Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Descubren restos de una especie humana que existió hace 100.000 años y que desapareció misteriosamente

    » La Nacion

    Fecha: 04/07/2024 15:02

    Escuchar Esta semana se dio a conocer el descubrimiento de una especie cercana al ser humano que dejó de existir misteriosamente a la par que el Homo sapiens sapiens se desarrollaba. Según la investigación que llevó a cabo un grupo de arqueólogos en la ciudad de Xiahe, en la región de tibetana de Gansu, China, los datos arrojaron que estos pobladores tenían costumbres de alimentación particulares, entre ellas cazar y procesar a sus presas. Los denisovanos sobrevivieron en la meseta tibetana durante casi 100.000 años, período en que el Homo erectus evolucionó al Homo sapiens sapiens. En la cueva kárstica de Baishiya, a 3280 metros sobre el nivel del mar, los científicos hallaron restos óseos de animales asesinados entre tres fragmentos de esqueletos de esta especie primate. El estudio se publicó en la revista Nature y dejó en claro la presencia de otras especies homínidas que se encaminaron a desarrollarse como el ser humano, pero que quedaron relegadas hasta la extinción. Entrada a la cueva kárstica de Baishiya, en China, donde se hallaron los restos fósiles (Fuente: grupo de Dongju Zhang (Universidad de Lanzhou) Los indicadores de radio carbono señalaron que los huesos datan de hace 48.000 y 36.000 años, por lo que dejó estupefactos a los investigadores de la Universidad de Lanzhou de China, quienes confirmaron que son los fósiles más jóvenes de los denisovanos y que existieron más cerca de nuestra era de lo que se pensaba. Algunas características que los identificaron como humanos fueron sus capacidades de razonar primitivamente. Cazaban, descuartizaban y procesaban a animales grandes y pequeños. Junto a los restos óseos aparecieron los huesos de criaturas como rinocerontes lanudos, ovejas azules, marmotas y aves. Gracias al reciente estudio se comprobó que tenían la capacidad de resistir el clima extremo en uno de los entornos más crudos de la Tierra, con temperaturas cálidas y frías superiores al promedio. Esto les aseguró una predominancia y aprovechamiento eficiente de los animales disponibles según la estación del año en que se encontrasen. Dos huesos recuperados de la cueva de Baishiya: un fragmento de costilla de un denisovano (arriba) y una vértebra de hiena manchada (abajo) (Fuente: grupo de Dongju Zhang (Universidad de Lanzhou) Dongju Zhang, arqueólogo y profesor de la unidad académica citada anteriormente, se preguntó: “Sabemos que los denisovanos vivieron y ocuparon la cueva y esta meseta tibetana durante tanto tiempo, pero lo que realmente queremos saber es: ¿cómo vivían allí? ¿Cómo se adaptaron al entorno?”. Ante la escasez de fósiles, las investigaciones en torno a esta arcaica versión del ser humano fueron pocas y sin detalles certeros. Debido al reciente hallazgo, los científicos podrán mejorar el conocimiento sobre la especie. “Utilizaron todos estos animales que tenían a su disposición, lo que significa que su comportamiento es flexible”, destacó el arqueólogo. Entre los fragmentos óseos de estos humanos, se rescató una costilla, lo que ayudó a comprender que los denisovanos vivieron en una época en la que los Homo sapiens sapiens se desperdigaron por Europa y Asia. En el artículo se explicó que en 2010 se identificaron los primeros denisovanos en la cueva Denisova de Rusia. Tras un análisis de ADN, los expertos lograron dirimir entre una especie de homínido y otra. “[Esta] también albergó a neandertales y a los primeros Homo sapiens en varios momentos a lo largo de unos 300.000 años”, asegura. Excavación en la cueva cárstica de Baishiya (Fuente: grupo de Dongju Zhang/Universidad de Lanzhou) En 2019, un monje budista que se retiró a meditar a la cueva de Baishiya se encontró con molares y huesos de los denisovanos, que más tarde compararon con el ADN de los ejemplares rusos y su material celular coincidía en un 100 por ciento. Sobre el proceso de identificación para separar humanos de animales, los coautores de la investigación Dongju Zhang y Frido Welker -científico arqueológico de la Universidad de Copenhague-, junto con sus ayudantes, identificaron más de 2000 huesos en un análisis químico, donde las características de las proteínas de colágeno sirvieron para diferenciar las distintas especies de seres vertebrados. LA NACION

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por