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  • Cómo es emprender en el país de Latinoamérica con la economía dolarizada hace 24 años

    » La Nacion

    Fecha: 01/07/2024 00:28

    Escuchar El presidente Javier Milei varias veces se refirió a la dolarización de Ecuador como un caso exitoso. Los argentinos radicados en ese país -viven alrededor de 6.000- aseguran que la economía se “estabilizó” cuando se reemplazó el sucre por el dólar, en el año 2020. En los últimos tiempos, la actividad se desaceleró “sustancialmente debido a un aumento de la inseguridad provocada por el crimen organizado, disrupciones en la producción de petróleo, eventos climáticos y la incertidumbre política”, señala un documento del Banco Mundial. La administración de Daniel Noboa -ocupará la Presidencia hasta mayo próximo, ya que completa el período que inició Guillermo Lasso- aumentó la alícuota del IVA del 12% al 15%, dejó sin efecto la reducción gradual del Impuesto a la Salida de Divisas e impuso un gravamen del 5% a los materiales de la construcción. El objetivo es reducir el déficit fiscal. Jorge Llanos, quien lleva 46 años en Ecuador, precisa que las condiciones “cambiaron mucho” desde aquel momento hasta ahora, pero también en los últimos años: “Llegaron muchísimos venezolanos [hay unos 475.000], que en muchos casos son mano de obra barata y afectan al mercado. Son muchos los extranjeros que hay; se puede salir adelante, con tiempo y trayendo capital para invertir si se es emprendedor”. La historia de Daniel Scarpa, dueño de un taller de chapa y pintura grande en Guayaquil, tiene un punto de contacto con el presidente Noboa. Fue su abuelo, titular entonces del Grupo Noboa, quien le ofreció la oportunidad de crecer. “En dos etapas, llevo 38 años -cuenta-. Soy técnico automotor y me vine por la situación económica en la Argentina; vine con nada y pintaban los autos con brocha. Traje mi máquina de pulir y parecía de otro planeta. Me hice respetar a fuerza de trabajo y de golpes, porque estaba en una ‘zona roja’. En aquellos años empezaron a ensamblar Fiat y como los conocía y sabía, salió la oportunidad”. Llanos lleva más de 40 años en Ecuador; cree que ahora las cosas están más complicadas para radicarse. Si bien para el ingreso a Ecuador y la residencia alcanza con la visa Mercosur, para abrir una empresa se requiere una autorización de residencia temporal inversionista, que no tiene límites de tiempo de permanencia. La solicitud cuesta US$50 y la autorización, US$270. El primer paso para realizar una actividad económica es inscribirse en el Registro Único de Contribuyentes (RUC); las obligaciones tributarias son el IVA y Rentas (las alícuotas van de 5% a 37% en función de los ingresos anuales). En el caso de los emprendedores más chicos, existe el Régimen Simplificado para Emprendedores y Negocios Populares (Rimpe), donde pueden inscribirse personas físicas y también sociedades. De impuesto a la Renta, pagan US$5 si facturan desde US$2.501 a US$5.000 anuales y la escala pasa a US$15, US$35 y US$60 anuales si facturan hasta US$20.00 al año. Están obligados a declarar IVA. Es el caso de Sabrina Figueroa, quien llegó hace 12 años a Guayaquil casada con el ecuatoriano Paul Beltrán, y hace dos lanzó “Sol Argentino”, un emprendimiento de pastelería, con eje en los alfajores. “Inscribirse en el Rimpe es fácil, todo online, muy rápido”, apunta. Comercializa por redes y, a veces, participa de ferias. “Hay muchas, la gente está cansada y también la seguridad está muy complicada”, agrega. Cambios en el tiempo Jorge Rovelli, experto en marketing, y la médica Katherine Freire, son dueños desde hace unos seis años de una empresa de seguridad y salud ocupacional. Él llegó hace 17 años para conocer y decidió quedarse. “No existen las ARTs como en la Argentina -explica-. Nos encargamos de ver que todos los colaboradores trabajen de manera óptima, en todas las áreas que tengan que ver con la salud”. Cuando se radicó, Rovelli trabajó como martillero público y corredor de bienes: “Empecé vendiendo casas y estuvo mucho tiempo en ese sector. Como hay crédito hipotecario a tasas bajas el mercado tiene un movimiento importante”. Freire tiene un máster en salud ocupacional y arrancaron el emprendimiento como una actividad “secundaria, pero fue ganando fuerza”. Sabrina Figueroa: "Para alquilar una casa, tiene que haber al menos dos sueldos mínimos". El sector de la salud no paga IVA. “Todo trámite impositivo es en línea. No hay obligación de tener contador SRI brinda herramientas para resolver los temas. El sistema es sencillo. Desde lo impositivo al acceso al crédito, todo es más fácil. Hay libertad de y libertad para; si bien por ley existen los sindicatos, no tienen la fuerza que en la Argentina. Es más fácil contratar; aplicar el período de prueba; las indemnizaciones son más organizadas, no hay una industria del juicio”, describe. El salario mínimo por ley es de US$ 460; el promedio para puestos básicos en sectores de servicios es de entre US$550 y US$600, mientras que un cargo gerencial está en alrededor de US$1.400. Llanos, dedicado al negocio de bienes raíces, indica que en el país hay varios regímenes especiales para generar polos de desarrollo, por lo que allí se abren oportunidades para radicaciones de empresas. Entiende que se requieren entre US$25.000 y US$30.000 para iniciar un emprendimiento chico, aunque por el sector elegido puede variar la cifra. Un problema que existe para los nuevos, advierte, es que los bancos no dan financiamiento si no hay historia crediticia. “Piden referencias; por la existencia del lavado de dinero se generan muchos cuidados”, detalla. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2023, Ecuador tiene un alto nivel de la población entre 18 y 64 años que es propietaria/administradora de un negocio establecido en los últimos 42 meses; cuenta con una alta tasa de Actividad Emprendedora Temprana, en 36,7%, pero también muchos cierran por problemas personales, la falta de rentabilidad y de financiamiento. Respecto de la dolarización, Scarpa recuerda que cuando instaló su taller propio se “jugó la vida”, se quedó con US$200 en la mano. “Trabajaba desde las seis hasta la medianoche, las compañías de seguro se hicieron clientas y en el año 2000, cuando ya estaba establecido, tenía 4.000 en sucres en el banco, los fui a buscar y veía cómo iba aumentando la cotización. ‘Otra vez la Argentina’, pensé. Quedé quebrado y fue el Grupo Novoa el que me pagó una deuda y me permitió salir”. Katherine Freire y Jorge Rovelli son dueños de una empresa dedicada a la salud laboral. A 24 años de aquel momento, sostiene que la dolarización fue “lo mejor que le pudo haber pasado al país. No llenan el bolsillo de papeles. No hay que correr detrás de la cotización. Por eso, el que viene y trabaja, puede tener chances de que le vaya bien”. La dolarización, a su criterio, dio estabilidad económica, aunque “al comienzo fue complicado, hubo aumento de precios. Fueron dos o tres años duros hasta que el país empezó a normalizarse. Se generaron otras condiciones para abrir empresas, tener créditos”. De la dolarización, Llanos menciona que “hubo errores”, pero que “ahora, con el paso del tiempo, se puede ver que era la solución”. En ese año él era gerente en la empresa de alimentos y sostiene que iba seguido al aeropuerto, donde se hacía lustrar los zapatos: “Salía 20 centavos de dólar y con la dolarización me cobraron 1 dólar”. Costo de vida Figueroa admite que, si se tiene casa propia, con US$500 al mes, “se puede vivir” pero si hay que alquilar “se necesitan dos sueldos así, porque la mitad o más de uno se va en el pago de la renta”. Después de que el Gobierno aumentó el IVA en general, las empresas dieron un aumento porque esa suba se trasladó también a alimentos y a las facturas eléctricas. Sabrina Figueroa, dueña del emprendimiento "Sol Argentino", plantea el crecimiento de la inseguridad. La boleta de luz para una casa familiar con dos aires acondicionados (en Guayaquil, dicen todos, son “una necesidad”) ronda entre US$45 y US$50; una garrafa de gas tiene un precio oficial de US$1,65 y en el mercado cuesta alrededor de US$3. “Si se alquila una habitación o un espacio muy pequeño, se vive muy ajustado con un básico -añade Llanos-. Se necesitan unos US$1500 mensuales para llegar más cómodo a fin de mes”. Para Scarpa, todo depende de en qué zona se quiere vivir, porque “las variaciones de precios son muy importantes”. A la hora de consumir, hay muchos productos importados que ingresan desde diferentes partes del mundo y, al haber financiamiento, el acceso a algunos bienes más caros se simplifica. Sobre la salud y la educación, Figueroa sostiene que la calidad es regular; hay escuelas privadas “de distintos precios; depende del sector. Por ejemplo, el sector norte de Guayaquil es siempre más caro”.

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