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  • Una muerte con demasiados errores

    Parana » Analisis

    Fecha: 24/06/2024 07:48

    Una muerte con demasiados errores Rocío Cabrera tenía 25 años. Falleció tras parir a su segundo hijo en el Hospital 9 de Julio de La Paz. De ANÁLISIS Al triste final de la mamá gestante de 25 años, oriunda de La Paz, quien en situación caótica perdió la vida y generó una gravísima denuncia de la familia, ahora se le suma como agravante información relevante induciendo a suponer como consecuencia que, el caso podría terminar impregnado de ribetes escandalosos el cual ya supera las paredes del Ministerio de Salud y acaso termine golpeando las puertas de Casa de Gobierno. Presupuestado como prioritario el tema humano ante todo, el resto viene por añadidura, y en este caso con derivaciones que le dan un tinte oscuro a la tragedia que terminó con la muerte de la gestante que tuvo el bebé en el hospital de La Paz el pasado jueves y falleció al otro día en circunstancias confusas. La familia reclama justicia porque habla de homicidio. Las respuestas ya fueron nulas en el momento en que el Ministerio de Salud debió darlas con precisión y como consecuencia de tamaña desidia, la bulla que se va sumando es colosalmente infernal. Si bien será la justicia la que deberá poner blanco sobre negro, el entramado de este caos ya tiene responsables a tono con el desenlace. La secuencia se inicia con la mamá comentando con normalidad y ya a la luz de su segundo hijo de que se iba a llamar Byron. Luego sobrevino al camino al infierno. Acompañada de una amiga iba a pasar la primera noche post gestación suponiendo de plena felicidad pero de pronto todo se vino abajo abruptamente. Así fue que empezó a tener dolores y pese a los pedidos de atención de su compañera no hubo respuestas de un profesional simplemente porque no habrían llamado a la médica actuante ni a la de guardia. El cambio de guardia de enfermería, de primera hora de la mañana permitió entonces advertir que el estado sanitario de la mamá a la vista ya era por demás de preocupante. Y ahí, empezaron las corridas. Hubo asimismo algún intervalo entre los anestesistas que se suceden en rutina y fue en ese momento en que se concluyó en que lamentablemente la mamá ya “estaba quemada de arriba” lo que en la jerga médica significa: muerte cerebral. Todo lo cual induce a pensar que la derivación a Paraná, habría sido en definitiva una decisión mucho más ajustada a derivar responsabilidades que a aceptar que la mamá podía salvarse. En ese momento el hospital no tenía sangre, un grave impedimento para ejecutar una práctica quirúrgica básica. Y es por ello que debieron apelar a un familiar directo de la víctima para transfundir sangre en el momento. Asimismo se conoció una captura de pantalla donde Rocío, le comunica a su madre, que “que cesárea no me van a dar porque yo ya tuve parto el anterior... me van a dejar esta semana si cumplo las 40 semanas y 4 días y no tengo me van a dar la autorización para internación me van a poner goteo. Si -continúa- me dijo que era grandecito pero que no me pueden programar cesárea porque esta de cabeza”. Evidentemente en el camino algo pasó y si, por cierto, pese a lo que le habían dicho previamente, terminó en cesárea. Ese mensaje lo manda el 11 de junio, el 13 se convierte en madre por segunda vez y el 14 fallece. El otro tema de gravedad que debería ser precisado por el Ministerio de Salud es que si la información la tuvieron en horas tempranas de ese mismo viernes trágico porque motivo recién el martes siguiente, luego del feriado largo funcionarios de la cartera de Salud, se hicieron presentes en el hospital. Acompañada la tardía reacción, con la publicación de un magro comunicado de manual a través del cual para deslindar responsabilidades, el Ministerio de Salud que conduce Guillermo Grieve apela al remanido “investigar hasta las últimas consecuencias” claro recién el martes después del feriado y a instancias de todo lo que ya habían publicado los medios de comunicación. El resultado de la autopsia permitirá poner luz a la posibilidad de que haya habido una mala praxis. Y saber finalmente si esto también es parte del tan mentado Programa Entrerriano de Salud que tanto declama el oficialismo y que utiliza como muletilla sin que haya dado un paso concreto, salvo la proliferación aventurada de anuncios a futuro. Esta tragedia y la del pasado 7 de enero cuando en circunstancias también confusas falleció el docente de danzas, Gustavo Nagera por falta de atención en un centro de referencia de Paraná profundizan las preocupaciones por la realidad que sufre el sistema sanitario provincial. Las explicaciones ante tamaña gravedad ya deberían venir de más arriba y de ese modo, agregarle contenido real al manual del todo por 2 pesos.

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