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» Clarin
Fecha: 31/12/2025 15:01
En 2025, el oro y Bitcoin compitieron de manera directa por el lugar de inversión de refugio en un contexto global marcado por la incertidumbre. Aunque la criptomoneda volvió a presentarse como alternativa al sistema financiero tradicional, fue el metal precioso el que concentró los flujos defensivos y alcanzó nuevos máximos. La carrera dejó en claro que, al menos en 2025, el refugio preferido de los inversores siguió siendo el oro. El año estuvo marcado por los efectos de la "guerra comercial" que encaró Donald Trump desde enero, el aumento de la tensión por distintos conflictos bélicos en todo el mundo y el temor por una baja de tasas de la Reserva Federal. En ese contexto, los inversores aumentaron sus posiciones defensivas y buscaron activos que permitieran cubrir su patrimonio frente a la incertidumbre. Y, aunque estaba todo dado para que el 2025 sea "el año del bitcoin", el oro definitivamente mantuvo su lugar de "refugio" por excelencia. El metal aumentó cerca de un 65% en un año y tocó valores récord en su historia. Junto con la plata, acumularon su racha de mayores ganancias en más de cuatro décadas. Hasta noviembre, los ETF globales (instrumento de inversión que incluye determinados activos y que tiene una cotización independiente) que poseen oro físico sumaron activos durante seis meses consecutivos. Los ETF de oro a nivel global ahora tienen algo más de medio billón de dólares en activos, con entradas que van camino a ser las más fuertes de su historia. La depreciación del dólar también llevó a más inversores hacia el oro, en particular a los bancos centrales. El dólar cayó alrededor de un 10% este año frente a una canasta de monedas globales, y cada vez más bancos centrales están recurriendo al oro en lugar del dólar para alojar sus reservas. Sin ir más lejos, las reservas del Banco Central argentino mejoraron cerca de US$ 3.900 millones este año solo por la suba en las cotizaciones de sus tenencias en oro. El oro terminó el año en torno a los US$ 4.365 y muchos analistas del mercado creen que aún tiene un recorrido alcista por delante, aunque no tan extraordinario como el que se dio en 2025. Por ejemplo, el banco de inversión Goldman Sachs tiene un precio objetivo de US $ 4, 900. Sin embargo, la firma ve un potencial de "alza significativa" respecto a ese objetivo si los inversores trasladan una mayor parte de su exposición tradicional en acciones y bonos hacia los ETF de oro. El "oro digital" se quedó detrás Para la comunidad cripto, el bitcoin tiene todas las características para funcionar como activo de "refugio" por excelencia. Pero este año, marcado por una mayor adopción de criptomonedas a nivel global y una mayor apertura del mundo financiero internacional hacia estos activos digitales, el bitcoin no logró sostener sus precios máximos y sus ganancias frente a inversiones más tradicionales. Bitcoin comenzó el año con un optimismo desbordante, cotizando cerca de los US$ 93.000 y alcanzando un máximo histórico impresionante de US$ 126.300 en octubre. Sin embargo, este cierre de año lo encuentra luchando por mantenerse cerca de los US$ 88.000, lo que representa una caída de aproximadamente el 30% desde su pico y un rendimiento anual ligeramente negativo (cercano al 5%). Sin embargo, pese a esta mayor volatilidad muchos en el sector advierten que el bitcoin ha comenzado a alcanzar cierta madurez dentro del mercado internacional. Maximiliano Raimondi, CFO de Lemon, comentó: "En 2025, Bitcoin terminó de correrse del 'ciclo cripto' y se consolidó como activo institucional. Gran parte de la suba se explicó por el dinero que entró a los ETF spot y por una presencia mucho mayor de inversores grandes. Hoy, esos ETF en EE.UU. ya acumulan cerca de 1.3 millones de Bitcoin". Para Raimondi, el futuro de esta cripto estará marcado por las variables macro globales. "Un escenario de tasas más bajas y más liquidez suele jugar a favor, el contrario tiende a presionar. A eso se suma la regulación: más claridad reduce el miedo y abre la puerta a más inversores. Si hay demoras o un cambio de clima, puede haber ruido y correcciones. En resumen, el 2026 se ve como un mercado de Bitcoin más 'adulto', donde la demanda, la liquidez y la regulación pesan más que nunca". En esa línea,Sebastián Serrano, co fundador y CEO de Ripio remarcó:"La adopción creció a escala global pero, a diferencia de otras temporadas, no fue dominada por la especulación, sino más bien por una adopción franca, una elección que están haciendo gobiernos, empresarios y usuarios particulares por Bitcoin como forma de reserva de valor, inversión o dinero digital". "En ese camino, creo que 2026 va a traer muy buenas noticias en adopción y regulación. En precios, las proyecciones que se habían hecho para el cierre de 2025 son los primeros valores que se están tomando como referencia para 2026: un Bitcoin a entre US$ 150.000 y US$ 250.000. Parecen cifras sensatas, como para empezar a hablar", anticipó. NE Sobre la firma Mirá también Newsletter Clarín
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