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» La voz
Fecha: 26/07/2024 09:18
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Instituto dejó pasar un tren de esos que nunca se saben cuándo volverán a pasar. A la Gloria la embocaron sobre el final y cayó 1-0 en su visita a Atlético Tucumán. De esta manera, dejó escapar la chance de convertirse en el único líder de la Liga Profesional. Y además, se perdió la oportunidad de volver a meterse en zona de copas. Y si la bronca por la derrota habla por sí sola, peor aún si se tiene en cuenta el penal que no supo aprovechar cuando las cosas estaban 0-0 al promediar al complemento. Es cierto también que Instituto no había hecho grandes méritos para ganar el partido y que el empate le sentaba bien, pero falló donde no se debía y lo pagó caro. Carísimo. Pero más allá del dolor por lo que pudo ser y no fue, habrá que dar rápido vuelta de página. Pasado mañana los dirigidos por Diego Dabove recibirán a Boca y tendrán la chance de levantarse rápido de un mazazo de esos que nunca vienen bien. Volviendo al partido en sí, hay que remarcar que el primer tiempo no dejó mucho para contar. Atlético fue el que más insinuó en el comienzo y avisó con un par de remates de Joaquín Pereyra. El Decano contuvo bien a los creativos de la Gloria y de esta manera el equipo de Dabove empezó a abusar de pelotazos que no llevaban a nada. El partido era aburrido para cualquiera que quisiera verlo. Recién a los 30 minutos Instituto consiguió su primer córner y a partir de ahí empezó a despertar. Primero estuvo cerca con un remate de Gregorio Rodríguez y luego con otro de Giuliano Cerato. Pero en ambos casos se lució Tomás Durso, arquero del Decano y figura de la cancha. Pero en el medio de eso Atlético tuvo el gol con un disparo del “Pulga” Rodríguez que se desvió con lo justo en Alarcón, el mejorcito otra vez en la Gloria. Y después Roffo le tapó un “bochón” a Bajamich. De esta manera se fueron al descanso con un 0-0 acorde a lo que habían mostrado uno y otro en la primera etapa. Que quizá pudo ser un 1-1, pero los arqueros de ambos respondieron bien casi siempre. Hay un viejo axioma futbolero que remarca que los goles que se erran un arco se sufren luego en el propio. Y eso es lo que terminó pasando a Instituto en Tucumán. A los 23 del complemento tuvo una chance inmejorable de pasar al frente pero Russo falló el penal que hoy tanto se lamentan todos. El ex Rosario Central le pidió la pelota a Puebla y por querer asegurar su remate abrió mucho el arco del botín derecho. Durso tapó el remate y levantó a la gente. Y sobre el cierre el partido quedó abierto para cualquiera que se atreviera a ganarlo. Pero para eso también se necesitaba la puntería que hasta el momento brillaba por su ausencia. Hasta que a los 39 del segundo tiempo el ingresado Estigarribia sacó un remate inatajable que dejó a Instituto con las manos vacías. Fue un castigo demasiado grande para la Gloria en el marco de un partido al que el empate le sentaba bien.
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