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» Clarin
Fecha: 01/07/2024 10:49
El presidente Javier Milei no para de enviar señales conciliatorias hacia el Papa Francisco. En una serie de entrevistas, reiteró sus disculpas por los agravios que le propinó en el pasado, ensayó una autocrítica por haberlos cometido y hasta se mostró comprensivo con las misas militantes en dos templos porteños que el propio arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, condenó enérgicamente. La actitud de Milei se produce pese a que el pontífice recibió a sindicalistas de Aerolíneas Argentinas el día en que el Senado debatía su posible privatización en el marco de la Ley Bases. Y que al día siguiente hizo lo propio con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la víspera de que el primer mandatario argentino proyectaba saludar al jefe de la Iglesia católica en el encuentro del G 7 en Italia. “Me equivoqué porque en el fondo lo estaba criticando por pensar distinto, por tener una lectura de las Sagradas Escrituras distinta a la que tengo yo”, dijo Milei a La Nación +. Además, consideró que Francisco “tiene una forma de ver desde la perspectiva de un jesuita. En el momento caí en la trampa de creer que era porque es peronista; fue un error y, por eso, contesté como contesté”. Antes, en TN, se había mostrado comprensivo con los sacerdotes y feligreses que entonaron una consigna opositora en dos misas en iglesias porteñas oficiadas tras la muerte de Nora Cortiñas, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, de un hijo del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y de un cura desaparecido durante la dictadura. “No creo que el espiritual sea el ámbito para la política. Lo que hicieron no tiene nada que ver con mi forma de vivir la espiritualidad”, dijo. No obstante, opinó que “hay quienes pueden vivir la espiritualidad de otra manera, aunque yo no participaría de algo así”. Y completó: “Pero es una situación que no afecta el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”. No es novedad que Milei se haya disculpado con el Papa. En el tramo final de la campaña lo hizo varias veces. Pero, se sabe, lo que dicen los políticos (aún los recién llegados a la política) en campaña tiene escaso o nulo valor. La urgencia es sumar o, al menos, no perder votos. Aunque, luego, como presidente, fue al Vaticano y selló la reconciliación. Sin embargo, su actual insistencia en actitudes conciliadoras provocan en las cercanías del pontífice argentino una serie de interpretaciones acerca de por qué lo hace. La principal hipótesis que barajan es que Milei anhela que Francisco venga a la Argentina y que, por tanto, “está haciendo buena letra” para lograrlo. En marzo, en una entrevista con CNN, dijo que está dispuesto a “hacerle de una especie de bastón humano” si fuese necesario. Pero que había que dejarlo que decida “sin presiones”, sabiendo que venir le demandará una gran exigencia física. Pero las fuentes no creen que Milei solo quiere ser el presidente argentino que reciba al Papa argentino y co protagonizar una foto para la historia. Consideran que también evalúa que la presencia de Francisco podría servir de contención social, sobre todo si se concreta a fines de noviembre o principios de diciembre, como el propio Jorge Bergoglio lo estimó días pasados. Es que la tensión social -analizan- podría escalar hacia fin de año ante la dureza del ajuste, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza y casi nueve millones de indigentes, más allá de la responsabilidad de los gobiernos anteriores, mientras que la reactivación se demora y crece el interrogante acerca de cuándo la tolerancia social encontrará su límite. El gobierno viene aumentando los fondos para los programas sociales. Pero aún no fue repartida la mayoría de los alimentos almacenados en dos depósitos, cuya detección provocó en su momento una denuncia contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por mal desempeño, del dirigente social Juan Grabois. Mientras, la Justicia investiga a movimientos sociales y cooperativas por el manejo de la ayuda social. Y una auditoría de la Sindicatura General de la Nación detectó irregularidades en la administración del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), destinado a obras en villas y barrios populares. Con una misa en un santuario de La Matanza y un encuentro en un centro comunitario de Quilmes, la Iglesia pidió la semana pasada que las investigaciones en torno a los comedores y el manejo del FISU no detengan la asistencia alimentaria y las obras porque son muy necesarias.
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