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» La Nacion
Fecha: 16/05/2024 01:38
Escuchar El metabolismo es el proceso mediante el cual el cuerpo convierte lo que come y bebe, en energía. Según los profesionales de la prestigiosa MayoClinic, cuando el cuerpo está en reposo sigue haciendo uso de energía para realizar funciones básicas como la respiración, la circulación de la sangre y la reparación de las células. Popularmente, se acostumbra a culpabilizar al metabolismo por cargar con “kilos de más”, pero en verdad, se trata de un proceso natural que ocurre a medida que pasan los años. La nutricionista Anabella Famiglietti (M.N. 9436) aclara que “el metabolismo varía según diferentes factores como la genética, el sexo, la composición corporal y los niveles hormonales por lo que va modificándose en las diferentes etapas de la vida: crecimiento, embarazo y lactancia, y durante el envejecimiento”. También explica que hay otros factores asociados al envejecimiento que influyen en el estado metabólico. Entre ellos, destaca: Disminución de la masa magra -masa del cuerpo libre de tejido adiposo- de alrededor de un 1% por año después de los 50 años. -masa del cuerpo libre de tejido adiposo- Aumento de grasa corporal asociado a la disminución de: actividad física, secreción de las hormonas de crecimiento y sexuales. Desregulación de la ingesta que resulta en la disminución de las secreciones gastrointestinales y el enlentecimiento del tránsito intestinal junto a una mayor sensación de saciedad. El metabolismo varía según diferentes factores como la genética, el sexo, la composición corporal y los niveles hormonales Consecuentemente, cuando una persona atraviesa la barrera de los 50 años necesita menos energía y tiende a acumularla con mayor facilidad en forma de grasa. No obstante, la profesional señala que hay ciertos métodos/hábitos que pueden colaborar en la ‘reactivación’ del metabolismo. 1. Entrenamiento de fuerza El entrenamiento de fuerza tiene como principal objetivo aumentar la masa muscular y suele ser más recomendado por los profesionales que el entrenamiento aeróbico. Una investigación encabezada por Alexandra C. McPherron, integrante del Instituto Nacional de Diabetes y Digestión de los Estados Unidos estableció que este tipo de entrenamiento ayuda a aumentar la tasa metabólica en reposo (RMR, por sus siglas en inglés) al aumentar la cantidad de músculo magro en el cuerpo. La RMR es la cantidad de calorías que el cuerpo requiere para realizar funciones básicas, como la respiración celular -conjunto de reacciones bioquímicas por las cuales determinados compuestos orgánicos son degradados completamente-, la circulación y la digestión. Un claro ejemplo de esto es cuando los atletas comienzan a subir de peso tras dejar su actividad. Por más que su dieta siga siendo la misma, su metabolismo se ralentiza ante la pérdida de masa muscular y el acumulo de grasa. 2. Consumo de proteínas Según el Dr. Chih-Hao Lee, profesor de genética y enfermedades complejas en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el metabolismo aumenta cada vez que se come, digiere y almacena alimentos; un proceso llamado “efecto termogénico de los alimentos”. Según Lee, la proteína tiene un mayor efecto térmico en comparación con las grasas y los carbohidratos dado que el cuerpo tarda más en digerirla y absorberla. De esta forma, una dieta rica en alimentos proteicos como pollo, carnes rojas, pescados, legumbres o lácteos, ayuda a que el metabolismo utilice la energía acumulada para mejorar la digestión. Este proceso termogénico exige un gasto extra de calorías para absorber y procesar los nutrientes de la comida, así como para poder adelgazar. Una dieta rica en alimentos proteicos como pollo, carnes rojas, pescados, legumbres o lácteos, ayuda a que el metabolismo utilice la energía acumulada para mejorar la digestión Freepik 3. Dormir más de siete horas La falta de sueño genera más cortisol, que es la hormona que descontrola la sensación de hambre y saciedad, provocando deseo de comer. Descansar mal puede provocar aumento de peso ya que quienes no duermen lo suficiente tienden a ingerir más calorías de las que necesitan para lidiar con el cansancio. En palabras de la Lic. Famiglietti, asegurarse un buen descanso y respetar el ritmo circadiano colabora con una sincronización y un mejor funcionamiento del cuerpo. En síntesis, para la Lic. Famiglietti el metabolismo puede ser regulado mediante un estilo de vida activo y la regulación del ritmo circadiano. Ella asegura que garantizar 7 a 8 horas de descanso por la noche es indispensable para sincronizar el cuerpo porque “la salud está asociada con la energía que se enciende por la mañana, se metaboliza según las necesidades durante el día, y se apaga correctamente en la noche”. Por ende, cuanto más sincronizado se está, mayor es la energía y mejor funcionará el metabolismo. La falta de sueño genera más cortisol, que es la hormona que descontrola la sensación de hambre y saciedad, provocando deseo de comer Getty Images Temas Hábitos que hacen bien
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