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Fecha: 05/05/2024 04:06
Avanza la construcción del pañuelo más grande del mundo: se trata de un pañuelo gigante en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, hecho con chatarra, en el emblemático Parque de la Memoria de Luján. Los artistas de la agrupación Cultura Vallese, impulsores y ejecutores del proyecto, resaltan la participación de la comunidad, que se integra al proyecto aportando material o tiempo de trabajo, en todo el proceso. El 7 de octubre del año 2017, Hebe recordó "haber venido hace 40 años a pie a Luján, éramos un pequeño grupo de Madres porque no todas se animaron a venir con el pañuelo para ser visibles a los hijos, para pedirles a los que rezaban por los obispos, por los Papas, por los enfermos, por los pobres, que había miles de desaparecidos que necesitaban también un rezo. Así conseguimos que rezaran también, todos, a los gritos, por nuestros hijos”. “Llegamos a la Basílica agrupadas como pollos, como gallinas, con miedo de volver, porque no era solo llegar sino también volver. Volvimos como pudimos, algunas nos quedamos hasta el otro día porque no había en que volver, tiradas en el pasto, llorando", agregó. La historia se la cuenta a Buenos Aires/12 el artista miitante Luis Lofeudo, uno de los responsables de la obra, que ya lleva hechos más de 70 trabajos con la misma metodología. A él se la contó el equipo de comunicación de la asociación Madres de Plaza de Mayo. Así como empezaron a caminar alrededor de la pirámide de Mayo ante la orden de la policía, “circule, circule”, se pusieron los pañales de sus hijos en la cabeza para identificarse entre la multitud, sin siquiera sospechar la potencia que ese gesto adquiriría con los años, hasta convertirse en símbolo universal de lucha. Ya no quedan integrantes de Madres de Plaza de Mayo vivas en el partido de Luján. Ellas eran Rosa Palazzo, ana Aguirre y Nelly Dorronzoro. “El pañuelo también es un homenaje para ellas”, agrega Lofeudo. Dorronzoro era escritora, poeta y docente. Palazzo era madre de Ricardo Luis “Palito” Palazzo, detenido–desaparecido en septiembre de 1976. Falleció en 2019. Ana Aguirre era madre de Raúl Esteban Aguirre, detenido–desaparecido el 7 de julio de 1976. Falleció en 2017 a los 85 años. La idea fue de Federico Cappanera, un músico lujanense que además integra la delegación local de la Fundación Música Esperanza, fundada por el pianista Miguel Ángel Estrella. “A partir de esa propuesta, hice una maqueta muy simple, la presenté en la municipalidad y nos dieron la autorización”, cuenta Lofeudo. El rol de la comunidad “Contábamos con algunos materiales para empezar, pero nuestros proyectos siempre se completan con los aportes de chatarra de la gente, porque es la manera de integrar a la comunidad y que los sientan propios. Al que trae chatarra, lo invitamos a soldar. Al que no sabe soldar, le enseñamos. La idea es que todos somos autores, es una obra colectiva”. El Parque de la Memoria es una especie de patio de recreo para toda la ciudad, por eso eligieron esa ubicación. “Toda la comunidad pasa por acá en algún momento. A pesar del contexto, la gente se copa. Los chicos lo ven a medio hacer y lo reconocen, saben qué es, se acercan a charlar. Había un par de juegos rotos, los arreglamos y hay buena onda”, explica. Lofeudo afirma que “empezamos a trabajar el 25 de marzo. El cálculo original era de unas 20 jornadas de trabajo. Nos fuimos retrasando por la seguidilla de lluvias y tormentas”. Cada sábado organizan, en el mismo parque, una jornada cultural, que incluye música, soldadura y otras cosas. El pañuelo tiene dimensiones importantes: 8 metros de base por 4 de altura y 3 de profundidad, lo que produce un espacio interior interesante. “Es un domo, en el que montamos varias intervenciones". "De un lado, un guardabarros de un Falcon y los retratos de las Madres locales. De otro se ve la imagen de una casa revuelta, como recién allanada. En el techo representamos la oscuridad, con una picana. La artista que hace eso es Leticia Miglioranza”. Los artistas El Colectivo Cultura Vallese, llamado así “en homenaje a Felipe Vallese, el primer trabajador desaparecido en 1963”, es un grupo que crea obras de arte a partir de la chatarra, haciendo resurgir la historia desde los basurales donde fue desechada. En su extensa trayectoria, figuran obras como el Felipe Varela que realizaron en la legislatura catamarqueña, el caudillo federal Andresito Guacurarí, emplazado en la costanera de Corrientes capital y el Indio Querandí ubicado en la playa de Punta de Indio, junto al artista local Kily Fernández Gleizer. También realizan talleres gratuitos de soldadura artística. El Indio Querandí data de 2014, tiene 5 metros de altura y está ubicado en el balneario El Pericón, un lugar muy popular al que concurren en verano muchos turistas. Tal vez por eso es, hasta hoy, la obra emblemática del grupo Cultura Vallese. El Indio mira hacia el agua, como una suerte de vigía. Es lo primero que ven los navegantes, cuando miran en dirección a la costa. “Nosotros en realidad somos convocados. Como es arte público y monumental, necesitamos permisos municipales para el emplazamiento. Somos invitados y nos dan absoluta libertad”, afirma Lofeudo. Además de los mencionados Lofeudo, Cappanera y Miglioranza, completan el grupo de trabajo Gabriela Tello, Alfredo Cané, Lionel Coppari y Nicolás Arrué. Éste último es hijo de desaparecidos, nacido en cautiverio. "Su historia es una historia de resignificación", afirma Lofeudo en referencia a su compañero. El grupo suele colgar su información en este link: https://30mrazones.wixsite.com/panuelo.
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