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» La Prensa
Fecha: 28/04/2024 02:30
Cora Por Jorge Fernández Díaz Planeta. 212 páginas Puede estar ambientada en Madrid, Londres, París, Berlín o hasta en Buenos Aires. La novela policial sigue siempre un mismo patrón. Alberga en su esencia el misterio y la duda, el desafío de resolver una ecuación a primera vista imposible. Por ese sendero marcha también Cora, la última obra del periodista y escritor Jorge Fernández Díaz. No le falta ningún elemento de los clásicos, a los que el autor le agrega la familiaridad que siempre genera una trama urdida sobre terreno conocido. En este caso, las calles porteñas y la ciudad de Mar del Plata. A lo largo de su carrera periodística y en sus trazos literarios Fernández Díaz se fue convirtiendo en algo así como un especialista en desarrollar historias donde la mujer ocupa un rol protagónico o trascendente. Cora Bruno, la investigadora privada que resuelve casos del corazón, engaños, infidelidades, es una cuenta más en su rosario de personajes. La dinámica de este policial respeta las reglas: Cora es una ex integrante de las fuerzas de seguridad que ha decidido montar su agencia y trabajar de manera independiente. Tiene una socia que la secunda y una corte de amigas con las cuales comparte los casos y quienes le aportan una visión que a veces la ayuda a resolverlos. La avanzada progre del autor, esto de elegir que la protagonista y su entorno sean mayormente mujeres, se traiciona cuando deja deslizar que en definitiva cada una de ellas, emprendedoras que no le temen a la lucha desigual frente al destino, lo único que desean es encontrar el amor de un hombre. Y, por qué no, casarse. La trama es una infalible sucesión de hechos, pura acción y vértigo. Atrapa desde la vorágine del recorrido y deja al pasar alguna que otra reflexión, algún párrafo memorable, pero no suele ser lo propio del género y en esto tampoco se diferencia Cora. Los primeros casos que enfrenta la investigadora le servirán al lector como antesala para conocerla más a fondo y aprender su modus operandi. Recién entonces estará preparado para seguirla en la pesquisa que le cambiará la vida. Sutil, la novela se permite dosificar el uso de la sangre y la violencia, recurso al que apela el autor solamente cuando lo considera necesario. Como un ingrediente utilizado en la proporción necesaria, en el momento justo. Del ruido que genere Cora en el mundillo de la industria editorial depende que volvamos a verla en nuevas aventuras, engarzada en esa cofradía femenina que la sostiene, presta para resolver nuevos casos del corazón. Se ha ganado la oportunidad.
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