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  • Gran Bretaña vota con la certeza de un golpe al gobierno conservador y una firme victoria laborista: algunas claves

    » Clarin

    Fecha: 04/07/2024 10:46

    Gran Bretaña está votando hoy en sus elecciones generales. El ganador se conocerá a las 10 de la noche, cuando cierran los comicios. El Partido Laborista está en camino de ganar la mayor mayoría de cualquier partido en la historia moderna, según sugiere una importante encuesta de YouGov, con una mayoría de 212 bancas al menos. Los conservadores quedarían reducidos a 102 parlamentarios. El primer ministro Rishi Sunak expresó sus temores de que no podría ganar su propia banca en su jurisdicción y forzaría a los divididos Tories a buscar un nuevo líder para encabezar la oposición. Nunca sucedió en la historia de los premier que perdieran su escaño en una elección. La votación se abrió a las 7 de la mañana y cerrarán a las 10 de la noche, cuando será autorizada la primera proyección de resultados. Los británicos deberán concurrir a las urnas con un documento de identidad por primera vez en la vida. Como no existe este tipo de documentos en el reino, podrán utilizar el carnet de conductor, el pasaporte, un permiso de residencia, la carta para viajar en subterráneo, o un documento de elector anónimo. En el reino se niegan a aceptar la cédula de identidad por tradición y privacidad. Los líderes políticos votaron temprano. El primero fue el primer ministro Rishi Sunak acompañado por su esposa Akshata Murty, billonaria india, en Richmond, en Yorkshire, en un día de sol que va a favorecer la concurrencia. No es feriado el día de la votación en el reino. Lo siguió el nacionalista escocés John Swimnney en Perth y Kinross, acompañado por Mathews, su hijo adolescente, al que su padre llevó para enseñarlo a votar, como hacen muchas familias británicas con sus chicos menores. Por primera vez vez, los nacionalistas pro independentistas escoceses van a ser seriamente desafiados por el laborismo en esta elección en Escocia. El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, y su esposa Victoria, luego de votar este jueves en Londres. Foto: REUTERS El laborista Sir Keir Starmer, que esta noche puede resultar elegido el nuevo primer ministro británico, fue acompañado por su esposa Victoria en Camden, en el norte de Londres. Él, con corbata colorada y ella, con un vestido del mismo color y zapatillas. El liberal demócrata Sir Ed Davey y Emily, su esposa, votaron en Surbiton, al sudoeste de Londres al mediodía. Las últimas arengas Al cierre de la campaña anoche, el primer ministro Sunak instó a los votantes que habían abandonado su partido a regresar, diciendo que tenían "el poder de impedir un gobierno laborista sin control". Sir Keir Starmer dijo que una victoria laborista marcaría el comienzo de una “nueva era de esperanza y oportunidades después de 14 años de caos y decadencia. “El futuro de Gran Bretaña está en las urnas”, fueron sus últimas palabras antes de que comenzara a regir la veda electoral el miércoles a la noche. Si es elegido, asumirá el viernes antes del mediodía, tras una entrevista con el rey Carlos III, que le pedirá formar gobierno. Los electores en el reino llegan al comicio a caballo, en medio de su cabalgata matinal, con sus perros y gatos, que pueden acompañarlos hasta el lugar del voto. Un sitio de votación en Surbiton, Gran Bretaña, este jueves. Foto: EFE ¿Victoria histórica? La encuesta de YouGov encontró que Sir Keir Starmer estaba en camino de convertirse en primer ministro británico el viernes con 431 parlamentarios. Estos resultados no sólo serían el mejor desempeño electoral de la historia del Partido Laborista, sino también la más amplia mayoría para cualquier partido desde 1832. Predijo que los conservadores perderían más del 70 por ciento de las bancas que obtuvo el partido hace cinco años. Según esta proyección, algunos de los nombres más importantes de la política conservadora perderían sus bancas en las elecciones generales. Potencialmente, 16 de los 26 ministros del gabinete en pie podrían irse, incluido Jeremy Hunt, el canciller, el ministro de defensa Grant Shaps, la líder de la Cámara de los Comunes Penny Mordaunt y el ex líder Tory Sir Ian Duncan Smith. Una catástrofe electoral para un partido dividido entre los conservadores tradicionales y una ultraderecha que se ha apoderado de su discurso, que encabeza la ex ministra del interior y abogada, Suella Braverman, que busca reemplazar a Sunak como líder. You Gov predijo que los Liberales Demócratas ganarían 72 escaños, lo que sería el mejor desempeño del partido. Pero la polarización ha reducido esas bancas ahora a solo tres. En sus comentarios finales de campaña, Sunak instó a los votantes a pensar de nuevo antes de emitir su voto. “Si hay que creer en las encuestas”, dijo, “el país podría despertar mañana con una supermayoría laborista, lista para ejercer su poder sin control, aumentar los impuestos de todos y dejar al Reino Unido vulnerable a las amenazas que enfrentamos en casa y en el extranjero”, dijo el primer ministro conservador en su última arenga electoral. "Tienes el poder, tienes voz, tienes voto. Úsalo para detener a Starmer, para detener a una supermayoría laborista", remarcó Sunak. Dijo que incluso si perdía, podría dormir cómodamente sabiendo que había hecho lo que creía correcto. “Una conciencia tranquila es la almohada más suave”, aseguró. Sir Keir Starmer instó a la gente a no dar por sentadas las encuestas y a asegurarse de que, si querían un gobierno laborista, votaran por él. "El pueblo británico merece un gobierno que esté a la altura de sus ambiciones", afirmó. “Hoy tenemos la oportunidad de comenzar el trabajo de reconstruir Gran Bretaña con los laboristas. Pero el cambio sólo se producirá si votas a favor”. Gran Bretaña este jueves con la perspectiva de un giro en el gobierno. Foto: EFE Elecciones adelantadas No solo quisieron sorprender a los laboristas. La razón del adelantamiento de estas elecciones imprevistas también tiene un nombre: Nigel Farage. A el quería frenar Rishi Sunak, cuando formó y después lideró como candidato el partido UK Reform, directa competencia con los tories y profundamente racista. Nigel Farage, de UKL Reform, afirmó que “el país necesita tomar una dirección muy diferente” a la de los dos partidos principales. El líder reformista del Reino Unido predijo que “la política británica se fragmentará en los próximos cinco años”. Sir Ed Davey, líder del Partido Liberal Demócrata, dijo que su partido tenía “un trabajo especial para expulsar a los conservadores”. En gran parte del país “los liberales demócratas han demostrado que somos el partido que debe sacar a los conservadores”. Divisiones en el partido conservador Los tories se han fragmentado, en una cadena de mutuos reproches. La campaña conservadora, criticada como una de las peores de la historia, estuvo dividida por divisiones y plagada de errores evitables desde el principio. Desde las imágenes de un Rishi Sunak empapado en las afueras de Downing Street hasta la embarazosa disculpa del primer ministro por abandonar temprano las conmemoraciones del Día D en Normandía, los conservadores han pasado gran parte de las últimas seis semanas a la defensiva y lidiando con heridas autoinfligidas. Una sede del Partido Laborista en Walthamstow, Londres, este jueves. Foto: EFE Hubo recriminaciones entre bastidores en la sede de la Campaña Conservadora (CCHQ), a medida que surgían divisiones entre el equipo de Sunak en Downing Street y la campaña en general. "'Ellos y nosotros' ha sido realmente un problema", dijo un alto funcionario del partido del conservador. Definitivamente ha habido divisiones". Esas grietas comenzaron incluso antes de que se convocaran oficialmente las elecciones. Mientras un grupo de importantes aliados de Sunak, supuestamente encabezado por Oliver Dowden, el vice primer ministro, presionaba para que se celebraran elecciones en julio, otros, incluido Isaac Levido, el hombre que dirigiría la campaña, se oponían. Dowden niega que estuviera presionando para que se celebraran elecciones anticipadas. La mayoría de los ministros del gabinete se mantuvieron completamente al margen. a estrategia era atrapar tanto al Partido Laborista como, más importante aún, al Reform UK. Pero a pesar de que el personal superior del CCHQ estaba al tanto de los planes previos a los resultados de las elecciones locales de mayo, entre las personas cercanas al primer ministro existía la sensación de que el partido podría haber estado mejor preparado. "Hicimos un trabajo increíble al mantener en secreto el momento de las elecciones. Pero luego no lo aprovechamos porque el CCHQ no estaba preparado", dijo una fuente. “Sería justo decir que cuando llegamos allí, muchos de nosotros nos quedamos bastante sorprendidos por la falta de preparación. Deberíamos haber estado mucho, mucho mejor preparados”.

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