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  • De “mala señal” a “lo vemos con buenos ojos”: la reacción de los empresarios a la medida del Gobierno contra las prepagas

    » La Nacion

    Fecha: 17/04/2024 20:29

    Escuchar El Gobierno dispuso hoy que siete empresas de medicina prepaga den parcialmente marcha atrás con los aumentos que aplicaron desde diciembre último, mientras que analizan si hubo una presunta cartelización entre las principales compañías para fijar precios. La medida oficialista generó diversas reacciones en el empresariado, entre “malas señales”, el apoyo al Estado para “desarmar posiciones dominantes del mercado” y la necesidad de abrir una mesa de diálogo. “Es una mala señal, pero es un caso muy puntual”, consideró al respecto Cristiano Rattazzi, el empresario ítalo-argentino, expresidente de Fiat Argentina, en diálogo con LA NACION. Para Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar y Fate, cuando la economía está ante un escenario de cambio de precios relativos “tan abrupto, como está ocurriendo hace ya tres meses”, ciertas situaciones serían “evitables” si hubiese un debate entre representantes del sector y el Gobierno a través de una mesa de diálogo. “Es una mala señal, pero es un caso muy puntual”, consideró al respecto Cristiano Rattazzi “No es bueno que estos temas se lleven a la opinión pública de esta manera. Es necesario que esto se corrija, pero para eso están las mesas sectoriales, y creo que hoy más que nunca es necesario convocar a los distintos sectores para discutir qué sucede con los precios de los productos que llegan al mercado”, completó. En cambio, un representante de otra cámara empresaria, que pidió mantener su nombre bajo reserva, dijo que le parece correcta la medida del Gobierno de estudiar si hubo una colusión entre las prepagas. “También que hablen con ellas para que los aumentos se distribuyan más en el tiempo”, añadió. “Lo que estamos viendo es la real dinámica económica. Esto es consecuencia de un proceso de posiciones dominantes de diferentes sectores, que por supuesto no son las pymes, donde verdaderamente hay competencia; sino de grandes empresas cartelizadas que se ponen de acuerdo para fijar los precios. En ese sentido, nosotros debemos decir que vemos con buenos ojos la intervención del Estado para empezar a desarmar estas posiciones dominantes de mercado que terminan afectando a la clase media, que en definitiva es la que impacta directamente en el consumo”, opinó por su parte Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came). Para Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar y Fate, ciertas situaciones serían “evitables” si hubiese un debate entre representantes del sector y el Gobierno a través de una mesa de diálogo Para el empresario, tanto los oligopolios como los espacios de concentración de poder económico “son realidades contrastantes” con la postura de una apertura “genuina” del libre mercado. Por lo tanto, ratificó su apoyo a la decisión del Gobierno en lo referente a las prepagas. “Y recordar que donde verdaderamente existe libre competencia es en las pymes, mientras que muchas de las grandes corporaciones deben ser seriamente monitoreadas en su accionar comercial”, completó. Desde la Cámara de Medicina Oftalmológica (Cameof), conformada profesionales e institutos oftalmológicos del país, también mostraron su postura a través de un comunicado. Para Juan Ibarguren, secretario general de la entidad, el sistema de salud “arrastra asimetrías que profundizan un problema estructural que alguna vez los argentinos deberemos asumir”. “Asumir no se refiere a prácticas declarativas o medidas cosméticas que terminan por acumular las distorsiones ya existentes en el complejo, desintegrado, superpuesto e ineficaz sistema argentino de salud. La desregulación del sistema es una necesidad en la medida que hemos sufrido un sistema regido por regulaciones absurdas y un Estado presente que en salud brilló por su ausencia durante los últimos 20 años”, aseveró. "Esto es consecuencia de un proceso de posiciones dominantes de diferentes sectores, que por supuesto no son las pymes, donde verdaderamente hay competencia; sino de grandes empresas cartelizadas que se ponen de acuerdo para fijar los precios”, opinó por su parte Alfredo González, presidente de Came En números, remarcó que entre los años 2005 y 2020 las obras sociales y las empresas de medicina prepaga aumentaron 46 veces sus ingresos, mientras que los costos de la oftalmología se incrementaron 36 veces y los aranceles oftalmológicos, 12 veces. En 2020, la brecha entre costos y aranceles era del 190%. Pero con la pandemia de covid-19 y la regulación estatal de precios, la relación empeoró. A diciembre de 2023, la brecha entre aranceles y costos ascendió a 684%. “Luego de un gran esfuerzo de la población, de los afiliados y pacientes, sancionado el DNU [desregulatorio de la administración de Javier Milei], del que nadie duda que tiene como objetivo mejorar o corregir por medio de las fuerzas del mercado y la competencia el acceso a la salud de calidad de los pacientes, nos encontramos en la situación aquí demostrada numéricamente que la gente cada vez paga más y los médicos cada vez cobran menos, y los servicios no mejoran ni están a la expectativa de los afiliados”, apuntó. Para finalizar, Ibarguren citó la frase de Isaiah Berlin que dice: “La libertad de los lobos es la muerte para los corderos”, y remarcó que es asignable para la situación actual. “La desregulación es necesaria, pero cuidado con la subitaneidad del tránsito”, cerró. Temas Comunidad de Negocios

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