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  • José Parada: “Parece imperante retornar esa acepción en la que el término (barbarie) no se deslinda de la violencia”

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    Fecha: 30/06/2024 18:35

    “La violencia, justificada para quien la ejerce, si bien valiéndose de las más absurdas razones, ha servido paradójicamente de medio para que el agresor consiga sus fines, aunque el precio que pague la víctima sea el más elevado: su dignidad o su propia vida”, comienza diciéndose en el libro Barbarie de José Parada. Toda una investigación buscando un acercamiento a los grandes eventos trágicos para la humanidad provocados directamente por la mano del mismo ser humano. “La idea surgió luego de varias lecturas que me hicieron pensar en la necesidad de juntar muchos eventos en una especie de amalgama en la que la violencia contra las masas quedara retratada a lo largo del tiempo como el centro de interés. Una obra de difusión general que permitiera brindar de manera cronológica y sencilla información relevante sobre estos hechos de barbarie”, asegura el propio autor, dando como resultado una gran radiografía de la violencia en la historia de la humanidad: “Desde un punto de vista práctico, quería presentar una obra que resumiera en un único volumen una lista importante de hechos de violencia, una suerte de radiografía de la violencia a través de la historia. No obstante, el fin último era y sigue siendo abrir un espacio de reflexión mediante una mirada al pasado oscuro de la sociedad, al que se suele relegar al olvido, como si olvidar fuese la mejor salida al tema de la violencia”, agrega Parada. - ¿Por qué es hoy importante recuperar el concepto de barbarie y cómo se manifestó en la historia de la humanidad este concepto? - Ya sabemos que, desde la antigüedad, el concepto barbarie ha dado traspiés desde que con él los griegos designaran a culturas foráneas y con el de bárbaros a los individuos que no hablaban el griego. Muchas de esas hordas de invasores, que amén de no hablar el griego y luego el latín, iban sembrando el caos y el terror por donde quiera que pasaban fueron denominados bárbaros también, pero allí al término se asoció la idea implícita de violencia. Si hacemos un brusco salto al siglo XIX encontraremos la dicotomía Civilización y Barbarie, harto conocida en la literatura en la que el término barbarie se asocia a lo rural, a los caudillos federales, como lo hiciera Domingo Faustino en su obra Facundo, y posteriormente don Rómulo Gallegos en Doña Bárbara. Sin embargo, parece imperante a la hora actual, volver a dar una mirada al pasado, retomar esa acepción en la que el término no se deslinda de la violencia. No olvidemos que hubo bárbaros egregios, como Hitler, que fueron capaces de cometer los actos más detestables contra la humanidad. Cuando se dice barbarie, hay implícita la noción de la negación del otro, una justificación que permite al agresor valerse de cualquier medio para dominar, controlar, causar daño, eliminar al “otro". Ya la vimos en los tiempos de la Conquista y durante las grandes conflagraciones del siglo XX. Parece que poco hemos aprendido. - ¿Cómo retrató la literatura el sentido de la barbarie y si hay alguien que lo hizo de una mejor forma? - La literatura ha estado allí como la pluma del pincel de un artista para pintar la barbarie en todos los tiempos, unas veces denunciándola y, otras, justificándola. No sé si puede hablarse de hacerlo de una mejor forma. Creo que cada libro, cada autor que aborda el tema, sirve como reflejo de una época, de una realidad, de circunstancias que solo atañen a un momento histórico. Hay múltiples ejemplos en América Latina en los que la barbarie ha sido retratada. Me parece que hay que verlos así, en el contexto en que sucedieron. Eso les daría un realce merecido. La inquietud sobre el tema surge de sus propias lecturas. Luego de un proceso de recolección de material, aunque sin saber su propósito, Parada va de lectura en lectura por más de cuatro años hasta lograr el libro. Por supuesto que, ante tanto material y la obsesión del propio ser humano de hacer más extensa la lista minuto a minuto dentro de la historia contemporánea, el autor debe hacer un recorte. “No queríamos que el libro fuera una lista, por ejemplo, de guerras y batallas, hubiera perdido el norte. En este sentido, apenas hicimos referencia a encuentros bélicos icónicos especialmente por la brutalidad y lo remarcable de los sucesos. Dejamos de lado también, porque estaba fuera de nuestro interés, la violencia individual en todos sus aspectos. Finalmente, un capítulo importante que no fue considerado en el libro tiene que ver con la violencia bajo el comunismo, pues creímos que podía tratarse en un volumen aparte que, por cierto, estamos por concluir”, sostiene. Portada del nuevo libro del venezolano José Parada. - ¿Logró responderse qué es la violencia o por qué somos los únicos que la aplicamos? - No estamos seguros de ello por lo vasto del concepto. No obstante, creemos haber proporcionado suficientes pistas para que el lector se dé una idea de lo que significa la violencia en sus más amplios términos. Nos hemos enfocado en el término violencia aplicado exclusivamente al hombre y no a los animales porque en estos el asunto obedece a instintos y necesidades biológicas que poco o nada tienen que ver con la violencia calculada, premeditada y fuera de todo sentido de razón que mueve al hombre a dominar al otro. - ¿Qué le causó mayor impacto? - De los hechos de barbarie que mayor impacto me causaron, tal vez lo ocurrido en Camboya fue de lo más detestable que pude leer. Una horda de ignorantes, obedeciendo a sus más bajos instintos, fue capaz de aniquilar un tercio de la población del país, bajo los mandatos de un desquiciado. Vaciaron las ciudades, eliminaron a la élite intelectual, se empecinaron en borrar al "enemigo" que para los efectos era más imaginario que real, todo mediante métodos macabros que producen pavor. La barbarie ha sido pensada desde la filosofía desde el principio mismo: como estado de naturaleza humana no mitigado por las normas sociales, como condición primitiva y violenta, como constructo social sobre aquellos que, supuestamente, no se adhieren a las normas o como la ausencia de civilidad, o, en la modernidad, como aquellos que no se adaptan a los avances tecnológicos, entre otros. Lo cierto es que siempre distinguió entre “unos” y “otros”, mayoritariamente con implicaciones de superioridad de un grupo sobre el otro. Lo constante, a lo largo de la historia, es la violencia. El arte y la literatura siempre han servido como medios para explorar y representar conceptos, también para cuestionarlos y desafiarlos. ¿A qué tiempos debemos remontarnos para encontrar los orígenes de la violencia humana? ¿Cuáles fueron los acontecimientos más sangrientos contra las masas? ¿Qué sucede hoy con las muertes salvajes que golpean al mundo? El lector se encontrará con una reflexión sobre causas, contextos, implicaciones y consecuencias de tan deplorables actos que arrastraron con la vida de millones de personas en las circunstancias más insospechadas.

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