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» Diario Republica
Fecha: 03/07/2024 12:49
Cuando pudo hablar con El Diario de la República, Noemí, nombre de fantasía ya que la mujer prefirió no revelar su verdadera identidad, todavía estaba asustada. Habían pasado menos de 24 horas desde que, en pleno centro y a solo 3 cuadras de la Comisaría 1ª, intrusos se colaron por el fondo de su vivienda, cargaron televisores, herramientas y otros electrodomésticos en el auto familiar y huyeron. Todo sucedió el martes a la madrugada en Falucho entre Bolívar y Las Heras, alrededor de las 2 de la mañana. La mujer y su marido descansaban en su dormitorio, pero el hombre escuchó un ruido y se alertó. El alboroto provenía de la cochera y hacia allí se dirigió. Fue gigante la sorpresa cuando vio su auto, un Ford Focus blanco, cargado con sus pertenencias y dos hombres adentro, uno en la butaca del conductor y otro en la del acompañante. Cuando los malhechores vieron a los dueños de casa atinaron a encender el vehículo y huir. Pero ni siquiera se molestaron por abrir el portón del garage: pusieron marcha atrás y salieron atropellando todo lo que había entre el Focus y la calle: un portón de madera, un Ford Ka blanco que dormía en la antecochera y la reja negra que da a la vereda. El Ka terminó incrustado en el portón de rejas del vecino del frente. Una secuencia de película. El estruendo que generó en el medio de la madrugada la caída del portón de madera causó que todos los vecinos de la cuadra salieran a la calle. Cuando llegó la policía el robo ya estaba consumado, pero la familia de la casa ubicada en Falucho al 1100, todavía estaba presa del pánico. Segun mencionó la damnificada, la Policía acudió inmediatamente al llamado, cerca de las 2:30. Si bien montaron un operativo cerrojo, sólo pudieron rescatar el vehículo. "La policía vino rápido y en menos de una hora apareció el auto", dijo la mujer. El auto en el que los ladrones huyeron llevándose un botín que estaba integrado por electrodomésticos, televisores, herramientas de todo tipo, ropa y celulares, apareció en el barrio José Hernández, pero los ladrones aún están en la calle. Tal es el grado de temor con el que quedó la familia que decidieron no compartir imágenes de lo que sufrieron hace apenas un día atrás. “Nunca habíamos vivido una cosa así. Con semejante violencia. Estando nosotros dentro de la casa y tan cerquita de la Policía”. A pesar de que la casa quedó con serios daños, un portón destrozado y la reja también, y que los dos vehículos familiares quedaron con abolladuras y arañazos como vestigios de la madrugada cinematográfica, Noemí y su pareja se sienten afortunados: “Podría haber sido todo peor si nos agarraban y nos golpeaban”, dijo la mujer, que aún teme que los ladrones vuelvan a su casa.
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