Pueyrredón, esperando que más "gente buena" le dé una mano dejando que lave su auto o dándole una colaboración.
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