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  • Seba De Caro: "Pocas veces vi una época tan polarizada y tan binaria"

    » La Capital

    Fecha: 25/06/2024 16:15

    Seba De Caro es director de cine, guionista, escritor, y actor. Aunque se podrían seguir sumando sustantivos en base a la versatilidad de actividades en las que incursionó e incursiona (radio, pintura, podcast, panelismo televisivo), la enumeración a modo currículum no lo presenta justamente. En sus intervenciones públicas, como los ciclos de streaming semanales “Vimo!” y “Climilla” que sostiene a través de YouTube y Twitch desde finales de enero, De Caro aparece ante todo como un curioso genuino, un apasionado por contagiar esa curiosidad en tanto modo de vincularse con diversos universos artísticos y creativos. Acompañado por esta impronta, trae por primera vez a Rosario “Vimo! en vivo”, un espectáculo donde aborda elementos de historia del cine y la cultura pop para movilizar interrogantes, con el sentido del humor y la agudeza que lo caracteriza. La cita es este viernes 28 de junio, a las 21, en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza). “No es una clase ni un taller”, advierte Seba en diálogo con La Capital. “Es algo a medio camino entre un espectáculo y una charla. Tiene un montón de matices”, agrega sobre la presentación que intenta de cierta forma adaptar lo que ocurre en las transmisiones en redes los lunes, martes y jueves. En “Vimo!”, comparte cosas que estuvo viendo, leyendo, escuchando o experimentando. En “Climilla”, junto a Isabella Medina Gieco, conversan sobre temas varios que les generaron inquietud o fascinación. En todos los espacios, la búsqueda es abrir: puertas, diálogos, nexos, perspectivas. “¿Cómo disfrutar una película de nuevo como si fuera la primera vez? ¿Cómo dialogar con una idea? ¿Cómo dejarse llevar?”, anticipa la descripción de la instancia que tendrá lugar en Lavardén. Antes de su versión en vivo, el canal de streaming surgió del interés por sumar visualidad a una posibilidad de intervención mediática que venía siendo exclusivamente en formatos de audio. Embed - VIMO! 33 MONDONGO, MALBA , CINE ITALIANO... >> Leer más: Defendiendo la cultura: vuelve el Festival de Cine Latinoamericano Rosario “Hace muchos años venía haciendo radio, o derivaciones de la radio, siempre complementando con los trabajos de hacer películas, y me parecía que había que cambiar un poco las formas y ver qué podía pasar con eso. Al ser que hablamos de cine, que tiene que ver con la imagen, que apareciéramos me parecía más lógico. Y me parece que las cosas llegan de otra manera cuando uno se muestra”, cuenta De Caro, que en los últimos años encabezó el programa “Un mundo feliz” por Radio Sí, y fue parte del podcast “Frame fatale” junto a Santiago Calori y Axel Kuschevatzky. Ni una clase ni sobre cine Quienes se aventuren a ser audiencia de “Vimo!” (todas las emisiones se pueden ver en diferido en YouTube) puede advertir rápidamente que no se trata de un programa “sobre cine” ni para acumular “datos” o referencias. “Tiene que ver con una manera de ver la cosa, no con la cosa en sí. Acá el tema no es el cine, es el vínculo con eso. Puede ser el vínculo con los instrumentos, el vínculo con la pintura, con los mapas. Cuando yo daba clases particulares decía que aunque uno no haga cine, ese diálogo lo puede tener con lo que quiera. Es una mirada, un dispositivo de vínculo”, detalla Sebastián sobre la propuesta. Embed - CLIMILLA 16, DOCUMENTALES DE FOTOGRAFÍA, CAROZO, NARIZOTA Y TOPO GIGIO En este punto se materializa otra de las motivaciones, de las marcas identitarias del espacio: romper con un modo de relacionarse con expresiones artísticas (o con otras personas) muy propio de la época, que tiende a reducir las percepciones a términos absolutos y binarios. Fanatismos impertérritos y oposiciones feroces. “Vivimos en una época sumamente descomprometida y exprés. La gente quiere información para ‘parecer que’, prefiere ponerse un podcast y ‘hablar de’. Dejé de hacer el podcast que hacía porque tenía miedo por la gente que lo escuchaba en su mayoría. No quiero generar una patota de cancheros de asado, que digan nombres de películas difíciles que no vieron nunca pero que tienen dos o tres datos para zafar. Eso me parece un problema”, elabora De Caro, en contra de la proliferación de “poses” por sobre vínculos genuinos. Sebastián ubica este fenómeno como característico de este momento histórico. “Esto quizás es muy exagerado decirlo, pero pocas veces vi una época tan polarizada y tan binaria, contrariamente con lo que el siglo XXI había prometido en términos de diversidad y representación. Puede haber diversidad en la superficie, en el discurso, pero en la cuestión vital y cotidiana la gente es perdedora o ganadora, pobre o rica, buena o mala, correcta o incorrecta. Y es muy difícil vivir con una espada de Damocles encima, que tira todo para un lado o para el otro. Si no hay una posibilidad de aunque sea entrenar las arenas del análisis de un dispositivo como puede ser el arte, se hace muy difícil el mundo físico real”, desarrolla el cineasta. En este punto, la preocupación que expresa, y que sustenta el espíritu del ciclo, excede a los vínculos posibles con el arte y alcanza de lleno la condición humana. “Insisto que en el siglo XXI, que se suponía que proponía una deconstrucción de arquetipos binarios o totalitarios, de repente el director que te gusta tiene que ser perfecto en su filmografía y tener una vida y una conducta del todo intachables. No digo que no tiene que ser un criminal, no tiene que tener mal humor ni ser medio cabrón. Ningún cura se atrevió a tanto, es un nivel imposible directamente. La persona que yo sigo en un streaming más vale que no deba ni un mes de expensas”, asegura De Caro con humor y convicción. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Seba De Caro (@sebadecaro) “El problema de esas ideas no es lo que esa persona piense de un director, es lo que termina sordamente pensando de sí mismo, se deshumaniza. Cómo voy a tener con todas las personas con las que me rodeo y conmigo mismo ese tipo de vara. Me voy a quedar solo y triste conmigo también porque tampoco voy a poder cumplir mis propias expectativas de lo que debe ser un ser humano”, agrega. Volviendo sobre las particularidades de "Vimo!" y su relación con estas estructuras binarias, afirma: "Yo creo que lo que brindamos, tanto en los streamings como en la experiencia en vivo, es un encuentro al que uno va y no está de acuerdo con todo. Ojalá que sí, pero no es mi idea que se vayan pensando que coinciden con todo lo que se dijo al 100%. Ese no es mi sueño. Mi sueño es que se activen los botones del intercambio, que con algunas cosas estés muy de acuerdo, con otras tengas alguna duda, y con otras creas que nunca vas a estar de acuerdo. Para mí ese sería el show perfecto, que tenga las tres cosas". Finalmente, De Caro subraya las intenciones del formato: “Cuando doy clases me lleva mucho tiempo que primero la persona entienda que no sabe. Hay un punto cero necesario de decir ‘no sé’ para poder saber algo. A veces hay gente que piensa que está escuchando una clase cuando escucha ‘Vimo!’ o ‘Climilla’ o el podcast que hacíamos. No es una clase, estamos charlando. La diferencia entre divulgación y saber es un problema. Yo, como divulgador, no como maestro, me lo pregunto y trato de crear responsabilidad con eso. No puedo decirle a la gente que va a saber de cine, a lo sumo se entera un poco”, cierra.

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