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Concordia » El Heraldo
Fecha: 01/07/2024 09:01
Los dos son pilares de la Iglesia que aún se mantiene de pié, después de más de 2000 años de historia. Hoy quiero referirme a uno de ellos. El actual Papa. Recuerdo aquel día que, con expectativa, esperábamos, quien sería el elegido para ser el guía de la iglesia católico. Junto a la multitud reunida en la Plaza San Pedro, todos mirábamos a través de la pantalla del televisor, la chimenea de donde surgiría el humo blanco o negro, comunicando el resultado de la elección de los cardenales. De pronto en toda la plaza resonó la exclamación de alegría de todos los presentes, y un solo grito ¡fumata blanca! ¡fumata blanca! Y luego un silencio absoluto, esperando el anuncio de quien era el nuevo Papa; de pronto se corrieron las cortinas de una ventana, desde donde un anciano cardenal anunció, habemus Papam, y es el reverendísimo, y eminentísimo cardenal Jorge Bergoglio de Buenos Aires Argentina. La emoción se apoderó de gran parte de nuestro pueblo; sonaron campanas de las iglesias, saludando al nuevo Pontífice y con orgullo poco disimulado decían es argentino. Yo no pude celebrar plenamente ese acontecimiento, porque tenía idea de que era un arzobispo que le gustaba comer solo en su palacete y otras afirmaciones de alguna revista y otros medios de comunicación. Hoy, le pido disculpas, prejuzgué y me equivoqué. Y para mi alegría y la de muchos en el mundo, reconozco que se ha convertido en “la voz de Dios y la de los que no tienen voz”, silenciados por un capitalismo inhumano y cruel que domina y explota a los pueblos. Es la Voz de Dios, que nos recuerda permanentemente, cumplir con el mandamiento del amor, y vivir las Bienaventuranzas que nos comprometen a luchar por la justicia, a distribuir con justicia los bienes que El dejó a nuestro cuidado. Francisco con un lenguaje sencillo como el del Evangelio, recuerda a los cristianos que se reúnen en, templos, parroquias y catedrales que no queden mirando el cielo, sin ver al prójimo que pasa su lado. Porque como dijo Jesús debemos “AMAR A DIOS Y AL PRÓJIMO COMO A NOSOTROS MISMO”. Es decir, no son dos mandamientos sino uno solo. El Papa argentino y del mundo, comprendió lo que eso significa y lo cumple. Anunciando un reino de justicia y de paz, e igualdad para todos y con la misma fuerza denuncia a la nación poderosa, instituciones financieras internacionales, grupos empresariales, millonarios y líderes del mundo que impiden que ese reino de justicia y amor se haga realidad. Provocando un clamor angustioso de los que más sufren, de los que menos tienen, clamor que el humano Papa Francisco lo eleva de rodillas al buen Dios. ¡Que solo nos pide “NO SE OLVIDEN DE REZAR POR MI! Hoy es el Día del Papa, por eso con alegría digo ¡VIVA EL PAPA! ¡Y CON ORGULLO REPITO ¡VIVA EL PAPA, FRANCISCO, ARGENTINO DE PURA CEPA!
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