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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 13/09/2024 04:57
La imagen de María Contreras Navarro, de 69 años quedó registrada en una cámara de control de ruta a la salida de Río Grande, el 11 de febrero del corriente año. Luego, pareció habérsela tragado la tierra. En horas de la mañana del día jueves 12 de septiembre, personal policial de búsqueda y rescate de la División Servicios Especiales, a las órdenes del Juzgado de Instrucción Nro 2 a cargo del juez Raúl Sahade, realizó un nuevo rastrillaje por las costas de Punta María, con resultado negativo. La extraña desaparición de María Contreras Navarro, vecina de la ciudad de Río Grande, cumplió el miércoles último, 7 meses sin esclarecerse. La comunidad en general continúa consternada por el hecho pero es su familia particularmente la que continúa con la angustia y la desesperación de no tener respuestas a sus interrogantes. Cabe destacarse que desde un primer momento los hijos de la mujer de 69 años de edad declararon en sede policial que descreían de la hipótesis consistente en que su madre se podría haber ahogado mientras mariscaba en la zona de Punta María junto a su pareja Manuel Oyarzo de 70 años. Esa posibilidad se basa precisamente en los dichos del hombre, con quien según los familiares consultados, María tenía una relación tóxica y violenta. En la comisaría segunda dijeron desde el primer momento que tienen el temor de que el novio de su madre pudiera haber atentado contra ella. Manuel Oyarzo y María Elsa Contrera Navarro, tenían una relación sentimental desde hacía un año aproximadamente, pero ese periodo – según relató Melisa, hija de la desaparecida – habría estado plagado de idas y venidas, peleas verbales y físicas inclusive. Precisamente el día antes de que se produjera la desaparición, María le había confiado a Melisa que había terminado con Manuel, mostrándose muy afligida por ello. Alrededor de la 1 de la madrugada del domingo – día en que su madre desapareció – Melisa recibió una llamada de María, quien le contó que se había reconciliado con Manuel y que la relación se había reiniciado nuevamente. Ella insistía en apostar a la relación con Oyarzo “porque no me quiero quedar sola”, le repetía a su hija, pese a las recomendaciones de su familia de que terminara de una buena vez un vínculo tan violento. 13 horas más tarde, a las 2 de la madrugada del lunes, Melisa recién se enteró de la desaparición de su madre cuando Oyarzo acudió personalmente a su domicilio para avisarle. El hombre refirió que ese día domingo había ido con María a recolectar mariscos a la playa, adentrándose él unos 200 metros en el mar. Al regresar a la orilla señaló que ya no la vio más, comenzando la búsqueda por todo el sector. Al cabo de algunas horas dijo que decidió pedir ayuda a los moradores de las cabañas del lugar. Con el propietario del complejo continuaron buscando a la mujer, solicitando finalmente ayuda a la Policía ante la falta de resultados. Con las primeras luces del día se sumó a la tarea personal de Prefectura Naval, ante la posibilidad de que la mujer hubiera quedado atrapada por las mareas, pero no se produjo el hallazgo de ningún elemento para avanzar en esa hipótesis. Personal de Defensa Civil y de la Policía rastrillaron las costas, sin obtener ningún resultado, mientras en la ciudad la Justicia ordenaba el allanamiento tanto de la casa de Oyarzo como la de Contreras, en el barrio Perón. La novedad en el caso da cuenta que la Justicia dispuso reanudar la búsqueda de María en el último lugar en el que habría estado, interrumpida por la llegada del invierno. De este modo el juez Raúl Sahade, titular del Juzgado de Instrucción Nro. 2 reactivo la causa N° 43876/2024, aunque el tiempo transcurrido conspira contra las posibilidades de saber qué pasó con la vecina riograndense. La descripción de María es: 1,5 m de estatura, de contextura física delgada, tez blanca, ojos marrones oscuros y cabellos cortos y rubios. Las personas que pudieran tener algún dato sobre su paradero, dado que se investiga también la posibilidad de que haya viajado a otras localidades, podrán comunicarse al teléfono de emergencias 101, 911 o a la dependencia policial más cercana.
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