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  • Oncólogos cordobeses advierten de los riesgos de las terapias alternativas frente al cáncer

    » Diario Cordoba

    Fecha: 02/05/2024 04:39

    Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres sufrirá cáncer a lo largo de su vida y la incidencia no deja de subir, señalan la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Debido a la mayor esperanza de vida y a estilos de vida poco saludables, entre otros factores, la cifra de pacientes que necesitará atención médica y sanitaria por patologías oncológicas va a subir año tras año. Sin embargo, como recalca el jefe de Oncología Médica del hospital universitario Reina Sofía, Enrique Aranda, la esperanza está en que la curación de todo tipo de tumores en general ronda el 60% en la actualidad, un porcentaje que era muy inferior hace unas décadas. Y esto ha sido posible, añade Aranda, «a la mejora que se ha producido en los tratamientos convencionales (quimioterapia, radioterapia y cirugía), junto a otros nuevos como la inmunoterapia, los biomarcadores y la medicina personalizada y dirigida a cada paciente». Enrique Aranda, jefe de Oncología Médica del hospital Reina Sofía. / MANUEL MURILLO Al igual que ocurre en el abordaje de otras enfermedades, en los últimos tiempos han surgido terapias o pseudoterapias alternativas a las tradicionales que aseguran poder contribuir a tratar las patologías oncológicas, aunque en el caso de Córdoba su uso es inapreciable, indican tanto Enrique Aranda, como la jefa de Oncología Radioterápica del Reina Sofía, Amalia Palacios; el director médico del hospital San Juan de Dios, Enrique Cantillo; la jefa de Oncología Médica del hospital QuirónSalud Córdoba, María Jesús Rubio, y el especialista en Oncología Médica del hospital Cruz Roja de Córdoba Isidoro Barneto. Escaso seguimiento de las terapias alternativas en Córdoba «No tenemos constancia de la existencia de pacientes en nuestro hospital que se nieguen a recibir quimioterapia u otros tratamientos de probada eficacia médica y opten por otras alternativas. En caso de que haya sucedido en algún momento ha debido ser anecdótico. Solo cuando la enfermedad llega a una situación de pocas posibilidades terapéuticas y el pronóstico se ensombrece, algunos afectados recurren a tratamientos alternativos buscando una esperanza», expone Aranda. Acerca de este mismo asunto, María Jesús Rubio opina que «no creo que en nuestro medio exista un aumento creciente de rechazo a la medicina tradicional frente a terapias alternativas. Lo que sí se observa es que los pacientes con cáncer adoptan normalmente hábitos más saludables en cuanto a dieta y ejercicio tras el diagnóstico. Es frecuente que pregunten por el uso de infusiones o ingesta de suplementos naturales para reforzar su bienestar, pero eso no lleva a estos enfermos a abandonar el tratamiento médico específico indicado en el hospital para su cáncer. De hecho, no conozco ninguna alerta por parte de la Sociedad Española de Oncología Médica sobre este tema». Isidoro Barneto, especialista en Oncología Médica del hospital Cruz Roja de Córdoba. / CÓRDOBA Menos efectos secundarios Isidoro Barneto precisa que «los pacientes con cáncer no deben quedarse con dudas. Hay que educar a la sociedad y a las familias en la búsqueda de fuentes de información fiables que aclaren el diagnóstico y tratamiento que va a recibir un paciente». «Que un enfermo de cáncer rechace el tratamiento convencional no ocurre en nuestro medio o sucede tan pocas veces, que nos pasa desapercibido porque no lo cuentan. A los enfermos hay que trasladarles que los efectos secundarios de los tratamientos frente a las patologías oncológicas se han minimizado mucho. Los tratamientos de ahora no se parecen en nada a la quimioterapia o radioterapia de principios de siglo y permiten resultados más efectivos y más calidad de vida, gracias a que son el resultado de años de investigación científica y a que se aprueban de forma individualizada para cada paciente, porque el cáncer no es una enfermedad única, sino muchas patologías en sí misma y distinta para cada persona», destaca Barneto. Negativas consecuencias de automedicarse «Sin embargo, cuando se habla de terapias alternativas, en un gran porcentaje de los casos, se trata de remedios que no cuentan con la debida autorización sanitaria y que no se han sometido a controles científicos. En algunos casos, se pueden parecer a las pócimas de la Edad Media y, aunque puedan parecer inocuas bajo el paraguas de ser sustancias naturales, si se toman sin supervisión, pueden interactuar de forma negativa con los tratamientos médicos recetados en el hospital», advierte este oncólogo médico del hospital Cruz Roja. La medicina actual es más personalizada En esta misma línea, Enrique Cantillo defiende que el hospital San Juan de Dios cuenta con un comité de tumores (integrado por varios especialistas) que decide los tratamientos más avanzados para cada paciente de cáncer, aunque «luego el enfermo está en su derecho de decidir si quiere recibir esos tratamientos o no». Enrique Cantillo, director médico del hospital San Juan de Dios de Córdoba. / MANUEL MURILLO «En este comité no se ha comentado que haya habido algún caso de paciente que haya rechazado recibir el tratamiento médico decidido por el hospital contra su cáncer. Precisamente, por los grandes avances que se han logrado en los tratamientos, algunos enfermos conviven con el cáncer durante muchos años, porque dicha dolencia pasa a convertirse en crónica», resalta el director médico del hospital San Juan de Dios. Es positivo que los enfermos de cáncer adopten un estilo de vida saludable, con una dieta, ejercicio físico, rehabilitación y ayuda psicológica adaptada a su proceso oncológico, porque, aunque esto no cure la enfermedad, sí ayuda a afrontarla mejor, remarca Cantillo. En este abordaje conjunto en San Juan de Dios están implicados oncólogos y otros profesionales de endocrinología, nutrición, rehabilitación, enfermería y psicología, para lo que se cuenta a su vez con la colaboración de profesionales de apoyo psicológico de la AECC. «Porque una terapia diga que es natural no quiere decir que sea buena, si no está avalada por controles de evidencia científica, por lo que tomada sin supervisión médica, puede interferir en los tratamientos de probada eficacia frente al cáncer y eso se le debe advertir a los pacientes», concluye Enrique Cantillo. Suscríbete para seguir leyendo

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