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» Clarin
Fecha: 25/04/2024 15:15
Cuatro pintores amigos entre sí, y un quinto amigo financista dieron por resultado un proyecto comercial que involucró a la crème de la vanguardia abstracta del 50. José Antonio Fernández Muro, Sarah Grilo, Alfredo Hlito y Miguel Ocampo formaron a instancias de Jacobo Soifer -–consultor en relaciones laborales y aficionado al arte– buen diseño para la industria. Así, escrito todo en minúsculas, con el sello Bauhaus donde estética y función son una única dimensión para entender la forma de los objetos contemporáneos. Dos años actuaron juntos, publicitando el emprendimiento en nueva visión. revista de cultura visual, la icónica publicación, nodo cultural, dirigido por Tomás Maldonado, Carlos Méndez Mosquera, secretario y Hlito diseñador gráfico. Unidos por el talento y la convicción de que la geometría y la abstracción eran el lenguaje no solo del arte sino de la vida moderna, los cuatro artistas que, desde 1952 habían expuesto como Grupo de artistas Modernos de la Argentina, se dedicaron a diseñar motivos para la industria textil. Soifer los acercaría a las empresas con las que se relacionaba por su práctica profesional. Telas para ropa de cama, de vestir, tapicería, pañuelos y papeles eran las tipologías para las que crearon más de 300 pinturas originales (témpera sobre papel) que reconocidas empresas como Hisisa y Sudamtex imprimirían con las distintas técnicas de la época. La variedad de motivos, colores y climas creados por los estampados de buen diseño, está estrechamente ligada a las pinturas que contemporáneamente consagraron a los artistas del grupo en exposiciones en Río de Janeiro y Amsterdam, en la Bienal de San Pablo y Venecia. Pero hacia fines de 1955 el grupo se disolvió: Fernández Muro, Grilo y Ocampo emigraron. La carpeta con los diseños de bd se archivó. Desde entonces y hasta mediado de los 2000 cuando el propio Soifer encomendó a quien aquí escribe “estudiar y contextualizar” el proyecto, bd no existía para ninguna historia del arte argentino. Había sido una iniciativa de vida breve, no institucional, un juego creativo, como sus protagonistas lo recordaban; un experimento de lo que un tiempo después sería la inserción real del diseño y las disciplinas proyectuales en la industria argentina. No obstante, buen diseño es el único proyecto de artes aplicadas derivado del arte concreto del que se tenga conocimiento hasta el momento. El libro sobre buen diseño se presentó en la feria Printed Matters de Nueva York. En 2019, se expusieron algunos diseños de bd en Sur Moderno: Journeys of Abstraction, la exposición del MoMA que mostró el distintivo aporte de los países latinoamericanos a la abstracción y el movimiento moderno. En un paso decisivo hacia la difusión, el 25 de abril se presentó en la Printed Matter New York Book Fair, un libro con la colección de diseños de bd, actualmente en los archivos de ISLAA. Con esta obra, bajo el sello del Institute for Studies on Latin American Art, institución neoyorkina dedicada al estudio y la difusión del arte latinoamericano, el proyecto buen diseño reafirmará la presencia internacional que sin dudas merece. En la iniciativa y los diseños de bd confluyen las distintas teorizaciones de la época: la actualidad del arte abstracto, la posibilidad de una vía científica para el diseño al servicio de la creciente industrialización, tanto como la proyección social de la actividad artística. buen diseño Tapas blancas de espíritu minimalista y lujosa austeridad, está impreso en papel obra, opaco, como el de las pinturas originales. Así, el libro muestra cada diseño con la calidad de un facsímil. Editado por Alejandro Cesarco, bd. buen diseño para la industria cuenta con ensayos históricos y de interpretación a cargo de los especialistas Lynne Cooke, María José Herrera, Robert Wiesenberg, Suzanne Tick y Liam Gillick. Como señalamos en nuestro ensayo: “buen diseño para la industria dejó un rico repertorio de imágenes que no pierde actualidad y testimonia las intenciones de crecer al ritmo de las necesidades que emergían en la vida de posguerra; un momento en el que la palabra proyecto exigía involucrarse en la idea, el plan y sus resultados”. Mirá también Mirá también Alfredo Hlito, el gran obstinado
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