Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El derecho a la pereza

    » Perfil

    Fecha: 06/07/2024 13:25

    Debido a su propia naturaleza, la utopía es el oasis del futuro para los desiertos de todo presente, lo que no quiere decir que su condición no se actualice en algún momento bajo la figura de su propia transformación, ya bajo la forma de un paraíso oblicuo o de una pesadilla infernal. Nada está escrito de antemano, salvo las profecías de los libros sagrados, cuya antigüedad y primitivismo –sobre todo en sus metáforas agrícolas– son salvados por la belleza elemental de sus afirmaciones y por el esfuerzo interpretativo de sus exégetas. ¿Por qué voy a esto? Cuando yo era adolescente y transitaba mis primeras lecturas “serias” (de la buena literatura a la divulgación política que florecía en las mesas de ofertas de la Avenida Corrientes), me encontré con un texto que se convirtió en mi Biblia de uso privado. Se trata de El derecho a la pereza, de Paul Lafargue, un ensayo escrito en 1880 para rebatir y burlarse de El derecho al trabajo, escrito en 1846 por el historiador socialista Louis Blanc. Digo que se convirtió en mi Biblia porque en mi desasosiego de aquellos años, ante la angustiosa pregunta que se me hacía en mi condición de nueva carne fresca que debía arrojarse al Moloch del mercado –“¿de qué pensás trabajar?” “¿de qué pensás vivir?” ”qué vas a hacer de útil” (escuchen el chirriar de las dos últimas vocales, las más desdichadas), mi respuesta era refugiarme en ese libro de cabecera. En mi recuerdo, las propuestas de Lafargue eran una luminosa, rabelesiana afirmación sobre las felicidades próximas. Ya en 1880 decía que el desarrollo de las fuerzas productivas y el cúmulo de productos salidos a partir de esos nuevos desarrollos, volvían prácticamente innecesario el esfuerzo del proletariado. Bien distribuido, las existencias alcanzaban para todos: podíamos dedicar nuestras vidas a gozar, comer, beber, viajar, pasear, hacer el amor, leer, escribir, componer música… El milagro de los excedentes. Ahora bien, ¿qué ha pasado desde entonces hasta ahora? Ciertamente, el desarrollo de las fuerzas ha sido inconmensurable, tanto como el crecimiento de la población, pero la distribución de esos bienes es cada vez más aberrante e injusta, y las poblaciones crecidas y crecientemente pauperizadas votan con patente desconcierto a candidatos que proponen ajustar su collar de ahorque. Esto no les gusta a los autoritarios El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad. Hoy más que nunca Suscribite Según sus propugnadores, defenestradores y teóricos de toda laya, la Inteligencia Artificial generará una nueva Revolución: la de los desocupados. Líneas enteras de oficios, profesiones y ramas de producción desaparecerán, sustituidas por las máquinas. Pero figuras anacrónicas y reaccionarias como las de nuestro gobierno y otros piensan el futuro como un retorno al pasado y no tienen por respuesta otra propuesta que el cinismo y la crueldad. Convendría que escucharan a su ídolo, Elon Musk, que no sabemos si leyó a Paul Lafargue pero está proponiendo para lo próximo que se viene un mundo de beneficiarios de la renta de las nuevas tecnologías, un salario básico universal.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por