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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 10/08/2024 03:57
Escuela de Educación Integral Nº 4 Mayor Pastor es la única escuela de educación especial de la ciudad de Rosario del Tala -la más próxima está a 50 kilómetros, en Maciá-, tiene 60 alumnos y un futuro incierto. El edificio está en obras y la obra está paralizada, como todas las obras públicas que se paralizaron con el cambio de gestión. Entonces, docentes y alumnos debieron mudarse. La Asociación Talense de Ayuda al Discapacitado (ATADIS) cedió sus instalaciones para que funcionara la escuela. Pero ese convenio de uso vence en diciembre, y sin posibilidad de renovación por lo cual el ciclo lectivo 2025 los encontrará en otro sitio para funcionar aunque de momento no saben en qué lugar. En la nueva normalidad a la que obligaron las circunstancias, la Escuela Especial de Rosario del Tala funciona con sistema de burbujas: sus 60 alumnos se dividen en grupos. Un día tiene clases un grupo; otro día, otro grupo. Y así. La situación no sólo acarrea complicaciones desde el punto de vista pedagógico. «Hay chicos que comen un día, y otro no», admite Fabricio Pons, director de la escuela. «No sabemos cuándo comenzará la obra de reparación de nuestra escuela que está paralizada. La ultima noticia fue en junio. Nos dijeron que a fines de agosto o mediados de agosto se podía llegar a liberar la obra pero hasta el momento no hay ninguna novedad. Miramos el expediente, no hay movimiento, no hay noticias, y no tenemos donde ir en 2025», se lamenta. Son 60 alumnos, alumnas, sus familias y la comunidad educativa de la Escuela de Educación Integral de Tala que están librados a su suerte, dependiendo de la solidaridad de quienes le prestan espacios en los que, para dar clases, deben turnarse: un día sí, un día no. La escuela entró en obra en septiembre del año pasado y a los dos meses la empresa se fue, tras romper paredes, arrancar cableados y dejar el espacio inutilizable. Desde entonces no hay dónde dar clases. No hay respuesta, tampoco, de nadie. Este 9 de agosto se conmemora el día de la Educación Especial; pero sin dudas no es una jornada festiva para las y los gurises que día a día asisten a la Escuela de Educación Integral Nº 04 Mayor Pastor, de Tala. Hace más de medio año no pueden entrar al edificio que ocupaba la escuela dado que la empresa que trabajaba en obras de mejora abandonó el espacio de la noche a la mañana, dejándolo inhabitable. La institución, creada en 1969, después de 10 años de gestionar mejoras edilicias, logró finalmente el año pasado que le asignaran la obra a una empresa, que en septiembre comenzó a trabajar. A tan solo dos meses del inicio, el 3 de diciembre, abandonó el trabajo aduciendo falta de pago por parte de la gestión anterior del gobierno de Entre Ríos. En ese entonces, los directivos del establecimiento educativo advirtieron que los operarios habían estado picando paredes, quitado las instalaciones eléctricas, y en ese estado y sin servicios, la escuela había quedado totalmente inutilizable. ¿Qué hacer sin respuestas y con una escuela en ruinas? En febrero, al retomar el personal directivo de la institución a las tareas, ya fue más que evidente que los reclamos y gestiones no avanzarían y que había que resolver qué hacer con los estudiantes. Se trata de una matrícula de 60 alumnas y alumnos, entre pequeños, jóvenes y adultos con diferentes tipos de discapacidad, no solo de Tala sino también de zonas aledañas. Se necesita una infraestructura adecuada y adaptada para su funcionamiento, así que encontrar un lugar transitorio con la capacidad para todos y todas dentro de la ciudad se transformó en una odisea. Luego de mil intentos desesperados, el ciclo lectivo 2024 recién tuvo comienzo a fines de marzo y de modo muy precario, gracias a la solidaridad de la Asociación Talense de Ayuda al Discapacitado (Atadi). El funcionamiento que hoy tienen, por medio de “burbujas”, es decir, yendo a clases un día si y uno no, turnándose y con las complicaciones de estar en un espacio “prestado” y no adaptado, hace todo más difícil para las y los estudiantes y comunidad educativa. Hoy, mientras todas las escuelas de este tipo están de celebraciones y festejos, el clima en Tala es de profunda tristeza, sobre todo ya pensando en el Ciclo Lectivo 2025, que no augura una solución en el horizonte. La modalidad de Educación Especial se creó para dar respuesta, para atender y tender una mano solidaria y educativa para todos y todas, sin distinción. Las y los docentes que trabajan en estas escuelas ponen corazón y vida para que la asistencia a clase sea un motor de ayuda y sostén para las y los alumnos. Un segundo hogar, uno que cobije y acompañe. Es imposible todo eso sin los muros que den abrigo, seguridad y permitan la debida continuidad del necesario proceso pedagógico. Las y los que asisten a la escuela extrañan a sus compañeros, extrañan verse todos y todas y trabajar juntos. Ocho meses no son emergencia. Ocho meses ya son desidia. Y abandono. No puede ser. La obra, que tenía un plazo de 270 días de ejecución, al día de hoy sigue parada y con ella todas nuestras expectativas de volver a recorrerla. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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