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  • El cambio climático podría provocar que las lluvias tropicales migren hacia el norte

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    Fecha: 02/07/2024 05:33

    Los cultivos de café, cacao y otros productos en áreas tropicales dependen de las lluvias, que cambiarán de ubicación debido al calentamiento global (REUTERS/Paola Chiomante) Los cultivos de las áreas tropicales dependen de las precipitaciones que se generan en esas latitudes para subsistir. Sin embargo, un estudio reciente liderado por un científico de la Universidad de California, Riverside, reveló que el cambio climático provocará que estas lluvias comiencen a generarse más al norte. Esta situación tendrá lugar en las próximas décadas, situación que representaría un cambio significativo en la agricultura y, por ende, las poblaciones que residen en esas regiones. Las zonas de convergencia intertropical, que como su nombre lo indica se encuentran entre los trópicos, “son áreas a lo largo o cerca del ecuador donde los vientos alisios de los hemisferios norte y sur se encuentran y se elevan hacia las elevaciones más frías, absorbiendo grandes volúmenes de humedad de los océanos. A medida que este aire húmedo se enfría en las elevaciones más altas, se forman nubes de tormenta, lo que permite tormentas torrenciales”, explicaron desde UC Riverside en un artículo. Estas importantes lluvias mantienen la humedad característica de las áreas tropicales que permite la actividad agrícola en el norte de Sudamérica, África central, y las islas del Pacífico. Además, impulsan cerca de un tercio de las precipitaciones a nivel mundial, y son necesarias para el mantenimiento de las plantaciones de “café, cacao, aceite de palma, plátanos, caña de azúcar, té, mangos y piñas”, según comentaron desde UC Riverside. El cambio en la latitud de las lluvias tropicales, aunque pequeño, tendrá un gran impacto en la economía y la agricultura de áreas productoras (REUTERS/Yahir Ceballos) Esto significa que la ausencia o las alteraciones de las tormentas tendrían un impacto considerable en las poblaciones que allí residen, pero también en la producción de alimentos que no solamente se consumen en los países de origen, sino que son exportados a otras regiones del mundo. El trabajo fue publicado en Nature Climate Change. El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero (junto a, principalmente, el metano, el óxido nitroso, clorofluorocarbonos, hidrofluorocarbonos y hexafloruro de azufre), esto significa que su presencia en la atmósfera genera que el planeta retenga temperatura. Debido a las actividades humanas, que comprenden la quema de combustibles fósiles, la cantidad existente de estos gases aumentó y generó un calentamiento global con consecuencias claras en la vida terrestre. El futuro posible planteado por los expertos se convertirá en realidad, si no se comienzan a controlar las emisiones de dióxido de carbono, que ya causaron un aumento en la temperatura media anual global de 1,45 °C por sobre los niveles preindustriales según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Actualmente, se encuentra casi al límite del establecido en el Acuerdo de París, que sería de 1,5 °C, o 2 °C como tope. La intensificación de los huracanes es una de las múltiples consecuencias del calentamiento global (EFE/NASA Johnson) Los efectos catastróficos del calentamiento global ya son visibles en forma de una crisis climática, la cual genera fuertes tormentas y huracanes, olas de calor y frío anómalas. Debido a esta situación, los expertos advierten un aumento en la incidencia de ciertas enfermedades, como las transmitidas por los mosquitos (dengue y chikunguña), incendios forestales, sequías e inundaciones. Los modelos informáticos utilizados por los investigadores tienen como objetivo el predecir condiciones climáticas, basándose en datos reales de la composición atmosférica de la Tierra, los océanos, el hielo de los mares, la formación de nubes, los suelos, entre otros, y las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la actividad humana. Al observar las interacciones de estos factores en el futuro cercano y lejano, los expertos lograron determinar que el sistema de lluvias tropicales comenzará a migrar hacia el norte, donde permanecerá durante alrededor de dos décadas para luego movilizarse hacia el sur gracias a la disminución de absorción de calor y el calentamiento superficial tardío del océano austral. La única manera de revertir los efectos del calentamiento global es minimizando, o eliminando, la emisión de gases de efecto invernadero (EFE/QILAI SHEN) Este desplazamiento durará entre cientos y miles de años. Concluyeron que la razón principal de la migración hacia el norte de las zonas de convergencia intertropical será “un transporte anómalo de energía atmosférica transecuatorial hacia el sur”, según detallan en el análisis publicado. El cambio de 0,2 grados de latitud en promedio hacia el norte, por más pequeño que parezca, afectará de manera significativa a toda el área tropical, alertaron los especialistas. “Es una región con precipitaciones muy intensas, por lo que una pequeña variación provocará grandes cambios en la agricultura y la economía de las sociedades, y afectará a muchas regiones”, explicó Wei Liu, profesor asociado de cambio climático y sostenibilidad en la Facultad de Ciencias Naturales y Agrícolas de la UC Riverside, quien dirigió el estudio.

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