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San Salvador » Mercurio Noticias
Fecha: 25/04/2024 19:55
Jueves, 25 de Abril del 2024 - 19:44 hs. Padre Marcelo Krenz. El padre Krenz relató que al llegar a la iglesia el domingo por la tarde, a eso de las 17:00, encontró todas las luces encendidas y la puerta del Sagrario abierta, lo que le llamo la atención. "Vi que la hostia grande estaba partida en dos, los copones estaban volcados y las hostias tiradas. Con respeto, levanté las hostias y las puse dentro del copón. También puse los pedazos de la hostia grande", describió. El sacerdote lamentó el acto de violencia y señaló que la puerta del Sagrario fue empujada hacia adentro. "Se ve que querían sacar algún copón, pero no pudieron", explicó. Para el cura, este ataque es un llamado a la comunidad para estar más cerca de Dios. "Tal vez no lo acompañamos bastante, no lo quisimos acompañar. Entonces apareció el enemigo que hace lo suyo", reflexionó. "Lo tomo como una prueba también para toda la comunidad. Tenemos que volver a lo que era bueno, estar en adoración", agregó. Krenz cree que este incidente es un mensaje para todos los fieles. "Miren que Jesús está día y noche con ustedes. Traten de valorar esa presencia. Es feo estar solo. Jesús es Dios, pero también es hombre y siente la soledad. Dejen de dejarlo solo", añadió. En ese marco, el sacerdote dijo que intentará nuevamente establecer un horario de adoración al Santísimo, aunque sea durante algunas horas del día. "Quiero hablar con el nuevo párroco y empezar de nuevo", indicó. El padre Krenz también tuvo palabras de aliento para la comunidad: "Yo creo que la iglesia se va a curar. Yo trato de calmar, de animar, de dar la parte positiva", afirmó. "Qué enseñanza nos quiere dar Dios? Tal vez quiere que estemos más tiempo con él. El que hizo el mal tendrá que dar cuenta a Dios. Y nosotros queremos ahora aprender a quererlo un poco más a Jesús, acompañarnos un poco más, estar más cerca de él", concluyó. La polémica homilía del padre Siarra El padre Marcelo Krenz también fue consultado porpor la polémica homilía del lunes del padre Pablo Siarra, quien se presentó como un “Cristo en la tierra” intocable, al que no se lo puede cuestionar. También deslizó que hay mucho chusmerío entre la grey y desautorizó al padre Krenz por su edad.Al respecto, Marcelo manifestó que "todos somos humanos y tenemos nuestros defectos. Somos criticables como todos. Somos humanos, no somos divinos. Tenemos poderes que solamente nos concedió Dios como sacerdote”, agregó.El cura dijo que no escuchó la homilía de Siarra “pero unos cuantos se sintieron muy ofendidos, muy heridos, muy golpeados, y tuve más trabajo, además de todo lo que tenía, ese trabajo de acompañar un poco a la gente para apaciguar”.Preguntado porsi hay mucho chusmerío en la iglesia, el sacerdote dijo minimizó esa cuestión diciendo que es algo que ocurre en todos lados, inclusive en General Campos donde Siarra es el párroco. Al respecto, recordó: “Estuve de párroco como 50 años y en todos los lugares es más o menos lo mismo. No echemos la culpa a la parroquia, es algo natural que pasa en General Campos también, yo estuve, conozco muy bien, estuve en El Cimarrón, en Ubajay. Lo mejor es uno como sacerdote primero atender a Dios, segundo atender a la gente que es la tarea del sacerdote y ser un padre un padre. En toda familia, un hijo viene con su queja, con sus problemas, y papá y mamá lo escuchan, atienden, tratan de responder, y el sacerdote tiene que tener corazón de padre, que no sea solo un nombre nada más”, expresó.Consultado sobre la desautorización pública que le hizo el padre Siarra en la Misa de desagravio, el padre Krenz fue contundente: “Lo que diga no me interesa, me interesa lo que yo tengo delante de Dios y delante de la comunidad. Eso es lo que me interesa. Yo quiero servir a Dios, amar a Dios, cumplirle con lo mejor posible. La prueba es que me ven siempre sentado en la entrada de la iglesia o en el confesionario para servir primero a Dios instrumento y después también a todas las personas que necesitan reconciliarse con Dios”.En este punto, deslizó un reclamo sobre Siarra: “Cuando vino, me dijo ahora voy a confesar yo también pero nunca lo veo en el confesionario. Así que estamos en lo mismo. Yo no hago jactancia de nada, pero yo cumplo, voy a las capillas media hora antes, voy a confesar, vengo acá me siento ahí al rato y viene alguno y me dice Padre, quiero confesarme”.“Yo quiero servir a Dios hasta que me dé, hasta que la parte física me responda voy a estar siempre sirviendo a Dios y a la iglesia”, finalizó.
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