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  • Por qué algunas personas no hablan de dinero con su pareja

    » Clarin

    Fecha: 04/07/2024 07:52

    Las personas estresadas por su situación económica suelen ser reacias a hablar de dinero con su pareja, aunque pueda ser beneficioso para su relación, según revela un nuevo estudio. El informe creado por investigadores de la Universidad de Cornell y la Universidad de Yale, publicado este mes en The Journal of Consumer Psychology, asegura que las personas preocupadas por las facturas, agobiadas por el exceso de gastos o preocupadas por la gestión del dinero pueden esperar que una "charla sobre el dinero" desemboque en una discusión, por lo que evitan tocar el tema. Sin embargo, estudios anteriores demostraron que hablar de dinero ayuda a las parejas a gastar de forma más responsable y a gestionar mejor sus deudas. "Anticipan el conflicto, por lo que optan por no mantener estas conversaciones", afirma Emily Garbinsky, profesora asociada de marketing y comunicación de gestión en la escuela de negocios de Cornell y una de las autoras del estudio. ¿Por qué a algunas personas les resulta tan difícil hablar de dinero con sus parejas? Aja Evans, terapeuta financiera de Nueva York, dice que la gente puede sentirse avergonzada de tener problemas de dinero. Puede preocuparles que hablar de estas cosas con su pareja perjudique su relación. "Es un mecanismo de defensa", dice. "Pero con los problemas financieros, cuanto más lo evitás, peor se pone". Megan Ford, profesora y terapeuta financiera de la Universidad de Georgia, dijo que las personas procedentes de familias con dificultades financieras o que no fomentaban hablar de dinero pueden carecer de buenos modelos para mantener conversaciones productivas sobre finanzas. Hablar de dinero ayuda a las parejas a gastar de forma más responsable. Foto ilustración Shutterstock. "Cada uno lleva su propio equipaje económico a la relación", afirma. "A veces es un bolso. A veces son tres valijas grandes". Pero cuanto más se evitan las conversaciones financieras, añadió Ford en un correo electrónico, más oportunidades se pierden de comprenderse mejor a sí mismas y a sus parejas. Brad Klontz, psicólogo y planificador financiero, dijo que las parejas en algún momento suelen tener "la conversación" sobre los planes de futuro, incluyendo el tema de tener hijos. "Pero no creo que la gente tenga esa conversación sobre el dinero", afirma. A él le gusta hacer reflexionar a los pacientes con preguntas que pueden ayudarlos a localizar el origen de sus actitudes, como "¿cuáles son mis tres objetivos financieros principales?" y "¿cuáles son mis recuerdos más dolorosos y alegres sobre el dinero?". Cuando se trata de gestionar el dinero, los polos opuestos suelen atraerse, afirma Scott Rick, profesor asociado de marketing en la escuela de negocios de la Universidad de Michigan y autor de Tightwads and Spendthrifts: Navigating the Money Minefield in Real Relationships (Amarretes y gastadores: cómo caminar por un campo minado en las relaciones reales). Una persona que suele ceñirse a un presupuesto estricto puede enamorarse al principio de una pareja con menos restricciones financieras. "Puede ser encantador al principio", dice Rick, "especialmente para un tacaño que se siente cautivado por un derrochador despreocupado". Cuando se trata de gestionar el dinero, los polos opuestos suelen atraerse. Foto ilustración Shutterstock. A largo plazo, sin embargo, lo que al principio resulta fascinante puede volverse irritante, sobre todo si la pareja tiene hijos y debe presupuestar sus necesidades además de las propias. Pero en general, cada miembro de la pareja puede equilibrar las tendencias más extremas del otro. Rick dice que mientras él está más dispuesto a derrochar, su mujer es más cauta a la hora de gastar. "Estoy casado con una tacaña", dice, y funciona muy bien porque él y su mujer tienen un toma y daca. "Yo la dejo ganar en cosas materiales, y ella me deja ganar con experiencias o vacaciones", dijo. "No querés que una persona gane todo el tiempo. Necesitás esas perspectivas diferentes". El informe de Garbinsky y sus colegas descubrió que la situación de la conversación sobre el dinero no es desesperada. Animar a las personas a ver los conflictos financieros como "solucionables" en lugar de "perpetuos" -es decir, basados en diferencias fundamentales en sus enfoques de la gestión del dinero- hace que sean más propensas a hablar de finanzas con su pareja, según los investigadores. Cuando la gente ve que "los problemas financieros tienen solución y que es posible llegar a un acuerdo", afirma Garbinsky, "se muestra más dispuesta a hablar con su pareja". Animar a las personas a ver los conflictos financieros como "solucionables" hace que sean más propensas a hablar de finanzas con su pareja. Foto ilustración Shutterstock. Aquí, algunas preguntas y respuestas sobre las relaciones y el dinero: ¿Es mejor que las parejas tengan cuentas bancarias conjuntas o separadas? Los estudios sugieren que compartir los fondos aumenta la satisfacción en las relaciones, afirma Garbinsky. Compartir una cuenta obliga a hablar de dinero. "Ayuda a que las parejas se pongan de acuerdo", afirma. Rick dice que una cuenta conjunta ayuda a la pareja a pensar que todo su dinero les pertenece como unidad y no como individuos. Los grandes gastos, como el alquiler, la hipoteca o los gastos del auto, y los básicos, como los servicios públicos, deben pagarse desde la cuenta conjunta. "Blanqueen todo el dinero a través de una cuenta conjunta", dice. "Es todo 'nuestro' dinero, para las decisiones de alto nivel". Pero Rick también sugiere que a cada miembro de la pareja se le asigne una cantidad, guardada en una cuenta separada, para cubrir sus gastos personales y las facturas de las que sea responsable individualmente. Las cantidades no tienen por qué ser iguales, dice. Si uno de los progenitores se encarga de los pagos de la guardería, las clases de música o las cuotas deportivas de los niños, ese progenitor recibiría una asignación mayor. Los grandes gastos deben pagarse desde la cuenta conjunta. Foto ilustración Shutterstock. De este modo, cada miembro de la pareja puede gastar en el día a día sin sentir que su cónyuge está examinando cada compra. "Necesitamos nuestros intereses y aficiones individuales", afirma. ¿De qué manera las parejas pueden empezar a hablar de dinero? Si las conversaciones sobre dinero le dan miedo, empiece practicando con decisiones "poco arriesgadas", dice Debra Kaplan, terapeuta licenciada y autora de Coupleship Inc.: From Financial Conflict to Financial Intimacy (Sociedad conyugal Inc.: Del conflicto financiero a la intimidad financiera). En lugar de debatir, digamos, cuándo o dónde quieren jubilarse, empiecen con algo como cuánto gastar en sus próximas vacaciones. "Imagine que está en un equipo resolviendo un problema", dice. "Está trabajando para conseguir un resultado por el bien mayor del equipo, no por 'lo que voy a perder si no me salgo con la mía'". Ford sugiere que, en lugar de sentarse frente a frente en una mesa, den un paseo juntos al aire libre cuando hablen de dinero. El aire fresco los ayudará a despejar la mente. Pueden caminar uno al lado del otro para no mirarse directamente, lo que puede resultar menos intimidatorio. Una cita para hablar de dinero es un buen concepto, dicen los expertos. Foto ilustración Shutterstock. ¿Con qué frecuencia deben hablar de dinero las parejas? Evans recomienda reservar regularmente un tiempo -idealmente, una vez al mes- para hablar de sus finanzas. "Me encanta el concepto de 'cita para hablar de dinero'", dice. Los temas pueden incluir una revisión de los gastos recientes o el progreso hacia los objetivos financieros. Pueden hacerlo en casa o en un restaurante, si se sienten cómodos.

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