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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 20/09/2024 12:52
Sucedió el 20 de septiembre de 1984. En esa jornada, el escritor Ernesto Sábato, presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CoNaDeP) entregó el informe “Nunca más” al presidente Raúl Alfonsín. Hace de esto 40 años. En ese trabajo, realizado con no pocos problemas, con intenciones de muchos de que no se realice y hasta con la mirada expectante y asombrada de muchos países del mundo, la CoNaDeP ponía en manos del Presidente de la Nación un trabajo que denominó “Nunca más”, documentando la existencia de 340 centros clandestinos de detención y 8.961 casos de desaparecidos. Fue la primera vez que se hacía algo de esta magnitud en el país. La tarea dio por tierra a la interpretación que se hacía conocer hasta ese momento, siendo los perpetradores de las muertes y las desapariciones quienes tenían en sus manos la información y la interpretación de los hechos. Cuando la CoNaDeP comenzó su tarea no fueron pocos los que dudaban de su efectividad, pero lo cierto es que tras nueve meses de trabajo más que arduo logró como resultado un informe honesto, irreprochable y, además, muy completo, poniendo a la vista de todos los repudiables hechos. Cierto es y tras pasar cuatro décadas, no hay dudas serias sobre la tarea de la CoNaDeP. Su trabajo no solamente carecía de antecedentes en el país, sino también en el mundo. Como si eso fuera poco, los miembros de la Comisión tuvieron que trabajar bajo amenazas diversas y con mil y un obstáculos que ponían los militares que, por entonces, mantenían su fuerza. Asimismo, la mayor parte de la prensa criticaba a la Comisión poniendo en tela de juicio su tarea. Pero el trabajo que Sábato presentara a Alfonsín superó todos los cálculos. En ese trabajo se sumaron miles de denuncias apoyadas en incuestionables pruebas, con claras denuncias sobre la organización y el modus operandi de la represión del gobierno militar. Cuarenta años después nadie duda que fue un trabajo bien hecho, justo y veraz, al punto que con ese claro y terminante documento, quienes pretendan negar los hechos se verán superados por el “Nunca más”. La CoNaDeP fue creada por el presidente Alfonsín el 15 de diciembre de 1983, apenas cinco días después de haber asumido la Presidencia de la Nación. La misma dependería del Ejecutivo, lo que ponía nerviosos a los partidos políticos de la oposición. El peronismo, por ejemplo, decía que le querían sacar participación, pero cuando fue invitado a integrar la Comisión, los legisladores de ese partido no aceptaron esa invitación. Se autoexcluyeron y trataron de quitarle legitimidad, lo que no solamente no lograron, sino que además, ese intento de obtener una ventaja por simple y criticable cálculo político, hizo perder a los opositores un lugar en la historia de ese presente y también del futuro. Claro que esa decisión no llamó la atención de la mayoría, ya que el partido había hecho campaña anunciando que confirmaría y avalaría la ley de autoamnistía de los militares. Pero no fue sólo el PJ que rechazaría la invitación. El Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, hizo lo mismo. Se le había propuesto presidir la Comisión. Augusto Conte y Emilio Mignone, el fundador del CELS, tampoco aceptaron la invitación. Pero esto no detuvo las intenciones y el compromiso del presidente Alfonsín, quien siguió adelante en su intención de sumar integrantes que fueran irreprochables. No jugaba cartas partidarias, sino institucionales. Y se podrían sumar más que hicieron lo imposible para desacreditar la tarea de la CoNaDeP y las intenciones de Alfonsín. Jugaban en esas decisiones intereses propios de grupos, lo que estaba lejos de las intenciones del Presidente. Incluso, en provincias gobernadas por el PJ se anunciaba la creación de comisiones bicamerales para realizar la tarea que, en principio, debía realizar la CoNaDeP, pero en realidad, ninguna de esas comisiones funcionó con efectividad en el esclarecimiento de hechos. Quedó en evidencia que se trataba solamente de una cuestión viciada por intereses políticos. La tarea de la CoNaDeP siguió adelante sin retroceder un paso, más allá de críticas y trabas de distinta índoles y de sectores absolutamente opuestos. El informe, que significó un basamento inapelable en los juicios y condenas a los miembros de las Juntas Militares, fue terminado de manera irreprochable. El 20 de septiembre de 1984 Ernesto Sabato entregó el informe final al presidente Alfonsín y al Ministro del Interior Antonio Troccoli. El “Nunca más” sonó con fuerza en el mundo entero, y sigue siendo un estandarte de justicia, libertad y derechos humanos.
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